¿Qué se juega Suecia en las elecciones de 2018?

Por primera vez en una campaña electoral sueca, la inmigración y la delincuencia figuran en el debate político por encima de temas como el modelo de bienestar, los impuestos y la sanidad. El ascenso de la ultraderecha preocupa tanto al país como a la región.

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-Redacción Internacional con información de agencias
09 de septiembre de 2018 - 04:48 p. m.
Personas realizan su voto en los centros electorales de Estocolmo, Suecia, para elegir a la nueva asamblea legislativa de este país nórdico.  / EFE
Personas realizan su voto en los centros electorales de Estocolmo, Suecia, para elegir a la nueva asamblea legislativa de este país nórdico. / EFE
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Suecia celebra hoy las elecciones generales más reñidas de los últimos tiempos, sin favorito claro por la igualdad entre el bloque gobernante y la Alianza de centroderecha, con la amenaza del ultraderechista Demócratas de Suecia (SD), que aspira a ser una fuerza decisiva.

Los colegios electorales abrieron a las 08.00 hora local y permanecerán abiertas hasta las 20.00 horas. Los 7,5 millones de suecos con derecho a voto podrán designar a los 349 integrantes del Riksdagen, Parlamento unicameral. Un sondeo difundido hoy por el instituto de opinión Skop traza un panorama similar al de la mayoría de las encuestas aparecidas la última semana: ligera ventaja del centroizquierdista frente a la Alianza, los socialdemócratas en cabeza y el SD y el Partido Conservador luchando por la segunda plaza.

Pero la dificultad para predecir la magnitud de la subida del SD, al que algunos estudios demoscópicos anteriores sitúan incluso en cabeza, complica más aún el pronóstico. "Las elecciones son un referendo sobre el bienestar y sobre la decencia", declaró el primer ministro sueco, el socialdemócrata Stefan Löfven, tras votar en Estocolmo.

Los socialdemócratas -la fuerza que ha dominado la política sueca el último siglo, pero que parece abocada al peor resultado de su historia- son la única "garantía" para evitar que tenga influencia el SD, un partido "de extrema derecha y racista", dijo Löfven, que siguió haciendo campaña después en la periferia de Estocolmo.

Los sondeos difundidos por Radio de Suecia y los diarios "Aftonbladet" y "Svenska Dagbladet" ofrecen un panorama similar: una distancia de algo más de un punto entre el bloque gubernamental de centroizquierda y el centroderechista, y el xenófobo Demócratas de Suecia (SD) luchando con ser segundo con los conservadores. Le puede interesar: ¿Por qué aumenta en Suecia el apoyo a la extrema derecha?

Suecia, un país con una larga tradición en recibir refugiados y una población inmigrante que ronda el 20 %, ha vivido en los últimos años un cambio dramático en su política de asilo, tras el colapso en el sistema de acogida provocado por los 300.000 solicitantes que han llegado al país en los últimos cuatro años.

El Partido Socialdemócrata del primer ministro, Stefan Löfven, aparece como ganador con cerca del 25 % de los votos, las peores cifras de la historia para una fuerza que ha ganado todas las elecciones en Suecia en el último siglo y gobernado 80 años. Si se confirma ese resultado, el gobierno de coalición en minoría de Löfven con los ecologistas, apoyado por los excomunistas, tendría muy difícil continuar, una vez que la Alianza de centroderecha ha reiterado en campaña que no se abstendrá en una hipotética votación parlamentaria para aislar al SD, algo que sí hizo en 2014.

"Este es un referendo sobre bienestar y decencia en la democracia sueca. No podemos tener un partido que ataca a las minorías y a los medios con influencia decisiva ", dijo el primer ministro tras un mitin en Estocolmo en alusión al SD, una fuerza con raíces neonazis en su origen hace tres décadas, pero ahora más moderada.

Löfven habló de luchar hasta el último momento por cada voto, una idea que llevará mañana a la práctica con varios mítines en la periferia de la capital, posibilidad permitida en Suecia y que han usado en anteriores campañas otros líderes políticos. Löfven aludía al cambio de estrategia de la Alianza, que, de ceder el poder hace cuatro años al bloque minoritario con más votos para aislar a la ultraderecha, habla ahora de gobernar, aunque tenga menor respaldo que la centroizquierda, dando por hecho que el SD se abstendrá o le apoyará en una hipotética votación en el Parlamento.

"Mi único objetivo es formar un gobierno de la Alianza", indicó hoy el líder conservador y principal candidato a primer ministro, Ulf Kristersson, en una entrevista en la televisión pública SVT, después de haber votado en Strängnäs, al oeste de Estocolmo. Al igual que ha hecho en los últimos días, Kristersson no quiso especular ni con el apoyo a su partido, que podría obtener el peor resultado desde 2002, ni con la postura del SD, con el que no quiere negociar, pero cuyos votos necesita. Lea también: “El verdadero problema es la derecha populista”, Wolfgang Merkel

El dirigente del SD, Jimmie Åkesson, atacó en declaraciones a los medios, tras votar en Estocolmo, al Gobierno de Löfven por dar prioridad a la inmigración antes que al bienestar y se mostró convencido de que su partido obtendrá un buen resultado. Åkesson se negó a contestar a las preguntas de SVT, después de que la dirección del SD haya decidido boicotear a este canal, incluida la tradicional mesa redonda con todos los líderes políticos de hoy, por una polémica en un debate hace dos días en esta cadena.

Unas declaraciones de Åkesson aludiendo a que los inmigrantes no encuentran trabajo porque no son suecos y no encajan, provocó que la responsable del programa reprobara al cierre del debate al líder del SD, amparándose en el estatuto de medios públicos, que prohíbe expresiones antidemocráticas que señalen a grupos de población. SVT mantuvo su decisión tras una reunión con el SD y se negó a pedir disculpas, lo que provocó una denuncia a la Comisión de investigación para radio y televisión y el boicot de Åkesson.

Ni el bloque saliente ni la oposición "burguesa" están en posición de obtener más del 50% de los 349 escaños en juego en el Riksdag, por lo que se necesitarán días o incluso semanas de negociaciones para alcanzar una mayoría o la menos débil de las alianzas en minoría. Stefan Löfven logró mantener su gobierno minoritario hasta el final a base de alcanzar compromisos con la derecha, sobre todo en materia de política energética. 

Pero la oposición está determinada a sacarlo del poder, aunque eso dinamite el cordón de seguridad que hasta ahora evita que los Demócratas de Suecia tengan una influencia política directa. Se prevé que la extrema derecha logre unos resultados históricos, y que los votantes descontentos con la inmigración castiguen a uno de los últimos gobiernos de izquierda del continente. Le recomendamos: El Match.com de los inmigrantes en Suecia

Por -Redacción Internacional con información de agencias

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