Distrito y voluntarios entregan primeras ayudas a población vulnerable en Bogotá

Trabajadoras sexuales, vendedores informales y habitantes de calle, son algunas de las poblaciones más afectadas por las decisiones para evitar la transmisión del Covid-19. Aunque hace pocos días no era claro cómo serían auxiliados, entre varias entidades y espontáneos se han generado canales para entregarles mercados y otros subsidios.

Redacción Bogotá - Bogota@elespectador.com
23 de marzo de 2020 - 08:23 p. m.
Los auxilios para las trabajadoras sexuales fueron gestionados entre la Secretaría de Integración Social y el Sindicato de Trabajadoras Sexuales de Colombia.  / Cortesía.
Los auxilios para las trabajadoras sexuales fueron gestionados entre la Secretaría de Integración Social y el Sindicato de Trabajadoras Sexuales de Colombia. / Cortesía.

Por estos días, mientras millones de capitalinos están en sus casas como forma de contener la propagación del nuevo coronavirus, hay muchos otros ciudadanos con una preocupación adicional a contagiarse del Covid-19: no tener un hogar fijo o no tener los recursos para permanecer en casa por casi un mes. Se trata de la población más vulnerable, como vendedores informales, trabajadoras sexuales, habitantes de calle, beneficiarios de los comedores comunitarios, entre otros, para quienes es muy difícil cumplir con las instrucciones que dan las autoridades distritales y de sanidad. A pesar de esto, hasta hace unos días que se decretó el simulacro de aislamiento, y luego la cuarentena, era poco claro sobre cómo se iba a garantizar techo, aseo, subsidios y otras necesidades de estas poblaciones. (LEA: Covid-19: ¿Y la prevención con los que no pueden aislarse?)

Por ejemplo, una de las primeras dudas respecto al periodo de confinamiento era cómo iban a cumplirlo aquellos que cada noche improvisan un techo: los habitantes de calle. Si bien para algunos de ellos vivir en la calle es una elección, hay muchos otros que están en esta condición debido al desplazamiento, la migración, el consumo de drogas, una profunda bancarrota, entre otras.

Para esta población, no solo era un riesgo el estar todo el día a la intemperie, sino que por sus actividades (reciclar, hacer mandados, pedir limosna, etc.) estaban mucho más expuestos al contacto con otras personas y eran limitadas, por no decir imposibles, las opciones de cumplir las instrucciones de higiene.

Para garantizar que por lo menos una buena parte de los más de 9.000 sintecho que hay en la ciudad realicen el aislamiento, el Distrito dispuso para ellos refugios en los que podrán pasar el periodo de cuarentena. La Secretaría de Integración Social, entidad encargada de atender poblaciones vulnerables, adecuó 17 espacios en los que les entregan ropa, elementos de aseo y los capacitan sobre las formas de evitar el contagio del Covid-19. Sin embargo, no todos los habitantes de calle pasarán la cuarentena en dichos centros, ya que hay muchos que de forma voluntaria pueden declinar de la oferta, y la entidad no puede obligarlos a ir a los diferentes espacios .

De igual forma, si detectan que hay algún miembro de esta población con síntomas de coronavirus, o con alguna enfermedad respiratoria, desde Integración Social se activa una ruta de atención con la Secretaría de Salud, para iniciar un proceso de atención sanitaria. 

Otro grupo poblacional con altas probabilidades de contagiarse del virus es el de las trabajadoras sexuales, aunque por estos días el trabajo se desplomó debido al confinamiento. Consecuencia de esto, la mayoría de mujeres que se dedican al trabajo sexual dejaron de recibir los ingresos con los que cubrían sus necesidades básicas y, en muchos casos, las de sus familias. De acuerdo con Fidelia Suárez, líder del Sindicato de Trabajadoras Sexuales de Colombia, “la cuarentena es tenaz ya que somos el pilar de nuestros hogares. Casi todas vivimos del producido del día y hay compañeras que tienen que pagar a diario mínimo $30.000 en la habitación donde duermen”.

Por esto, Suárez gestionó ante Integración Social la entrega de ayudas, logrando no solo que les entregaran mercados a sus compañeras, sino a otras personas que la están pasando mal en estos días. En total, la entidad distrital dispuso de 4.181 paquetes alimentarios que fueron entregados a lo largo de este fin de semana. Del total de ayudas, más de 400 fueron directamente a las trabajadoras sexuales y mujeres trans que representa la líder sindical. En los mercados, que también entregaron a adultos mayores de 70 años y recicladores, había hortalizas, huevos, frutas, y granos, que según el Distrito fueron empacados con todos los protocolos que exige la emergencia sanitaria que enfrenta la capital por cuenta de la pandemia.

Otros 600 mercados fueron entregados al Instituto para la Economía Social (IPES), que luego se encargó de distribuirlos, puerta por puerta, entre los vendedores informales, otra población gravemente afectada por la situación. El director de la entidad, Libardo Asprilla, explicó que el apoyo busca mitigar las necesidades de los trabajadores autónomos durante el periodo de cuarentena (hasta abril 13) y que la prelación para entregarlos surgió de la base de datos de vendedores ambulantes.

"Tenemos un registro individual, aunque estamos en proceso de actualizar ese registro que inició la administración pasada pero que toca renovar. Es claro que ahí no están todos los vendedores informales y por eso hemos abierto las puertas para que nos remitan la información, para hacer los respectivos cruces y la caracterización, que ahora no se puede hacer en terreno por obvias razones", indicó Asprilla.

Y es que, tomando cifras del IPES, hay registros de que pueden haber unos 53.000 empleados por cuenta propia, pero apenas hay 39.000 personas caracterizadas. De ahí la importancia de completar el ejercicio de actualización de los datos, porque es una población muy dinámica. "De un dia a otro cambia la información que tenemos porque el vendedor cambia de residencia, o viven en pagadiarios, o no tienen celular o un número de contacto, así que nos corresponde movernos en esa misma dinámica", agregó el director de la entidad.

Por último, el IPES invitó a las empresas que tienen como principal fuerza de venta a los vendedores informales (Vive 100, Bonice, etc.), para que se solidaricen y se sumen a un canal institucional que abrirá el Distrito y que quedará regulado el martes mediante un decreto. También, les pidió a aquellos trabajadores que no estén registrados que envíen un correo a la dirección lnmorenom@ipes.gov.co, especificando su nombre completo, un teléfono que permita contactarlo, su dirección, barrio y localidad. También pueden incluir indicaciones de dónde ejercen las ventas y toda la información que puedan suministrar como su edad, si tiene alguna discapacidad y cuántas personas a cargo. 

En paralelo a la gestión de las entidades del Distrito, mediante varias iniciativas ciudadanas también se han organizado brigadas y colectas para entregarles mercados y otras ayudas a la población vulnerable. Por estos días, la solidaridad es una de las maneras de aplacar entre todos el impacto de esta emergencia mundial.

Por Redacción Bogotá - Bogota@elespectador.com

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