Las consecuencias de cancelar la temporada taurina en Bogotá

Archivo El Espectador

En medio del debate que se ha generado esta semana, por la presencia de personas alicoradas y el ingreso de estas bebidas a la primera jornada de la temporada taurina en Bogotá, el contralor distrital, Juan Carlos Granados, advirtió que cancelar el evento solo podría generar un detrimento patrimonial para la ciudad. 

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Granados señaló que la responsabilidad de la Personería Distrital debe ser investigar y sancionar, si se haya responsable, a la persona, identificada como contratista del Distrito, que fue grabada en estado de alicoramiento dentro de la Plaza.

"Pero usar este hecho como causal para la terminación unilateral de un contrato podría entenderse como alegar la culpa propia del Distrito o uno de sus agentes y a la postre generar un detrimento patrimonial que tendría que ser cubierto por los funcionarios que sugieren esta terminación", manifestó el contralor. 

La Personería Distrital solicitó la cancelación del evento al considerar que se vulneró el acuerdo pactado, en el que se restringía el consumo del alcohol al interior y a las afueras de la plaza de toros de La Santamaría, en cumplimiento con lo consignado en el Código de Policía. 

Esto se evidenciaría en dos videos en los que se ve como un funcionario, el administrador de la plaza, se encuentra en estado de embriaguez, mientras que en el otro se ve a dos personas ingiriendo de una bota algo parecido a alcohol. 

Sumado a esto, el ente de control distrital afirma que los controles para ingresar al evento fueron muy blandos, aún cuando se había solicitado controles exhaustivos para evitar el consumo de licor durante el evento.