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La jornada electoral tranquila y pacífica que se vivió el domingo 20 de octubre en Bolivia pronto se comenzó a desdibujar. La disputa electoral entre el actual mandatario Evo Morales y el opositor Carlos Mesa, que se consideraba apretada, se ha visto empañada por algunas irregularidades en el recuento de los votos, que han levantado las sospechas de un posible fraude.
Finalizada la jornada electoral del domingo el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia (TSE) inició el conteo rápido de los votos. Escrutadas el 83% de las mesas, la ventaja la tenía Morales (46,4%), pero no le alcanzaba para eludir la segunda vuelta pues la diferencia con Mesa, su contrincante, no era superior a los diez puntos porcentuales, necesarios para eludir el balotaje.
"Hemos logrado un triunfo incuestionable", dijo Carlos Mesa al escuchar los resultados preliminares el domingo en la noche. "Estamos en segunda vuelta", agregó.
Pero sin previo aviso, el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia (TSE) suspendió el conteo y sumergió a los bolivianos en la incertidumbre. Esta medida provocó las protestas de Mesa y de los observadores de la Organización de Estados Americanos. Además países como Argentina, Brasil y Estados Unidos pidieron reactivar el conteo.
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Finalmente, este lunes en la noche el TSE actualizó los datos del conteo rápido, con 95,23% de actas verificadas, en los que el presidente Evo Morales se posiciona como el ganador de la jornada con el 46,86% de los votos, por encima de Mesa, que obtuvo el 36,72%.
Estos nuevos resultados, emitidos por el TSE, muestran que hay una diferencia de 10,14 puntos entre ambos candidatos, suficientes para evitar la segunda vuelta que defiende la oposición.
La ley señala que un candidato vence en primera ronda si saca el 50% mas uno de los votos o supera el 40% y le saca 10 puntos de diferencia al segundo.
Los nuevos resultados significan básicamente que Evo Morales se asegura su cuarto periodo consecutivo como presidente de Bolivia. Sin embargo, Carlos Mesa ya afirmó que "no reconocerá los resultados" pues, según él, el oficialismo, en complicidad con el TSE, manipuló los votos. Por tal motivo, llamó a militantes y a la población a movilizarse para que sea respetada la voluntad popular.
En La Paz, en las afueras de un lujoso hotel donde el TSE realiza su recuento de votos, militantes del partido de Mesa Comunidad Ciudadana) estuvieron desde medio día portando banderas partidistas y gritando por el respeto de la votación que -insisten- aseguran un balotaje.
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"Yo he venido a pedir el respeto a mi voto, es evidente que aquí ha pasado un fraude", dijo a la AFP el joven Alexis Romero.
En la otra acera política, Milka, una militante oficialista que evitó dar su apellido, señaló: "estamos por defender el voto de la ciudadanía".
La misión de observación de la OEA, que viajó a Bolivia a vigilar los comicios, se mostró preocupada por los últimos acontecimientos e instó este lunes al órgano electoral a "defender la voluntad ciudadana" de manera "ágil" y "transparente", y señaló que mantiene la esperanza de que el resultado definitivo "se apegue a la voluntad de los electores".
"Instamos a la entidad electoral a que defienda decididamente la voluntad de la ciudadanía boliviana con estricto apego a la Constitución Política del Estado y leyes complementarias de manera ágil y transparente", expresó el jefe de la misión de observación de la OEA, Manuel González, en una rueda de prensa en La Paz.
Pero de confirmarse su victoria, el de este domingo es por ahora el resultado más ajustado para Evo Morales desde que ganó la presidencia por primera vez en 2005 con el 53,72 por ciento de los votos, una mayoría que revalidó en 2009 con su techo electoral del 64,22 y en 2014 con el 63,36.