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Un grupo de manifestantes habría intentado incendiar la antigua sede del Parlamento de Australia en Canberra. Según las autoridades, las llamas solo afectaron la entrada del histórico edificio. El Departamento de Bomberos local logró apagar el incendio antes de que causara más daños.
“Déjalo arder”, gritó uno de los manifestantes que rodeaba el edificio.
Las manifestaciones violentas eran raras en Australia antes de la pandemia. Sin embargo, desde 2020 se han visto cada vez más brotes de vandalismo. El primer ministro australiano, Scott Morrison, condenó los actos y señaló que así no es el país que gobierna.
“Estoy disgustado y consternado por el comportamiento que haría que los australianos vinieran y prendieran fuego a tal símbolo de democracia en este país”, dijo Morrison.
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Todavía no se han esclarecido las razones que llevaron a los manifestantes a incendiar el edificio, sede del parlamento federal desde 1927 hasta 1988 y donde actualmente se ubica el Museo de la Democracia Australiana.
Según la BBC, estos eran activistas indígenas que protestaban por la “soberanía aborigen”. El antiguo parlamento en Canberra ha sido un elemento constante del descontento de las comunidades indígenas, pues simboliza la colonización y la falta de derechos para los aborígenes en el sistema actual.
“Si alguien está tratando de hacer una declaración, entonces es una muy mala que será recibida con un disgusto abrumador. Este es el Parlamento que durante tanto tiempo sustentó las libertades que tenemos como democracia y tomó las decisiones que nos formaron como nación”, dijo el viceprimer ministro, Barnaby Joyce.
Sin embargo, The Washington Post informó que detrás del incendio estarían miembros del People’s Treaty, un grupo de conspiraciones que se alimenta en Telegram y que hace referencia a un “estado profundo”, se opone a las vacunas y a las restricciones por el coronavirus en el país. No obstante, ni este grupo ni MMAMV, una organización similar, parecen estar asociadas con las exigencias y los problemas de los indígenas.
“Se ha iniciado una investigación policial sobre la causa del incendio. La Antigua Casa del Parlamento permanecerá cerrada hasta nuevo aviso”, dijo un portavoz del Museo de la Democracia Australiana.
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Australia es reconocido por tratar de manera cruel a los aborígenes. Entre 1910 y 1970, miles de indígenas fueron separados a la fuerza de sus familiares y entregados a familias blancas o a instituciones del gobierno, en lo que se conoce como el episodio de la “generación robada”.
Aunque el Gobierno ha intentado adoptar medidas de reparación, estas han sido consideradas como insuficientes para las personas afectadas. Los aborígenes del Estrecho de Torres, un estrecho marítimo que separa Australia de Nueva Guinea, constituyen la población más pobre y marginada del país. Antes de la llegada de los colonos europeos eran alrededor de un millón de personas. En la actualidad, estos apenas representan el 3 % de los 25 millones de australianos, lo que es un indicador de la represión que sufrieron.
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