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La polémica modelo bielorrusa, Anastasia Vashukevich, mejor conocida como Nastia Rybka, fue juzgada el martes en Tailandia y pidió ayuda a Washington ya que teme ser expulsada a Rusia luego de sus amenazas de revelar el papel de Moscú en las elecciones de Estados Unidos.
"No regresaremos a Rusia porque nos abrieron un nuevo proceso", dijo a la AFP Anastasia Vashukevich al llegar al tribunal en un furgón policial. Por su parte, Alexander Kirillov, organizador de un grupo de "entrenadores sexuales" que constituyó en Tailandia con Rybka, agregó: "Ayúdenos, porque no entendemos lo que nos pasa".
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La modelo fue detenida a finales de febrero con un grupo de otros nueve extranjeros que organizaban cursos de "formación sexual" en la estación balnearia de Pattaya.
Las acusaciones de la joven llamaron la atención ya que es una 'escort girl' de altos vuelos que frecuentó a la élite política rusa y que tiene un proceso pendiente en Rusia por haber filmado a Serguéi Prijodko, viceprimer ministro ruso, a bordo del yate del millonario Oleg Deripaska. El video se convirtió en viral luego de que lo publicara el opositor ruso Alexéi Navalni.
Oleg Deripaska, que tuvo vínculos con el ex director de campaña de Donald Trump, Paul Manafort, negó toda relación con Anastasia Vashukevich y Alexander Kirillov, "gurú del sexo". En ese momento, el revuelo que generaron las imágenes hizo que el gobierno ruso contemplara la posibilidad de cerrar Youtube mientras descolgaban el video.
Al inicio, Tailandia reprochó a Anastasia Vashukevich y a sus seis colegas "instructores sexuales" trabajar sin permiso legal, pero ahora deben responder a acusaciones de "prostitución" y "organización criminal".
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La joven captó la atención de la prensa internacional luego de publicar un video en Instagram en el que ofrecía revelaciones a los periodistas estadounidenses. "Tratan de ponernos entre rejas. Por ello estoy lista para revelar las piezas que faltan del rompecabezas (...) sobre las elecciones estadounidenses", dijo en este video.
Pattaya, a dos horas de ruta al sur de Bangkok, frecuentado por numerosos turistas rusos, es famoso por ser un lugar de prostitución y crimen en Tailandia. Un informe de ONUSIDA evaluaba en 2014 en 140.000 la cantidad de trabajadores del sexo en el país. Sólo en Pattaya habría varias decenas de miles en esa actividad, ilegal en Tailandia.
Pattaya se desarrolló como centro de prostitución hace medio siglo cuando los militares estadounidenses acudieron para intentar olvidar los horrores de la guerra de Vietnam.