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Una pista de hielo en San Petersburgo fue el escenario elegido por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, para sellar sus nuevos acuerdos diplomáticos. El miércoles, el líder ruso invitó a su homólogo bielorruso, Alexander Lukashenko, a disputar un partido de hockey, luego de haber acordado realizar ejercicio militares conjuntos. Los dos políticos marcaron gol en el encuentro: Putin hizo siete, mientras que Lukashenko marcó en dos ocasiones.
Esta es la sexta reunión entre ambos dirigentes en lo que va del año. El presidente Putin, quien goza de mostrar su destreza deportiva con frecuencia, resaltó así su cercanía con Lukashenko en un claro mensaje para Occidente que ha calificado al líder bielorruso como el “último dictador de Europa”.
Los ejercicios militares acordados por Putin y Lukashenko, según detallaron, tendrán lugar en el primer semestre de 2022. El líder bielorruso manifestó con este acuerdo su agradecimiento con su homólogo en Moscú, quien le ha prestado un incondicional apoyo durante la pandemia y frente a las sanciones impuestas por la Unión Europea.
“Le estoy muy agradecido personalmente por lo que hizo por Bielorrusia, y por el apoyo que nos brindan en este difícil momento de sanciones. (Los países occidentales) siguen estrangulándonos. Ya han introducido cinco paquetes de sanciones y están hablando del sexto. Estas sanciones son estúpidas e inútiles”, dijo Lukashenko.
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Pero el anuncio de los ejercicios militares entre Moscú y Minsk llega en un momento crítico para la región, pues la tensión en la frontera entre Ucrania y Rusia continúa alta pese a la reducción de tropas rusas en las regiones de Volgogrado, Rostov, Krasnodar y la península anexionada de Crimea, zonas fronterizas con Ucrania.
Esta semana, más de 10.000 militares rusos volvieron a sus bases tras un mes de maniobras en el sur de Rusia. En su comunicado, el ejército ruso no especificó, sin embargo, a qué bases han regresado las tropas.
“Con el fin de garantizar un alto estado de alerta durante las fiestas en los emplazamientos militares del distrito militar sur, se asignarán unidades de guardia, refuerzos y fuerzas para hacer frente a posibles situaciones de urgencia”, añadió el ejército ruso.
Desde hace más de un mes, Occidente acusa a Rusia de reunir a decenas de miles de soldados cerca de la frontera ucraniana, con la vista puesta en una posible agresión militar contra Kiev, algo que Moscú niega.
Se cree que los ejercicios militares pactados con Lukashenko sean la manera en la que Putin quiere continuar ejerciendo presión sobre Occidente, pues se anunciaron poco antes de la llamada que sostendrá el mandatario ruso con su homólogo estadounidense, Joe Biden.
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En una entrevista telefónica previa a principios de diciembre, Biden amenazó a Putin con sanciones “como nunca había visto” si ataca a Ucrania. Los países occidentales han descartado hasta ahora una respuesta militar a una eventual invasión rusa y el Kremlin ha hecho poco caso a las amenazas de sanciones.
Rusia y su élite dirigente ya son objeto de numerosas represalias económicas de los países occidentales por la cuestión ucraniana y la represión del país, pero ninguna de estas medidas ha hecho cambiar de actitud al Kremlin, más bien lo contrario.
Una vocera de la Casa Blanca había asegurado que Biden ofrecerá a Putin “una vía diplomática” como salida a la crisis ucraniana, antes de las negociaciones sobre la seguridad en Europa que comenzarán el 10 de enero también en Ginebra.
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