Irán vuelve a enriquecer uranio a un nivel prohibido

El gobierno de Irán anunció este lunes que empezó a enriquecer uranio con una concentración que supera el 4,5%, un nivel por encima del límite fijado en el acuerdo internacional de 2015 sobre su programa nuclear, cada vez más frágil. ¿Qué consecuencias puede traer esta decisión?

- Redacción Internacional con información de agencias
08 de julio de 2019 - 03:17 p. m.
El acuerdo de 2015 había establecido que el límite del nivel del uranio enriquecido para Irán es de 3,67 %. Este lunes, Irán habría incumplido con esa parte del acuerdo. / AFP
El acuerdo de 2015 había establecido que el límite del nivel del uranio enriquecido para Irán es de 3,67 %. Este lunes, Irán habría incumplido con esa parte del acuerdo. / AFP

Irán ha alcanzado un nivel de enriquecimiento de uranio del 4,5%, según informó hoy el portavoz de la Organización de la Energía Atómica de Irán, Behruz Kamalvandí, quien aclaró que de momento este nivel satisface la necesidad de producción de combustible para los reactores del país, según la agencia oficial iraní de noticias IRNA.

"Para la producción de combustible para las centrales de energía se utilizan diversas riquezas hasta un máximo del 5% o menor", detalló Kamalvandí.  Kamalvandí explicó que "la medición exacta de la riqueza del combustible debe llevarla a cabo la Organización Internacional de la Energía Atómica". Le puede interesar: Irán superó el límite de almacenamiento de uranio establecido en el acuerdo nuclear 

Aunque estos niveles están muy lejos del 90% necesario para la fabricación de una bomba atómica, el anuncio de este incremento debilita aún más el acuerdo de Viena, en riesgo desde la retirada unilateral de los Estados Unidos en mayo de 2018 y el restablecimiento de las sanciones económicas estadounidenses contra Teherán.

Irán y seis grandes potencias mundiales -Francia, el Reino Unido, Alemania, China, Rusia y Estados Unidos- alcanzaron un histórico acuerdo en 2015 por el que Teherán se comprometía a limitar su programa nuclear para no poder desarrollar a corto plazo una bomba atómica, a cambio de facilidades económicas y comerciales. Pero en mayo de 2018, el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó la salida de su país del acuerdo nuclear y volvió a imponer sobre la economía iraní todas las sanciones que había levantado con el pacto, incluidas las que pesan sobre el sector petrolero.

Los países europeos e Irán acordaron permanecer en el acuerdo a cambio de que el resto de los firmantes apoyen el deseo de Teherán de poder acceder a los mercados internacionales. Irán, después de un año y tras no verse compensado por mantenerse dentro del acuerdo, comenzó a reducir sus compromisos y ayer implementó la segunda fase de esa retirada, que era la de superar el límite del nivel del uranio enriquecido, que en el acuerdo se había establecido en un 3,67 %.

La presión de Washington sobre el gobierno iraní persistió, y ante ello Teherán anunció el 8 de mayo que empezaría a liberarse de algunos compromisos asumidos en Viena, para forzar a las otras partes del acuerdo (Alemania, China, Francia, Gran Bretaña y Rusia) a ayudarlo a contener las sanciones estadounidenses que asfixian su economía. La Unión Europea, preocupada por los anuncios, instó "encarecidamente a Irán a detener y revertir todas las actividades que sean incompatibles con los compromisos contraídos" en el acuerdo nuclear de Viena. Vea también: Los hechos que han marcado el aumento de tensión entre Irán y Estados Unidos

Este lunes, Abas Musavi, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, advirtió a Europa de no contribuir a una escalada de tensión como respuesta. "Si Francia, Reino Unido y Alemania, partes del acuerdo nuclear iraní, se "comportaran de manera extraña e inesperada entonces saltaríamos todas las etapas siguientes [del plan de reducción de los compromisos] y ejecutaríamos la última", declaró Musavi, en rueda de prensa en Teherán.

El domingo, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, dijo que la supervivencia del acuerdo de Viena dependía de los europeos. Londres y Berlín habían exhortado el domingo a Teherán a que revocara su decisión, y París expresó su "gran preocupación" y pidió a Irán cesar toda actividad "no conforme" con el acuerdo.

Al responder a consultas de la prensa sobre si una salida del acuerdo de Viena y del Tratado de no proliferación nuclear (TNP) estaban sobre la mesa, Mousavi reiteró: "todas las opciones, incluso esa, son posibles en el futuro, pero no se ha tomado ninguna decisión".

 

Según Kamalvandi, inspectores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) debían de tomar medidas el lunes antes de permitir constatar que Irán enriquece uranio a un nivel prohibido por el acuerdo. De continuar desprendiéndose de sus obligaciones del acuerdo, Irán podría enfrentar nuevas sanciones de parte de Estados Unidos y otros gobiernos, así como también encara la posibilidad de que el Consejo de Seguridad de la ONU restablezca las sanciones en su contra que ya habían sido retiradas.

China y Rusia, igualmente partes del acuerdo nuclear iraní, reaccionaron igualmente a los últimos desarrollos. En Pekín, un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores estimó que la "la presión máxima de Estados Unidos sobre Irán (era) la fuente de la crisis neclear iraní". Pero Rusia, aliado de la República islámica, pidió a Teherán "no ceder a las emociones" y respetar "las disposiciones esenciales" del acuerdo pese a la presión que viene de Washington.

El Kremlin expresó hoy su alta preocupación por la situación en torno al pacto nuclear con Irán, después de las noticias que llegaron desde Teherán, e insistió en la necesidad de proseguir con el cumplimiento de lo acordado pese a todo.

"La situación, naturalmente, es preocupante. Rusia tiene pensado continuar con el diálogo y los esfuerzos diplomáticos. Seguimos siendo partidarios del plan integral de la acción conjunta (JCPOA, en sus siglas en inglés)", dijo a la prensa el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.

El representante del Kremlin subrayó que el presidente ruso, Vladímir Putin, había advertido sobre las "consecuencias negativas" que acarrearía el abandono del acuerdo por uno de los signatarios. "Lamentablemente, ahora nos toca constatar estas consecuencias", afirmó.

Entre tanto, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, aseguró previamente que Moscú se esforzaría para "convencer" a sus colegas estadounidenses e iraníes de que no crucen la "línea peligrosa" y resuelvan sus divergencias por medio de un "diálogo civilizado".

Por - Redacción Internacional con información de agencias

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