Llueve, pero las autoridades hacen un llamado a la calma

Aunque aumentó el caudal en las cuencas del río Bogotá, las autoridades piden tranquilidad, sobre todo en la capital, donde el nivel es normal. En Cundinamarca pasa lo contrario: hay 19 municipios en emergencia.

Redacción Bogotá
16 de mayo de 2017 - 02:31 a. m.
La lluvias, que ya han dejado más de 200 familias damnificadas en Bogotá, se extenderán hasta mediados de junio. / Cristian Garavito
La lluvias, que ya han dejado más de 200 familias damnificadas en Bogotá, se extenderán hasta mediados de junio. / Cristian Garavito

El fin de semana dejó con preocupación a la mayoría de habitantes de Bogotá y Cundinamarca. No es para menos: llovió tanto que el caudal del río Bogotá aumentó considerablemente, en especial en las cuencas media y baja. Mientras en el departamento se declararon 19 municipios en emergencia, en Bogotá los caños estuvieron a punto de rebosarse, se inundó el recién inaugurado deprimido de la 94 y hubo encharcamientos en barrios de Bosa y Tunjuelito. (Lea:  Al menos 29.000 bogotanos amanecieron sin luz por lluvias)

Si bien el panorama fue caótico y las lluvias de este lunes revivieron la zozobra en algunos barrios de la ciudad, las autoridades insisten en que no se puede hablar de inundación por desbordamiento de afluentes. Agregan que, por lo menos en la ciudad, hay que mantener la calma, pues los caudales aún no superan su capacidad y están lejos de hacerlo, porque el río Bogotá tiene un cauce con una capacidad hidráulica ampliada y es muy difícil que se desborde.

Richard Vargas, director del Instituto Distrital de Gestión del Riesgo y Cambio Climático (Idiger), afirmó que lo que ocurrió el domingo sólo fueron encharcamientos: “El río Tunjuelo no se desbordó y, gracias a los trabajos hidráulicos que se han realizado, no lo hará. Allí hay un control de crecientes y en su recorrido tiene unas zonas de amortiguamiento que permiten acumular más agua. Podríamos decir que están descartados los desbordamientos de los cauces”.

Aunque reconoció que los caños estuvieron a tope, agregó que están diseñados para que no se desborden, a pesar de los inusuales aguaceros, como el del domingo. “Ese día, en la localidad de Chapinero, llovió una tercera parte de toda el agua que cayó en abril. A pesar de esa situación, los ríos aguantaron”.

Vargas reiteró que lo barrios con encharcamientos tienen problemas en su alcantarillado, porque los sumideros estaban tapados con residuos. Y aprovechó para pedirle a la ciudadanía que no bote basura a las calles y solicitó a las autoridades una limpieza en canales, quebradas y sistemas de drenaje.

“La tarea de limpiar estas zonas la adelantamos desde febrero, pero necesitamos la ayuda de la gente para que el agua pueda llegar hasta el río por el desagüe. De todas formas, si se presentan problemas, hay que llamar a emergencias para que nosotros podamos atender a los damnificados. Ya les hemos prestado ayuda humanitaria a todos los afectados”, puntualizó el director del Idiger.

De hecho, el Acueducto de Bogotá denunció que ha retirado más de 20.000 toneladas de basuras y escombros de los alcantarillados. Según la entidad, los lugares más perjudicados con esto son los sótanos y por eso les pide a los administradores que incluyan dentro de sus actividades la inspección de los equipos eyectores de estos sitios.

Cuando se le preguntó por las zonas de riesgo, Vargas dijo que están “en cualquier parte de la ciudad que tenga sumideros obstruidos por residuos sólidos”. De todas formas, hizo un llamado a todas las localidades que están en el occidente de la ciudad, cerca del río Bogotá, como Fontibón, Bosa, Kennedy, Engativá, Suba y Ciudad Bolívar.

El Acueducto de Bogotá y el Idiger continuarán con el monitoreo a través de 14 estaciones hidrológicas, que miden en tiempo real las variaciones del nivel de los ríos que recorren la ciudad.

Cundinamarca

La situación crítica se vive en los municipios de Tocancipá, donde se desbordaron las quebradas La Esmeralda y Los Manzanos, que dejó como resultado varias familias afectadas; Sopó, donde se presentó un deslizamiento en la vereda Bellavista, que no dejó víctimas ni daños; Puerto Salgar, donde se desbordó el río Magdalena y quedaron decenas de damnificados, y Quetame, donde una avalancha derribó dos puentes vehiculares y uno peatonal, dejando al municipio incomunicado y sin agua.

Por esta situación, la Dirección de Emergencias de Cundinamarca declaró en emergencia a 19 municipios: Puerto Salgar, Guaduas, Silvania, Quetame, Caparrapí, Pacho, Topaipí, La Peña, La Palma, La Calera, Gachetá, Medina, Paratebueno, Guayabetal, Ubaque, Fómeque, Beltrán, Ubalá y Fusagasugá. Aunque en la noche del domingo cesaron las lluvias, aún persisten los niveles elevados en las inmediaciones de estos municipios.

Por otro lado, la Corporación Autónoma Regional (CAR) advirtió a los municipios de Funza y Soacha, para que monitoreen constantemente los niveles del río Bogotá. También llamó la atención de todos los Comités de Gestión del Riesgo del departamento para que se mantengan alertas.

“Es importante no bajar la guardia y debemos estar atentos al incremento de los afluentes de cada uno de los municipios del departamento, especialmente aquellos que se encuentran en la cuenca media y baja del río Bogotá”, expresó Néstor Guillermo Franco González, director general de la CAR.

El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) afirma que las lluvias se mantendrán hasta mediados de junio. Sin embargo, los pronósticos advierten que habrá una disminución en las precipitaciones en las últimas semanas de mayo. De todas maneras, piden estar preparados para cualquier eventualidad como la que vivieron Bogotá y Cundinamarca el fin de semana.

Balance del fin de semana 

La peor situación en la capital se vivió en el sur de la ciudad. Allí estuvieron los verdaderos damnificados. A más de 200 familias de las localidades de Tunjuelito y Bosa se les entró el agua a sus viviendas y 29.000 personas pasaron la noche sin luz. Los barrios Isla de Sol, Nuevo Muzú y José Antonio Galán fueron los más afectados. Algunos perdieron todos sus enseres.

En el caso de la inundación del deprimido de la 94, Yaneth Mantilla, directora del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), aseguró que se debió a un “error humano”, pues un empleado no encendió a tiempo la planta eléctrica que pone en marcha las bombas que evacúan el agua. Y no lo hizo, porque se fue a atender una inundación en su casa. (Lea: Se inundó el deprimido de la 94 con NQS en Bogotá)

Mantilla manifestó que el contratista deberá responder administrativa, civil y penalmente, y tendrá que pagar por los daños ocasionados a los vehículos perjudicados. Asimismo, explicó que la empresa debe entregar esta semana la operación al Acueducto de Bogotá, luego de que termine la obra, a la que le falta la instalación de la planta eléctrica.

Aunque sabe que este episodio es inaceptable, resaltó que en 15 minutos se superó el inconveniente. Ante el hecho, el Concejo de Bogotá citó a la funcionaria para que explique lo sucedido. 

Recomendaciones

- No arrojar basuras, desperdicios o escombros a canales, quebradas o ríos.
- Tenga siempre un kit de emergencia familiar: silbato, agua, linterna, radio, botiquín, alimentos, ropa, agua, plástico.
- Los edificios deben tener un sistema de bombeo en perfecto estado para drenar aguas lluvias hacia el alcantarillado.
- Mantener limpias las rejillas que drenan los garajes.
- Los tubos de las fachadas de las casas deben permanecer libres de basuras y de objetos sólidos.
- Los tejados y cubiertas de su casa podrían caer por efecto de las lluvias o del granizo. Verifique que estén en buen estado. ¡Asegúrelos!
- Si en su casa hay árboles, corte las ramas que estén sobre el techo de la vivienda.
- Mantenga los sifones con su respectiva rejilla.
- Saque la basura en horarios establecidos y déjela dispuesta en bolsas bien cerradas.
- Observe el nivel de los Ríos y Quebradas, avise a las autoridades a través de la línea 123 en caso de represamiento o aumento de los niveles.
- Siga las recomendaciones de las entidades de emergencias (por ejemplo, en caso de evacuación).
- Observe si hay presencia de grietas en rocas, suelos y viviendas y dé aviso a las autoridades.
- Revise si hay elementos desplazados de su lugar original, como postes, árboles, cercas o muros. Puede ser indicio de una emergencia.
- En caso de tormenta eléctrica manténgase en lugares seguros (evite terrazas, zonas al aire libre, árboles, torres metálicas, carpas, otros) y apague los equipos electrónicos.
- En caso de fuertes vientos, aléjese de cables, árboles y postes de energía.
 

Por Redacción Bogotá

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