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El exmilitar Richard Fierro nunca pensó que debería utilizar sus habilidades de combate mientras estaba disfrutando de un show drag en un club nocturno con su familia. El sábado 19 de noviembre, mientras Fierro, su esposa, su hija y el novio de su hija celebraban un cumpleaños en “Club Q”, en Colorado Springs, ciudad de Colorado, comenzó un tiroteo que marcó la vida y la historia de todos los que estaban presentes.
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Antes de medianoche, varios disparos comenzaron a sonar en el club nocturno. Richard Fierro comentó que se arrojó al suelo una vez escuchó los disparos. “No sé exactamente qué fue lo que hice, solamente entré en modo combate. Solo sabía que tenía que matar a este hombre antes de que él nos matara a nosotros”, se lee en The New York Times.
Después de golpear el suelo, Fierro vio a un hombre armado, se lanzó hacia él y lo detuvo. “Le quité el arma de la mano y comencé a golpearlo en la cabeza, una y otra vez”. Otro hombre, identificado como Thomas James, ayudó a Fierro a detener al sujeto armado que estaba disparando en contra de las personas del club nocturno; James alejó el fusil, para que el atacante no pudiera alcanzar el arma con la que causó las muertes del club.
Fierro comentó que una mujer trans que estaba cerca ayudó a golpear al atacante con sus tacones. En medios de comunicación, Richard había reportado que una artista drag había sido quien le ayudó a detener al atacante. No obstante, una de las víctimas del tiroteo escribió en sus redes sociales que quien le había salvado la vida no era un artista drag, sino una mujer trans: “Quien salvó mi vida y pisoteó la cara del atacante no era una drag queen, ella es una mujer trans”.
The one who saved my life and stomped the shooter’s face in was not a drag queen, she is a trans woman. Let’s not call trans women drag queens during this time of grieving over a transphobic attack.
— Del Lusional (@UnluckyBanshee) November 22, 2022
Richard Fierro afirmó que en Irak y Afganistán le habían disparado, había visto cómo distintas bombas destrozaban camiones y perdió varios de sus amigos. Fierro le comentó a The New York Times que la guerra había dejado varios recuerdos en él; en medio de multitudes, no podía evitar estar nervioso. En restaurantes, se sentaba contra la pared y mirando hacia la puerta. Por mucho que intentara relajarse, en su interior siempre estaba listo para el ataque.
El novio de la hija de Fierro, Raymond Green Vance, de 22 años, es una de las cinco personas asesinadas en el tiroteo. Las otras personas que murieron por el tiroteo fueron identificadas como Kelly Loving, Daniel Aston, Derrick Rump y Ashley Paugh.
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El sospechoso culpable del tiroteo ha sido identificado como Anderson Lee Aldrich. Después del ataque y su posterior derribo, Anderson permaneció hospitalizado ayer lunes 21 de noviembre. Actualmente, enfrenta cinco cargos de asesinato y cinco cargos de delitos motivados por prejuicios, es decir, crímenes de odio.