Covid-19: ¿Y la prevención con los que no pueden aislarse?

Aunque parece fácil acatar normas de autocuidado, para algunos es imposible dejar de estar en las calles o tener una higiene adecuada. Hay planes para unos grupos, mientras otros, por ahora, parece que seguirán a la deriva.

Felipe García Altamar (fgarcia@elespectador.com)
19 de marzo de 2020 - 03:39 a. m.
En Bogotá hay 9.538 sintecho, pero solo un 30 % se acogen a los programas del Distrito.  / Gustavo Torrijos - El Espectador.
En Bogotá hay 9.538 sintecho, pero solo un 30 % se acogen a los programas del Distrito. / Gustavo Torrijos - El Espectador.

El Covid-19 es una realidad en el país y lo más importante es evitar que se siga propagando. En Bogotá, donde se registran la mayoría de casos, a diario se extreman las medidas, siendo las más importantes el distanciamiento social y el permanente lavado de manos. Aunque parecen elementales para buena parte de la ciudadanía, que trasladó o está en proceso de llevar sus actividades laborales a casa, hay grupos poblacionales para los que es imposible cumplir con el aislamiento y las recomendaciones de higiene. ¿Cómo evitar que se contagien y que sean potenciales transmisores del virus?

Mientras pasan los días y se confirma la propagación del virus en la capital, sus calles lucen más solas. Ya no hay estudiantes de colegios ni universidades y varias empresas adoptan el teletrabajo. Otros, como conductores, vendedores informales, trabajadores de la cadena de abastecimiento de alimentos, habitantes de calle y trabajadoras sexuales, siguen expuestos a un posible contagio. Su situación es más compleja, ya que muchos de ellos, con lo que producen a diario, pagan su alimentación y un techo para pasar la noche.

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Un ejemplo de esta preocupación la plantea el representante a la Cámara por Bogotá, Inti Asprilla (Alianza Verde), quien considera que si bien las medidas de aislamiento se han reforzado, solo se han enfocado en el sector empresarial. “Es momento de que empiecen a plantearse soluciones para personas que viven de la informalidad, que si no salen a trabajar no tienen cómo asegurar su alimentación. Muchos están desesperados y para quedarse en las casas mínimo deberían tener garantizada una ayuda económica, o en comida”.

Para el sacerdote Gabriel Gutiérrez, de la Fundación Callejeros de la Misericordia, esta problemática va a extenderse a todos aquellos para los que no aplican los protocolos de higiene de las autoridades sanitarias. “Hay artistas callejeros, migrantes, trabajadoras sexuales, cachivacheros y habitantes de calle que viven del rebusque y se les están pidiendo trabajar desde la casa y que se laven las manos. Muchos viven con lo del día y duermen en pagadiarios que, por cierto, pueden ser focos de contaminación”.

Las inquietudes del conocido como fray Ñero, por su cercanía con los habitantes de calle, tienen que ver con que los sintecho suelen reunirse a consumir drogas y ahí comparten pipas, cigarrillos y otros elementos, además del riesgo para los recicladores que todo el día están escudriñando en la basura. También, que en las zonas de tolerancia “no existe alarma alguna por el coronavirus”, y por estos días no hay policías ni personal de salud informando lo que ocurre en la ciudad. “Para esta población su vida debe continuar, porque lo que hagan en el día es para cubrir su noche y deben salir a rebuscar”, remata.

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El riesgo para estas mujeres es real. Fidelia Suárez, quien lidera el Sindicato de Trabajadoras Sexuales de Colombia, confiesa que estos días han sido difíciles porque la clientela ha disminuido y aparte tienen poca información sobre el virus. Mucho menos las han tenido en cuenta para planes de prevención. “Nosotras mismas estamos alertando a las compañeras sobre el riesgo y que hay que guardar cuarentena, pero es tenaz ya que somos el pilar de nuestros hogares y vivimos de lo que logramos producir en el día”.

Algunas soluciones

Para las poblaciones de riesgo, ante la propagación del Covid-19, hay algunas respuestas, pero siguen los vacíos en muchos casos. Para los vendedores ambulantes se han planteado medidas como evitar la cercanía con los clientes y tratar de reducir la aglomeración en ciertos corredores. Libardo Asprilla, director del Instituto para la Economía Social (IPES), afirma que “la recomendación es no ubicarse a menos a dos metros del cliente y, por ejemplo, los domingos está restringida la ubicación sobre la Séptima, porque hay muchos caminantes y una ciclorruta: un caldo de cultivo para el virus”.

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Asprilla afirma que la entidad analiza otras medidas para restringir la aglomeración y reconoce que sin duda habrá afectación para muchos comerciantes informales. “Todos nos tenemos que sacrificar, pero, junto con la Secretaría de Desarrollo Económico, gestionamos alternativas para garantizar el mínimo vital de los vendedores, atendiendo a la valoración por el grado de vulnerabilidad”.

Sobre los trabajadores de las plazas de mercado, Asprilla afirmó que en las 19 que hay se han tomado medidas como reforzar la limpieza e instalar lavamanos para clientes y operarios. Por ahora, los horarios se mantienen, pero no descartan modificaciones.

Por otra parte, en lo referente a los habitantes de calle, la secretaria de Integración Social, Xinia Navarro, afirmó que es una población que siempre ha estado en alerta amarilla por las distintas enfermedades que adquieren al estar expuestos en la calle. “Nuestro equipo está preparado para asumir esta alerta y ahora debemos explicársela a ellos mediante diferentes estrategias de comunicación. Nos estamos apoyando en organizaciones que trabajan con esta población y estamos organizando lugares de aislamiento social”.

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Según Navarro, estos espacios estarán disponibles para los sintecho que deseen asearse y estar confinados en un espacio. Habrá atención para aquellos que presenten algún tipo de síntoma o requieran aislamiento. Por último, respecto a otras poblaciones vulnerables como la tercera edad, la funcionaria aseguró que los centros día y noche seguirán funcionando, pero pidió a quienes puedan estar en sus casas que se abstengan de ir, mientras dura la emergencia. Por ahora, el gran pendiente está en la prevención para trabajadoras sexuales, pues ninguna entidad tiene medidas al respecto.

El simulacro anunciado para el fin de semana seguramente servirá para revelar la población con la que tendrán que tomar medidas especiales. La ciudad está en alerta, el virus está circulando y en este momento la prioridad es impedir que se acelere su contagio. Para esto, es importante que la prevención colectiva incluya a todos los ciudadanos, pues la idea es que todos estén dispuestos a poner de su parte para reducir la velocidad de la transmisión del virus.

Por Felipe García Altamar (fgarcia@elespectador.com)

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