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Siguen las tensiones en Jerusalén entre palestinos e israelíes, ¿qué está pasando?

Jerusalén ha vivido unos días de fuertes protestas entre palestinos e israelíes. Solo el viernes, 150 personas resultaron heridas en enfrentamientos entre manifestantes palestinos y policías israelíes en la Explanada de las Mezquitas, donde hoy, al menos, hay veinte personas heridas tras nuevas pugnas.

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17 de abril de 2022 - 05:04 p. m.
La policía fronteriza israelí patrulla frente a la Puerta de los Leones en la Ciudad Vieja de Jerusalén, mientras los palestinos esperan que se les permita ingresar al recinto de la mezquita de al-Aqsa, el 17 de abril de 2022.
La policía fronteriza israelí patrulla frente a la Puerta de los Leones en la Ciudad Vieja de Jerusalén, mientras los palestinos esperan que se les permita ingresar al recinto de la mezquita de al-Aqsa, el 17 de abril de 2022.
Foto: AFP - Agencia AFP
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Más de 20 personas resultaron heridas en enfrentamientos entre palestinos e israelíes en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén y sus alrededores, escenario de violentos choques desde el viernes pasado. La Explanada de las Mezquitas, también conocida como el Monte del Templo por los judíos, está situada en la Ciudad Vieja de Jerusalén Este, una zona palestina ocupada por Israel desde 1967.

“Centenares” de manifestantes palestinos empezaron a recoger piedras en la Explanada antes de la llegada de los judíos que pueden visitar este lugar, considerado como el más sagrado del judaísmo, a determinadas horas y bajo ciertas condiciones, indicó la policía.

Las fuerzas de seguridad israelíes ingresaron en la Explanada para “desalojar” a estos manifestantes y “restablecer el orden”, precisó la autoridad. Testigos y socorristas indican que una decena de palestinos resultaron heridos en los disturbios. La Media Luna palestina informó de 19 heridos palestinos, cinco de ellos llevados a hospitales locales, y precisó que algunos de ellos fueron alcanzados por disparos de balas de goma.

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Desde la toma y posterior anexión de Jerusalén Este por parte de Israel en 1967, no reconocida por la comunidad internacional, los judíos pueden entrar en la Explanada a determinadas horas, pero no rezar en ella. La oración se realiza normalmente en el Muro de las Lamentaciones, aunque desde hace años los judíos religiosos rezan en secreto en la Explanada.

Estos incidentes se producen cuando se celebran la misa de Pascua cristiana, las oraciones por Pésaj, la pascua judía y por el mes musulmán de Ramadán en la Ciudad Vieja de Jerusalén, confluencia a veces conflictiva de las tres religiones monoteístas.

Autobuses apedreados

En paralelo, en las afueras de la Ciudad Vieja, jóvenes palestinos lanzaron piedras contra autobuses que transportaban a civiles israelíes, entre los que había menores, según la policía israelí. El hospital Shaare Zedek de Jerusalén informó de siete heridos leves por el lanzamiento de piedras, mientras que la policía israelí informó de 18 detenciones.

“Al-Aqsa [nombre dado también en árabe a la Explanada de las Mezquitas] es nuestro, solamente nuestro, y los judíos no tienen absolutamente ningún derecho a este lugar”, declaró en un comunicado Ismail Haniyeh, jefe de la rama política de Hamás, movimiento islamista armado palestino que controla la franja de Gaza. Por su lado, Husein el Sheij, dirigente de la Autoridad palestina de Mahmud Abas, llamó a la comunidad internacional “a poner fin a la flagrante agresión” contra la Explanada de las Mezquitas.

En los barrios palestinos de Jerusalén, las mezquitas llamaban a los fieles a acudir a la Explanada, según periodistas de la AFP. Entretanto, en la franja de Gaza, fueron lanzados unos diez cohetes hacia el mar Mediterráneo, según medios cercanos a Hamás.

En un comunicado, el primer ministro israelí, Naftali Bennett, reafirmó que “las fuerzas de seguridad tienen carta blanca para (...) garantizar la seguridad de los ciudadanos israelíes”.

Acceso “libre”

El viernes, más de 150 personas resultaron heridas en enfrentamientos entre manifestantes palestinos y policías israelíes en la Explanada de las Mezquitas, tras semanas de tensiones por una serie de ataques antiisraelíes en la región Tel Aviv, seguidos de operaciones “contraterroristas” del Estado hebreo en Cisjordania ocupada.

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Durante esos disturbios del viernes, las fuerzas israelíes ingresaron en la mezquita Al-Aqsa, lo que suscitó un amplia condena de países musulmanes.

Jordania, que administra la Explanada de las Mezquitas, culpó a Israel de la nueva escalada de violencia. El rey Abdalá II, que se encuentra en Alemania para ser operado de una hernia discal, pidió a Israel que “ponga fin a las medidas ilegales y provocadoras que conducen a una mayor escalada” de violencia, según un comunicado del palacio real el domingo.

Desde el Vaticano, el papa Francisco abogó por un acceso “libre” a los lugares santos de Jerusalén. “Que los israelíes, los palestinos y todos los habitantes de la Ciudad Santa, junto con los peregrinos, puedan experimentar la belleza de la paz, vivir en fraternidad y acceder con libertad a los Santos Lugares, respetando mutuamente los derechos de cada uno”, dijo el sumo pontífice en la tradicional bendición “Urbi et Orbi”, desde el balcón de la Basílica de la Plaza San Pedro.

La ONU pidió una “desescalada” para evitar que las tensiones en Jerusalén se convirtieran en una guerra entre Hamás e Israel, como ocurrió el año pasado.

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