El servicio eléctrico ya está disponible en el oeste de la capital de Venezuela, donde se asientan los poderes públicos, y también en el acomodado este, después de un grave apagón que golpeó al país desde el lunes.
Sin embargo, la ciudad amaneció prácticamente paralizada por tercer día consecutivo, atendiendo a la suspensión general de actividades que ordenó el Gobierno de Nicolás Maduro y de la dificultad que ha presentado la población para hacer pagos usando los canales electrónicos.
(Le recomendamos: Siete claves para entender lo que pasa con la energía en Venezuela)
El Metro de Caracas, vital para la movilización de pasajeros ante el colapso del transporte público, continúa sin prestar servicio, por lo que se activó un "plan de contingencia" con autobuses que cubren sin costo las rutas de las tres líneas del subterráneo.
El despacho de combustibles en Caracas permanecía restringido durante la mañana, aunque sin las largas filas de vehículos que se apreciaron el martes y el miércoles.
Según reportes, el corte eléctrico continúa en parte de los estados occidentales de Mérida y Trujillo, y en casi la totalidad de Zulia y Táchira, dos de los territorios más golpeados por las frecuentes fallas eléctricas en el país.
(Puede leer: Nuevo apagón masivo golpea a Venezuela)
El servicio es intermitente en las regiones de Aragua, Carabobo, Vargas y Miranda, en el centro-norte de Venezuela, así como en los estados de llaneros de Guárico, Barinas y Cojedes.
De acuerdo con el Gobierno de Maduro, el fallo se produjo por un sabotaje a la central hidroeléctrica de Guri, la más importante del país, y un posterior incendio al patio de máquinas generadoras de esta instalación.
El mandatario dijo la noche del miércoles que el incendio fue causado por el ataque con fusil a uno de los generadores, y adelantó que iniciará un programa de racionamiento eléctrico.