Samia Suluhu Hassan se convierte en la primera mujer presidenta en Tanzania
Hassan alcanzó la jefatura del Estado tras la inesperada muerte esta semana del presidente John Magufuli, de la misma edad, por un padecimiento cardíaco, aunque la oposición sostiene que acabó con él el covid-19, virus cuya existencia negó en vida.
Con más de dos décadas de carrera política a sus espaldas, la vicepresidenta Samia Suluhu Hassan marcó este viernes un hito histórico al convertirse en la primera mujer que accede a la Presidencia de Tanzania. “Prometo honrar y ser fiel a la República Unida de Tanzania. Protegeré y defenderé la Constitución”, afirmó Hassan, de 61 años, al prestar juramento en una ceremonia en la State House, la residencia presidencial en Dar Es Salam, capital económica del país.
Le puede interesar: Luego de 18 días sin noticias de su presidente, Tanzania anuncia que ha muerto
“No debemos mirar al pasado, sino unirnos para construir un próspera Tanzania”, señaló la mandataria, ataviada con un vestido negro y un hiyab (velo musulmán) rojo, quien recordó a “nuestro querido presidente Magufuli”. Hassan alcanzó la jefatura del Estado tras la inesperada muerte esta semana del presidente John Magufuli, de la misma edad, por un padecimiento cardíaco, aunque la oposición sostiene que acabó con él el covid-19, virus cuya existencia negó en vida.
La Constitución estipula que, si muere el presidente, el vicepresidente debe sucederle y acabar el resto de su mandato de cinco años, por lo que la mandataria gobernará hasta 2025, pues Magufuli fue reelegido en las elecciones del pasado 28 de octubre.
Hassan, sexta persona que alcanza la Presidencia tanzana, llegó a la Vicepresidencia con Magufuli en los comicios de 2015, que ganaron como candidatos del Partido de la Revolución (CCM, por sus siglas en suajili), en el poder desde la independencia del país en 1961. Ambos fueron reelegidos para un segundo mandato en 2020, aunque ese tándem se truncó este miércoles, cuando Suluhu anunció la muerte de Magufuli.
“Constructora de consensos”
De voz suave, Hassan tiene fama de “constructora de consensos” a la hora de resolver problemas, en contraste con su antecesor y antiguo jefe, un populista impulsivo apodado “la apisonadora” que provocó críticas por su intolerancia ante la disidencia.
Le puede interesar: El silencioso infierno de estar detenido en Tanzania
Está por ver, no obstante, si ese “no debemos mirar al pasado” del discurso de investidura de la flamante presidenta implica una ruptura con Magufuli, un acérrimo negacionista de la covid-19 que se opuso a la llegada de la vacuna al país para combatir la enfermedad.
No cabe duda de que Hassan fue leal al presidente, pero no tenía miedo de actuar por su cuenta. Como prueba sirve la visita que hizo en 2017 al líder de la oposición, Tundu Lissu, en un hospital en Nairobi, después de que éste sobreviviera a un intento de asesinato. Las imágenes de la visita impactaron en Tanzania porque circulaban rumores que apuntaban a agentes estatales tanzanos como autores de esa tentativa.
“La política más subestimada de Tanzania”
El talante moderado y discreto de Hassan, conocida afectuosamente como “Mama Samia”, tratamiento que en la cultura suajili implica respeto, no debe confundirse con falta de firmeza. “Puedo parecer educada y no gritar cuando hablo, pero lo más importante es que todos entiendan qué digo y que las que cosas se hagan como yo digo”, dijo el año pasado en un discurso.
Le puede interesar: El coronavirus se extiende en África, esta es la situación
El diputado tanzano January Makamba, que trabajó con ella en la oficina del vicepresidente, la describe como “la política más subestimada de Tanzania”.
“He observado de cerca su ética de trabajo, su toma de decisiones y su temperamento. Es una líder muy capaz”, declaró Makamba recientemente a la cadena británica BBC. Hassan es la primera jefe de Estado nacida en Zanzíbar, archipiélago que integra la unión de la República de Tanzania, donde vino al mundo el 27 de enero de 1960 siendo ese territorio un sultanato.
Completó su educación secundaria en 1977 y en 1986 se graduó en el Instituto de Gestión del Desarrollo (actual Universidad de Mzumbe) con un diploma en administración pública. Entre 1992 y 1994, obtuvo en la Universidad de Manchester (Reino Unido) un diploma de posgrado en economía; y en 2015 logró su maestría en Desarrollo Económico Comunitario a través de un programa conjunto de la Universidad a Distancia de tanzania (Open University) y la británica Universidad de Southern New Hampshire.
En 2000, Hassan se postuló a un cargo público. Fue elegida como miembro especial de la Cámara de Representantes de Zanzíbar y nombrada ministra por el presidente zanzibarí Amani Karume. Era la única ministra de alto rango en el gabinete y llegó a soportar el desprecio de sus colegas masculinos debido a su género.
En 2010, entró en la Asamblea Nacional y el presidente tanzano Jakaya Kikwete la designó ministra de Estado para Asuntos de la Unión. Cuatro años más tarde, fue elegida vicepresidenta de la Asamblea Constituyente encargada de redactar la nueva constitución del país.
Ya en julio de 2015, Magufuli la eligió como compañera de fórmula para las elecciones de ese año, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar esa posición en el CCM. Posteriormente, sobresalió como la primera mujer vicepresidenta en la historia del país. Pese a llevar años en el candelero, poco se conoce de su vida privada, si bien es sabido que en 1978 se casó con el funcionario agrícola Hafidh Ameir, con quien tiene cuatro hijos.
Con más de dos décadas de carrera política a sus espaldas, la vicepresidenta Samia Suluhu Hassan marcó este viernes un hito histórico al convertirse en la primera mujer que accede a la Presidencia de Tanzania. “Prometo honrar y ser fiel a la República Unida de Tanzania. Protegeré y defenderé la Constitución”, afirmó Hassan, de 61 años, al prestar juramento en una ceremonia en la State House, la residencia presidencial en Dar Es Salam, capital económica del país.
Le puede interesar: Luego de 18 días sin noticias de su presidente, Tanzania anuncia que ha muerto
“No debemos mirar al pasado, sino unirnos para construir un próspera Tanzania”, señaló la mandataria, ataviada con un vestido negro y un hiyab (velo musulmán) rojo, quien recordó a “nuestro querido presidente Magufuli”. Hassan alcanzó la jefatura del Estado tras la inesperada muerte esta semana del presidente John Magufuli, de la misma edad, por un padecimiento cardíaco, aunque la oposición sostiene que acabó con él el covid-19, virus cuya existencia negó en vida.
La Constitución estipula que, si muere el presidente, el vicepresidente debe sucederle y acabar el resto de su mandato de cinco años, por lo que la mandataria gobernará hasta 2025, pues Magufuli fue reelegido en las elecciones del pasado 28 de octubre.
Hassan, sexta persona que alcanza la Presidencia tanzana, llegó a la Vicepresidencia con Magufuli en los comicios de 2015, que ganaron como candidatos del Partido de la Revolución (CCM, por sus siglas en suajili), en el poder desde la independencia del país en 1961. Ambos fueron reelegidos para un segundo mandato en 2020, aunque ese tándem se truncó este miércoles, cuando Suluhu anunció la muerte de Magufuli.
“Constructora de consensos”
De voz suave, Hassan tiene fama de “constructora de consensos” a la hora de resolver problemas, en contraste con su antecesor y antiguo jefe, un populista impulsivo apodado “la apisonadora” que provocó críticas por su intolerancia ante la disidencia.
Le puede interesar: El silencioso infierno de estar detenido en Tanzania
Está por ver, no obstante, si ese “no debemos mirar al pasado” del discurso de investidura de la flamante presidenta implica una ruptura con Magufuli, un acérrimo negacionista de la covid-19 que se opuso a la llegada de la vacuna al país para combatir la enfermedad.
No cabe duda de que Hassan fue leal al presidente, pero no tenía miedo de actuar por su cuenta. Como prueba sirve la visita que hizo en 2017 al líder de la oposición, Tundu Lissu, en un hospital en Nairobi, después de que éste sobreviviera a un intento de asesinato. Las imágenes de la visita impactaron en Tanzania porque circulaban rumores que apuntaban a agentes estatales tanzanos como autores de esa tentativa.
“La política más subestimada de Tanzania”
El talante moderado y discreto de Hassan, conocida afectuosamente como “Mama Samia”, tratamiento que en la cultura suajili implica respeto, no debe confundirse con falta de firmeza. “Puedo parecer educada y no gritar cuando hablo, pero lo más importante es que todos entiendan qué digo y que las que cosas se hagan como yo digo”, dijo el año pasado en un discurso.
Le puede interesar: El coronavirus se extiende en África, esta es la situación
El diputado tanzano January Makamba, que trabajó con ella en la oficina del vicepresidente, la describe como “la política más subestimada de Tanzania”.
“He observado de cerca su ética de trabajo, su toma de decisiones y su temperamento. Es una líder muy capaz”, declaró Makamba recientemente a la cadena británica BBC. Hassan es la primera jefe de Estado nacida en Zanzíbar, archipiélago que integra la unión de la República de Tanzania, donde vino al mundo el 27 de enero de 1960 siendo ese territorio un sultanato.
Completó su educación secundaria en 1977 y en 1986 se graduó en el Instituto de Gestión del Desarrollo (actual Universidad de Mzumbe) con un diploma en administración pública. Entre 1992 y 1994, obtuvo en la Universidad de Manchester (Reino Unido) un diploma de posgrado en economía; y en 2015 logró su maestría en Desarrollo Económico Comunitario a través de un programa conjunto de la Universidad a Distancia de tanzania (Open University) y la británica Universidad de Southern New Hampshire.
En 2000, Hassan se postuló a un cargo público. Fue elegida como miembro especial de la Cámara de Representantes de Zanzíbar y nombrada ministra por el presidente zanzibarí Amani Karume. Era la única ministra de alto rango en el gabinete y llegó a soportar el desprecio de sus colegas masculinos debido a su género.
En 2010, entró en la Asamblea Nacional y el presidente tanzano Jakaya Kikwete la designó ministra de Estado para Asuntos de la Unión. Cuatro años más tarde, fue elegida vicepresidenta de la Asamblea Constituyente encargada de redactar la nueva constitución del país.
Ya en julio de 2015, Magufuli la eligió como compañera de fórmula para las elecciones de ese año, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar esa posición en el CCM. Posteriormente, sobresalió como la primera mujer vicepresidenta en la historia del país. Pese a llevar años en el candelero, poco se conoce de su vida privada, si bien es sabido que en 1978 se casó con el funcionario agrícola Hafidh Ameir, con quien tiene cuatro hijos.