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Finalizando 2019, este medio publicó un informe sobre la gestión de Enrique Peñalosa en materia de seguridad. La gran conclusión fue que disminuyeron los homicidios pero aumentaron los hurtos.
El experto en esta materia, Johan Avendaño, dijo en su momento que el exalcalde se rajó, pues tuvo picos muy altos en delitos contra el patrimonio y la percepción de inseguridad continúa siendo alta, sobre todo en espacios de aglomeración como parques y Transmilenio. “Entonces, aunque había gran expectativa al inicio de su mandato, no fueron tantos los logros”, analizó.
No obstante, hay que reconocer que bajo el mandato de Peñalosa se creó la Secretaría Distrital de Seguridad, disminuyeron las lesiones personales, el hurto de celulares y las riñas.
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Este miércoles la Cámara de Comercio de Bogotá publicó una encuesta que puede ampliar este panorama. En ella, por ejemplo, se indica que la percepción se inseguridad disminuyó durante el segundo semestre de 2019. Al comparar este periodo de tiempo con el mismo de 2018 se evidenció una caída de tres puntos porcentuales al pasar de 61 % a 58 %. Evidentemente continúa siendo una cifra alta, en la que la administración de Claudia López tendrá que trabajar.
Hay que entender que estos datos reflejan el segundo semestre de 2019, por lo que estas cifras nada tienen que ver con la situación por la que atraviesa la capital producto de la pandemia.
En lo que hubo una desmejoría fue el porcentaje de bogotanos que considera seguro el barrio en el que vive. Durante el segundo semestre 2018, el 44 % de los consultados dijo sentirse seguro, mientras que en el segundo bloque de 2019 la cifra bajó a 41 %, la cifra más baja en los últimos cuatro años.
El listado de los lugares que los bogotanos consideran como los más inseguros está liderado por las calles (35 %), seguido por los puentes peatonales (23 %), potreros (11 %) y parques (9%). Los que se consideran menos inseguros son ciclovías (2 %), Puentes vehiculares (3 %) y ciclorutas (4 %).
Transmilenio continúa siendo considerado inseguro por la mayoría de ciudadanos. El 55 % así lo cree, mientras que el 26 % lo califica como muy inseguro, el 12 % como seguro, el 6 % no está seguro y el 1 % cree que es muy seguro.
Las razones por las que los ciudadanos creen que es un sistema inseguro obedecen a temas de hurto (atraco, cosquilleo, raponazo), las aglomeraciones que se forman, la presencia de habitantes de calle y vendedores informales, y la capacidad de respuesta de las autoridades.
El hurto a personas es el delito que más sufren los bogotanos (57 %). A este los siguen violencia contra la mujer (7 %), lesiones personales (6 %), vandalismo (5 %) y robo de bicicleta (4 %).
Otra cifra interesante es la del número de personas, de cada 1.000, que ha sido víctima de hurto. La encuesta muestra que en esta materia Bogotá tuvo una mejoría, pues el último semestre de 2018 la relación fue de 141 personas por cada 1.000, en el último semestre de 2019 el número fue de 129 por cada 1.000.
Los elementos más hurtados en la capital son los celulares 36 %, el dinero 23 %, las billeteras 16 %, los documentos 13 %, las bicicletas ( 5 %), los computadores y las tablet (2 %). Los elementos que más emplearon los agresores fueron las armas blancas 43 % y las armas de fuego 13 %. El resto del porcentaje se reparte en objetos contundentes como palos y piedras, y el forcejeo.
En Bogotá continúa siendo percibida como insegura, mayoritariamente, por las mujeres. El 63 % de estas cree que la inseguridad ha aumentado, mientras que el 53 de los hombres considera lo mismo.
En los barrios la situación es diferente, el 58 % de estas considera que es inseguro, frente a un 59 % de los hombres. En Transmilenio la percepción es repartida, 55 % para cada uno.
No obstante, las denuncias mostraron un aumento de tres puntos porcentuales al ir del 41 % en 2018 a 44 % en 2019. Pero esto contrasta con la calificación que la ciudadanía le da al servicio policial, ya que solo el 29 % de la población que ha acudido ante estos profesionales dice que la atención de recibió fue buena. Durate el segundo semestre de 2018 esto lo pensaba el 36 % de los ciudadanos. La tendencia a la caída en este indicador comenzó el segundo semestre de 2017, para entonces el 46 % de las personas calificaba favorablemente este servicio.
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