¿Qué tan seguras son nuestras edificaciones?

La orden de evacuación de 16 familias por fallas estructurales de un edificio en Suba obliga a cuestionar si en la ciudad se podrían presentar desplomes de estructuras como en Medellín y Cartagena. Distrito pide a la ciudadanía que reporte riesgos en sus viviendas, y a los constructores, cumplir las normas.

Felipe García Altamar / fgarcia@elespectador.com / @FelipeAltamar
05 de marzo de 2018 - 03:03 a. m.
En los últimos tres años han aumentado las solicitudes de evaluación y las actas de evacuación emitidas por el Instituto Distrital de Gestión de Riesgos (Idiger). / Archivo El Espectador.
En los últimos tres años han aumentado las solicitudes de evaluación y las actas de evacuación emitidas por el Instituto Distrital de Gestión de Riesgos (Idiger). / Archivo El Espectador.

La alerta por el estado de las construcciones del país se activó con el desplome de un edificio en el barrio El Poblado de Medellín en 2013. Cuatro años después, y luego del derrumbe de una edificación en construcción en el barrio Blas de Lezo en Cartagena, se conoció que esa ciudad tiene al menos 100 edificios en riesgo de colapso. Si bien en Bogotá no se ha presentado una situación similar, casos como la evacuación que debieron hacer 16 familias residentes en un edificio del barrio Niza IX, en la localidad de Suba, ponen sobre la mesa algunas preguntas: ¿qué tantas fallas estructurales tienen los edificios de la ciudad? ¿Alguno se podría derrumbar? ¿Qué hago si en mi edificio hay agrietamientos? (LEA: Por riesgo de colapso 16 familias deberán evacuar conjunto residencial)

En los últimos tres años, según el Instituto Distrital de Gestión de Riesgos (Idiger), han aumentado las solicitudes de evaluación y las actas de evacuación emitidas por la entidad. Entre 2015 y 2017, ciudadanos de 957 barrios le hicieron al Idiger 2.363 solicitudes para que sus técnicos evaluaran el estado de su edificios.

Sólo en 2017, y como resultado de dichas revisiones, la entidad emitió 352 actas de evacuación, similares a la que debió formular en el caso de la urbanización de Niza IX. La cifra llama la atención si se compara con el número de actas de evacuación de años anteriores, pues se evidencia un aumento: en 2016, el Idiger ordenó 274 evacuaciones, mientras que en 2015 emitió 249. Las restricciones para el uso de inmuebles también ha venido creciendo: el año anterior se emitieron 318 actas, mientras en 2016 fueron 308 y en 2015 fueron 199.

Estas disposiciones no implican que todos los edificios tengan fallas en su estructura. Así lo explica el director del Idiger, Richard Vargas, quien señala cómo opera la entidad en estos casos: “Las solicitudes han aumentado por requerimientos de la comunidad. Aunque recibimos y atendimos 2.363 peticiones, no quiere decir que todas tengan riesgo de colapso. Para cada caso se establecen recomendaciones, dependiendo de los daños encontrados, que pueden ir desde mantenimientos y reparaciones hasta la notificación de evacuación”.

Suba, Usaquén y Ciudad Bolívar son las localidades que han recibido la mayor cantidad de visitas para revisar las estructuras. Pese a esto, Santa Fe es la localidad donde hay más edificios en alto riesgo, con 13 reportes de estructuras con amenaza de ruina, de los 68 conceptos técnicos que se emitieron en 2017. Luego son Los Mártires, con siete; Teusaquillo, con seis, y La Candelaria, con cinco, las localidades donde hay más edificios con riesgo de colapso.

Estas zonas han encabezado históricamente el escalafón de mayores riesgos en sus edificios. Y eso tiene explicación en que allí se encuentran muchas viviendas antiguas y en la cercanía a los cerros (según un estudio de la U. de los Andes e Ingeominas, un sismo de magnitud moderada dañaría gravemente la zona ubicada en las cercanías de los cerros). Además, de acuerdo con el Índice de Riesgo por Sismo, las localidades más vulnerables son La Candelaria, Santa Fe y Los Mártires. A esto se suma que Bogotá, según el Reglamento de Construcción Sismorresistente, está en una zona de amenaza sísmica intermedia, lo que implica que, en caso de un movimiento telúrico, las edificaciones de estas localidades estarían en grave riesgo.

En el Concejo hay voces que piden al Distrito reforzar los requisitos a las empresas constructoras. El concejal Rolando González afirma que “es necesario que, antes de la expedición de licencias de urbanismo, se presenten al Idiger los estudios para verificar las condiciones del terreno. Así impediremos obras en zonas de riesgo”.

El Distrito reconoce el aumento en las alertas y hace un llamado a los constructores para que cumplan las normas de sismorresistencia (NSR). “Esto reducirá los riesgos de que ocurran casos como los presentados en Medellín y Cartagena. Toda construcción debe cumplir con las NSR, para reducir los posibles impactos de un evento sísmico”, dijo el director del Idiger. Y agregó: “Los ciudadanos que evidencien fallas estructurales en sus edificios pueden solicitar a través de un oficio la visita de nuestros profesionales de Idiger”.

Por Felipe García Altamar / fgarcia@elespectador.com / @FelipeAltamar

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