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Si se hubiera cumplido la orden a cabalidad, la ciudad estaría en la cuenta regresiva para presenciar el fin de los tradicionales taxímetros y dar la bienvenida a la publicitada modernización tecnológica de este servicio en Bogotá. El objetivo era que a partir de la medianoche del domingo los 52.000 taxis que ruedan por la capital tuvieran instaladas las dos tabletas y la aplicación que definirá de manera anticipada el valor del servicio, teniendo en cuenta la distancia y el tiempo de recorrido. (LEA: Advierten que plazos para “taxis inteligentes” no se cumplirán)
No obstante, con la fecha límite a la vuelta de la esquina, apenas hay alrededor de 500 vehículos con el sistema instalado y, por ahora, son los únicos que pueden cobrar las nuevas tarifas. Es decir, si se quisiera cumplir el plan e instalar los equipos a los 51.500 carros que faltan, se tendrían que adecuar al menos 10 taxis por minuto de manera ininterrumpida en estos cuatro días que restan. Algo, a todas luces, imposible de cumplir.
Si bien, gran parte del gremio de taxistas están convencidos de que se deben modernizar, algo que se evidencia al conocer que el 80 % de las empresas presentaron a tiempo su plataforma tecnológica para obtener el aval de la Secretaría de Movilidad, el cuello de botella está en la instalación de los equipos debido a temas de costos, inseguridad y disponibilidad de las tabletas.
(Tabletas y plazos: problemas para modernizar los taxis)
A pesar de que la Secretaría de Movilidad dijo que este 28 de mayo era el último plazo para dar el salto tecnológico y que quien no cumpliera sería multado, el panorama no deja otro camino que prorrogar una vez más la entrada en operación de la modernización.
Por su parte, los taxistas, quienes aseguran que su situación actual financiera no les da para hacer la millonaria inversión que implica adquirir e instalar 104.000 tabletas, solicitaron formalmente prórrogas que van entre los cinco y los diez meses para completar el proceso. Su llamado ha encontrado eco en el Concejo, donde ya surgieron iniciativas para pedirle a la Secretaría de Movilidad un tiempo más prudente para adelantar la modernización.
Róger Carrillo (Partido Conservador) es uno de los cabildantes que se ha reunido con el gremio. También ha tenido encuentros con la Superintendencia de Industria y Comercio, el Instituto de Metrología Nacional, la Personería Distrital y la Procuraduría. El objetivo era dar a conocer la solicitud del gremio y sus razones. Todo terminó en una acción popular, en la que se piden medidas cautelares, mientras estudian la petición de anular los decretos y las resoluciones que sustentan los “taxis inteligentes”.
(Taxistas en Bogotá insisten en más plazo para migrar del taxímetro a tabletas)
El concejal Diego Molano (Centro Democrático) también ha participado en encuentros con el gremio y ha pedido a Movilidad una gradualidad en el cambio de modelo. “Esta es una medida polémica y muy crítica, y tiene implicaciones en las tarifas para los usuarios de este servicio, porque se puede incrementar entre 7,8 y 9 %. Hay que tener claridad sobre lo que va a pasar con la implementación, porque hay muchas quejas alrededor de los resultados obtenidos en las pruebas que se les hicieron a las aplicaciones”, agregó.
Por ahora, desde el Distrito no confirman que los plazos se ampliarán. El único que se ha manifestado al respecto es el alcalde Enrique Peñalosa, quien ayer insinuó que se podría extender el plazo para que llegue el fin de los taxímetros. En la mañana de hoy, Movilidad programó una rueda de prensa en la que el secretario Juan Pablo Bocarejo hará anuncios sobre el futuro del proceso y dará a conocer los nuevos términos de referencia para resolver las dudas de los taxistas.