
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Wanda Vázquez, quien hasta ahora se había desempeñado como secretaria de Justicia de Puerto Rico, se juramentó el miércoles como nueva gobernadora de la isla. Su designación da cuenta de la crisis política que parece no tener fin.
Las masivas protestas de los puertorriqueños tras la filtración de unos vergonzosos chats en los que aparecían polémicas declaraciones del entonces gobernador, Ricardo Rosselló, a quien también lo persiguen los fantasmas de la corrupción, lograron lo impensable: el 4 de agosto a las cinco de la tarde se hizo efectiva su dimisión, y nombró en su lugar a Pedro Pierluisi.
(Puede leer: Ricardo Rosselló nombró a su sucesor, Pedro Pierluisi)
El anuncio lo hizo a última hora a través de un ordenamiento jurídico, en el que aseguró que “siendo nombrado en receso el secretario de Estado, Pedro Pierluisi, y adviniendo vacante la Gobernación, corresponde que este juramente como nuevo gobernador por el resto del presente término”. Así, Rosselló lo nombró con la confirmación de la Cámara de Representantes, pero no del Senado, y justificó que no requería el segundo aval basándose en una ley de 1952 que fue enmendada en 2005. Pero su jugada no resultó y cinco días después el Tribunal Supremo de Justicia declaró inconstitucional la juramentación de Pierluisi, a quien le ordenó dejar el cargo de inmediato.
(Ver más: Lo que faltaba en la crisis de Puerto Rico: nuevo gobernador debe abandonar el cargo)
Entonces, el turno fue para Wanda Vázquez, secretaria de Justicia de Puerto Rico y la siguiente en la línea de sucesión. “Nuestro ordenamiento legal impone en la Secretaría de Justicia asumir el cargo de la Gobernación de Puerto Rico, posición que estoy dispuesta a asumir con la responsabilidad y seriedad que amerita. Puerto Rico necesita certeza y estabilidad”, aseguró en un comunicado al consagrarse como la tercera gobernadora en menos de una semana. Sin embargo, Vázquez tampoco goza de popularidad entre los manifestantes, quienes, más allá de la salida de Rosselló, buscan reformar todo un régimen político.
Vázquez ya había anunciado, la semana pasada, que no estaba interesada en ser gobernadora, tras ser blanco de los manifestantes que consideran que es muy cercana a Rosselló. Y no es para menos. La nueva gobernadora, además, está siendo investigada por la Oficina de Ética Gubernamental por su negativa a indagar las irregularidades de la turbia gestión tras el paso del devastador huracán María.
(Ver más: La salida de Rosselló sólo es el principio para Puerto Rico)
Abogada, casada con el juez Jorge Díaz Reverón, Vázquez ha sido una servidora pública de larga trayectoria: inició su gestión en los años 80 trabajando en el Departamento de Vivienda. Ha pasado por el Departamento de Justicia, en el que fungió como fiscal en la división de casos de abuso doméstico y sexual, y fue directora de la Oficina de la Procuraduría de la Mujer. En 2017 fue nombrada por Rosselló como secretaria de Justicia, a pesar de estar acusada de bloquear investigaciones y otorgar contratos a dedo.
“Ha sido una figura central en los escándalos de esta administración (de Rosselló) y el más reciente no es la excepción”, asegura el columnista Jay Fonseca para el portal local Primera Hora. "También ha sido una persona que ha sido cuestionada en términos de su credibilidad y su verticalidad en distintas instancias de su trabajo como secretaria de Justicia. Es también enemiga pública del presidente del Senado, por lo que, se llega a quedar de gobernadora, creo que es muy posible que termine siendo una figura de transición", asegura por su parte Carla Minet, directora del Centro de Periodismo Investigativo de Puerto Rico.
Pese a las críticas, este miércoles Vázquez tuvo que juramentarse ante la Corte Suprema de San Juan, abriendo un nuevo capítulo en la crisis política que padece la isla. Algunos medios locales y analistas han indicado que Vázquez podría renunciar a su nuevo cargo y proponer como secretaria de Estado a Jennifer González, representante de Puerto Rico ante la Cámara de Representantes de EE. UU., que, en caso de ser refrendada por la Asamblea Legislativa, sería la cuarta gobernadora de la isla en los últimos seis días.