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Vacuna para covid podría empeorar divisiones sociales

El primer problema será cómo responderán las personas en el transcurso de los próximos meses. La lógica simple sugiere que a falta de una buena vacuna, hay que ser mucho más cuidadoso.

15 de noviembre de 2020 - 05:54 p. m.
La vacuna contra el Covid-19 acrecenterá la diferencia entre clases sociales.
La vacuna contra el Covid-19 acrecenterá la diferencia entre clases sociales.
Foto: Agencia Bloomberg

La vacuna de Pfizer, junto con sus probables sucesoras, es algo muy bueno para el mundo. Sin embargo, también es probable que nos cambie de alguna manera inquietante, segregando a la sociedad de manera más estricta en respuestas racionales e irracionales, especialmente a corto plazo.

El primer problema será cómo responderán las personas en el transcurso de los próximos meses. La lógica simple sugiere que a falta de una buena vacuna, hay que ser mucho más cuidadoso. En lugar de posponer esas vacaciones indefinidamente, solo espere hasta que se vacune, posiblemente el próximo verano. En teoría, debería ser un ajuste más fácil, como indica lo que los economistas llaman “sustitución intertemporal”: esperar un tiempo corto es más fácil y menos costoso que esperar un tiempo prolongado.

Muchas personas se comportarán de esa manera racional. Pero muchas tomarán más riesgos. A medida que la perspectiva después del covid se vuelva más vívida, las tentaciones de salir y socializar ahora se volverán más poderosas. Una vez que las personas comiencen a pensar en la inminente perspectiva de la fiesta y la buena comida, les resultará más difícil resistirse a la idea de seguir adelante ahora, a pesar del mayor riesgo. La anticipación ocasionada por una vacuna podría tener algunos efectos contraintuitivos y negativos.

(De interés: Pfizer afirma que su vacuna contra el Covid-19 es “eficaz en un 90%”)

Por supuesto, algunas personas verdaderamente racionales y con visión de futuro se darán cuenta de que algunos de sus amigos y contactos se comportarán de esta manera menos responsable. Los más racionales entre nosotros tendrán mayor cuidado en evitar a aquellos en quienes no confían, así como a aquellos que tienen trabajos de servicio de primera línea y, por lo tanto, no pueden evitar el contacto con estas personas menos responsables. Los racionales se cubrirán más, sobre todo de extraños e irracionales conocidos.

Otra posibilidad es que las normas de desprecio social se debiliten y la confusión reine por un tiempo. Actualmente, si sale de compras sin tapabocas o acapara la mitad del camino para trotar en el parque, se le pedirá que se vaya o lo verán mal. Estas son reacciones sociales saludables que ayudan a mantener el virus bajo control.

¿Seguirá siendo así una vez que el 10% o el 20% de la población haya sido vacunada? Además, para entonces, un porcentaje más alto de la población ya habrá tenido covid-19. Se podría imaginar que, para febrero o marzo, entre el 30% y el 40% de la población estadounidense habrá tenido covid (una forma de vacunación, aunque peligrosa) o habrá recibido una vacuna adecuada. Muchos de ellos se quitarán los tapabocas en los espacios públicos.

¿Se seguirá inclinando a mirar mal a los que no usan tapabocas? Su comportamiento podría ser correcto y no representar un riesgo para los demás o para usted. Y los vacunados serán menos propensos a mirar mal a quienes no usen tapabocas, porque personalmente no se sentirán tan amenazados.

En otras palabras, algunas normas muy útiles pueden terminar siendo más débiles durante la fase de transición. Las personas que permanezcan sin vacunar y son vulnerables pueden enfrentar temporalmente riesgos más bien altos.

¿O qué pasa si tres familiares o amigos vacunados proponen ir al cine con una cuarta persona no vacunada? ¿Va a decir tan fácilmente que no? La posibilidad de tales situaciones, el temor a lo desconocido, hará que las personas racionales y no vacunadas estén más decididas a limitar sus interacciones sociales, al menos por un tiempo.

Estas formas de segregación se verán reforzadas por la economía de la vacuna. La vacuna de Pfizer requiere un almacenamiento en frío extremo a aproximadamente menos 70 grados centígrados. Muchos hospitales rurales no pueden pagar ese gasto, y muchas comunidades recibirán la vacuna mucho más lentamente. El covid-19 podría persistir como un fenómeno en gran parte del territorio rural.

(Más información: Colombia está negociando vacuna con Pfizer y dos farmacéuticas más)

¿O qué tal colegios y universidades? Los estudiantes deben regresar a sus campus y exigirán que todos los estudiantes, los profesores y el personal sean vacunados, y también pueden ayudar a suministrar la vacuna. Por lo tanto, se formará una división de vacunación entre los jóvenes educados y los no educados. Y dado que es probable que ninguna vacuna sea 100% efectiva, muchas personas educadas seguirán siendo reacias al riesgo y evitarán el contacto con personas de áreas rurales, de bajos ingresos y menos educadas.

Casi sobra decir, por supuesto, que una población parcialmente vacunada es mucho mejor que ninguna vacuna. Entonces la celebración es completamente apropiada. Pero en el camino vamos a enfrentar un nuevo conjunto de problemas, y este es el momento de comenzar a pensar en ellos.

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-(-)15 de noviembre de 2020 - 11:19 p. m.
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