Entienda el caos del gabinete de Trump en cinco renuncias clave

Con una tasa de deserción del 34%, el gobierno Trump superó las cifras de Ronald Reagan, quien tenía el récord de la presidencia con más renuncias.

-Redacción Internacional
07 de marzo de 2018 - 09:41 p. m.
EFE
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Nadie le contó a Gary Cohn que el presidente Trump planeaba imponer nuevos impuestos a las importaciones de acero y aluminio. Esa habría sido la gota que rebosó el vaso y provocó la renuncia del principal asesor comercial de la Casa Blanca, uno de los funcionarios de alto rango que acompañaban a Trump desde su llegada a la presidencia.

"Gary ha sido mi principal asesor económico e hizo un excelente trabajo al dirigir nuestra agenda, ayudando a realizar recortes tributarios históricos y reformas, e impulsando la economía estadounidense una vez más", comentó Trump en un comunicado ante la salida inminente de Cohn que se suma a la renuncia o despido de varios de sus ayudantes más cercanos.

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La situación parece caótica. Según el New York Times, la tasa de deserción entre los funcionarios de la Casa Blanca es del 34%, esto es, tres veces más que el registrado en la administración Obama y el doble de los niveles alcanzados por el presidente Reagan, que hasta ahora ostentaba el récord de despidos y renuncias.

Cuando Trump llegó a la presidencia prometió “contratar a los mejores”, pero las recientes renuncias y la demora en anunciar a sus reemplazos hacen pensar que los riesgos legales, los daños a la propia reputación y el miedo a la humillación pública están haciendo que cualquiera lo piense dos veces antes de aceptar el llamado a participar en la administración Trump. Le contamos cuáles son las renuncias y despidos más polémicos desde que el magnate de la construcción ocupa el cargo de presidente.

-Michael Flynn-

El general Flynn creció en Queens, Nueva York, e hizo su carrera militar a pulso.  Cuando el recién electo Donald Trump lo nombró Consejero de Seguridad Nacional, había sido separado de su cargo como director de la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA), donde llegó en 2012. La razón de su despido fueron comentarios despectivos sobre el islam y las críticas a sus superiores por el modo en que manejaban la agencia.

La reputación de islamófobo que Flynn se había cultivado en su cuenta de Twittter no fue impedimento para que Trump lo convirtiera en uno de los hombres más poderosos de EE.UU. La dicha duró poco: su paso por la Casa Blanca como Consejero de Seguridad Nacional duró apenas 25 días.

Flynn salió de la administración Trump por haberle mentido al vicepresidente sobres sus encuentros con el embajador ruso en EE.UU., Sergey Kislyak. Pero ese no fue su único encuentro con delegados del Kremlin. En 2016, Flynn participó de una cena de gala organizada por la televisión estatal rusa.

Una vez fuera del cargo, Flynn empezó a ser investigado por el FBI, que trata de establecer si el gobierno ruso cooperó con la campaña presidencial de Trump para ayudarlo a llegar a la presidencia. A finales de 2017, el fiscal especial Robert Muller lo acusó de haber hecho “declaraciones falsas, ficticias y fraudulentas” sobre el caso. Flynn se declaró culpable y está cooperando con la justicia.

-Steve Bannon-

Era el estratega en jefe de la administración Trump y desde antes de convertirse en consejero presidencial, su posición al frente de la cadena de noticias, Breibart News, lo hizo clave en la carrera presidencial de Trump.

A pesar de coincidir ideológicamente en puntos como el escepticismo frente al cambio climático, la relación entre Trump y Bannon empezó a enfriarse en abril, cuando las apariciones del consejero en medios de comunicación y criticando a otros miembros del gabinete pusieron a prueba la paciencia de Trump.

“Steve Banon no tiene nada que ver conmigo ni con mi presidencia. Cuando lo despedí no solo había perdido su trabajo, también estaba mal de la cabeza”, dijo Trump cuando poco después de salir de su cargo como asesor presidencial, el periodista Michael Woff publicó un libro en el que contaba intimidades del funcionamiento de la Casa Blanca en el que Bannon describió como “traicionero” el encuentro que el hijo de Trump tuvo con personas rusas que le ofrecieron información perjudicial para la campaña de Hilary Clinton.

-Anthony Scaramucci-

Una semana después de haber sido contratado como director de comunicaciones de la Casa Blanca, el empresario neoyorkino, sin ningún tipo de experiencia política fue despedido.

Antes de que Scaramucci fuera despedido, el periodista Ryan Lizza publicó en el New Yorker una entrevista ene l que el recién llegado a la casa blanca se refería en términos despectivos a Reince Priebus, quien acababa de dejar su cargo como jefe de gabinete y contra Steve Bannon, quien para ese entonces no se había distanciado de Trump.

El despido del “Mooch”, como lo conocían en los círculos empresariales neoyorkinos, llegó días después del nombramiento del general John Kelly como jefe de gabinete. La tarea del exmilitar era poner orden en el gabinete. Scaramucci fue el primer perjudicado.

-Hope Hicks- 

Mientras estuvo en el cargo que Scaramucci dejó bacante, Hicks dio pocas declaraciones públicas.  Antes de ser portavoz de la Casa Blanca, Hicks fue modelo y había trabajado con la hija del presidente, Ivanka Trump en el área de publicidad de sus empresas de moda.

A pesar de su bajo perfil, a comienzos de febrero Hicks cometió un error que la puso en bajo el escrutinio público: su compañero sentimental, el Secretario de Personal de la Casa Blanca, Rob Porter, acababa recibir varias denuncias de agresión física por parte de dos de sus exesposas, algo que Porter negó los hechos en repetidas ocasiones.

Cuando Porter se vio obligado a renunciar, Hicks desató la furia del jefe de gabinete de Trump, el general John Kelly, cuando redactó a su nombre un comunicado en el que elogiaba las cualidades laborales de su compañero sentimental.

Hicks también estuvo involucrada en la elaboración de las primeras declaraciones que se dieron a conocer cuando se supo que, el hijo del presidente, Donald Trump Jr. había sostenido reuniones con una abogada rusa con el fin de obtener información que perjudicara a Hilary Clinton, la adversaria de Trump en las elecciones presidenciales de 2016.

Llamada a testificar ante la Comisión del Senado que investiga la intervención rusa en las elecciones presidenciales, Hicks dijo que había dicho una que otra mentira piadosa a favor del presidente.

-Gary Cohn- 

La baja más reciente de la administración Trump fue el banquero liberal Gary Cohn. La agenda proteccionista del presidente Trump y los aranceles que el mandatario panea imponerle a las importaciones de acero provocaron su renuncia, pero no era la primera vez que Cohn estuvo al borde de dejar su cargo.

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Cuando Trump falló en condenar la violencia racista que tuvo lugar en Charlottesville, donde varios grupos supremacistas y neonazis se dieron cita en agosto. Cohn, que pertenece a la comunidad judía, dio declaraciones que dejaban entrever su incomodidad en la administración Trum:"los ciudadanos que toman partido por la igualdad y la libertad nunca pueden estar en el mismo plano que la supremacistas blancos, neonazis y (grupos racistas como el Ku Klux Klan) KKK".

Con su salida, el gabinete de Trump queda compuesto por asesores económicos de talante proteccionista exclusivamente proteccionista.

 

Por -Redacción Internacional

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