El Magazín Cultural

A veces llegan libros (y V)

Esta frase la encontré en el libro "El fútbol en boca de todos", de Javier Borda Díaz. La cito porque se trata de la voz de una mujer, madre adolorida, quien hace alusión a la autorización que les dio a los compañeros de su hijo para que llevaran el cadáver al estadio General Santander so pretexto de que era la voluntad de su hijo.

Juan Carlos Rodas Montoya
08 de octubre de 2019 - 08:24 p. m.
Megan Rapinoe, jugadora de la selección de los Estados Unidos, la primera en anotar un gol olímpico en unos Juegos Olímpicos.  / Cortesía
Megan Rapinoe, jugadora de la selección de los Estados Unidos, la primera en anotar un gol olímpico en unos Juegos Olímpicos. / Cortesía

Acepté llevar a mi hijo en ataúd al estadio porque fue su deseo.

Él quería que así fuera su despedida y lo acepté.

Yamile, madre de Christopher Alexander Sanguino, colombiano de 17 años, asesinado mientras jugaba fútbol.

A veces llegan libros de mujeres, como sus voces, para denunciar las críticas situaciones históricas en las que han vivido. Perder un hijo en pleno partido parece una broma de la existencia. Otras mujeres han dedicado su vida al fútbol, pero, paradójicamente, viven en un anonimato incomprensible porque no hay medios de comunicación que transmitan fútbol las 24 horas del día, fenómeno “natural” en el fútbol masculino. Un ejemplo: Megan Rapione, de Estados Unidos, es la primera jugadora de fútbol, femenino y masculino, en marcar un gol olímpico en los Juegos Olímpicos. Una marca que recordamos por el gol olímpico de Marcos Coll en el Mundial de Chile en 1962.

Si está interesado en leer la columna que antecede a esta, ingrese acá: A veces llegan libros (IV)

Megan Rapione es una defensora de numerosas organizaciones y activista por la igualdad de trato y la visibilidad del fútbol femenino. Hace poco prometió no asistir a la Casa Blanca si Estados Unidos ganaba el Campeonato de fútbol femenino. Además, en el partido contra España, no entonó las letras del Himno de su país. De otra parte, se han hecho múltiples escalafones de los mejores jugadores de fútbol masculino y, difícilmente, se conoce sobre esta misma clasificación en el mundo del fútbol femenino, a menos que hagamos alusión a los últimos cinco años. Un listado que puede ser relativo, pero que sirve para reconocer a estas mujeres que se dedicaron al juego del balón, a pesar de las adversidades de la cultura: Jennifer Hermoso, Nadine Angerer, Lieke Martens, Homare Sawa, Abby Wambach, Carli Lloyd, Alex Morgan y Marta. Y, en Colombia, tenemos a Hazleydi Yoreli Rincón Torres.

Si le interesa leer otra de las columnas de esta serie, ingrese acá: A veces llegan libros (III)

Posiblemente no coincidamos, pero resulta asombroso conocer las historias de cada una de ellas para que conozcamos de sus complejidades, dramas y tragedias que han vivido para conquistar el lugar al que han llegado. Hay libros que se dedican a resaltar valores, estéticas, principios, ideologías y mentalidades sobre lo que acontece en 90 minutos en un partido de fútbol femenino, al que, de a poco, se acercan políticos, publicistas, medios de comunicación y agentes deportivos. A veces llegan libros que no hacen apología de los monumentales cuerpos de las futbolistas sino de sus habilidades para hacer goles al aire, túneles a la existencia, chanfles a la injusticia y gambetas a la muerte. Hay libros que hay que leer para conocer el espíritu aguerrido y luchador de las mujeres.  

rayuela138@hotmail.com

 

Por Juan Carlos Rodas Montoya

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