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La Unión Europea se opone a elección de ficha de Trump en el BID

A través de una carta a los estados miembros del banco, el canciller europeo Josep Borrell, rechazó la candidatura del estadounidense Mauricio Claver-Carone a la presidencia del organismo, pues rompería con una vieja tradición diplomática. Bruselas cree que el relevo debería hacerse en marzo de 2021, cuando ya se sepa quién ocupará la Casa Blanca.

03 de agosto de 2020 - 03:34 p. m.
Josep Borrell, encargado de la diplomacia europea.
Josep Borrell, encargado de la diplomacia europea.
Foto: Agencia AFP

La Unión Europea ha tomado partido en la tormenta política que desató el gobierno de Estados Unidos en la elección del nuevo presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Frente a la intención de Donald Trump de ubicar a un estadounidense a la cabeza del banco, en contra de la tradición que reserva ese sillón para un latinoamericano, el bloque europeo propone que el relevo dentro del BID se haga en marzo de 2021, meses después de los comicios en Estados Unidos.

A través de una carta, enviada a los países con capital en el BID, y a la que tuvo acceso El País de España, el alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, manifiesta que la decisión de nombrar a un estadounidense en el cargo debe luego de “una reflexión tranquila”. El diplomático asegura que la pandemia del COVID-19 y las inminentes elecciones presidenciales de Estados Unidos no han permitido que se le preste “la atención necesaria” al relevo dentro de la institución.

“Desde su fundación en 1959, el BID ha sido dirigido por un presidente latinoamericano y un vicepresidente propuesto por los Estados Unidos. Esta fue la visión de los presidentes Eisenhower y Kennedy, quienes acordaron la necesidad de fortalecer la identidad latinoamericana del Banco (…) Creemos que cambiar este modelo es una política de largo alcance que solo puede ser el resultado de una reflexión tranquila”, dice la carta de Borrell.

Las recomendaciones de la cancillería europea no son vinculantes y la decisión depende de los miembros plenos del BID. Pero esta iniciativa de la UE y de los legisladores europeos, que utilizan términos similares en sus cartas reafirma que el ambiente contra Claver Carone “está muy movido”.

“No es una buena idea romper con la práctica de que el presidente del BID sea un país latinoamericano, especialmente en vísperas de las elecciones en Estados Unidos”, cita el diario El País a personas cercanas del entorno de Borrell.

Desde su fundación en 1959, el BID ha tenido solo presidentes latinos. El entonces presidente Eisenhower dijo en su momento, de manera solemne, que para que el Banco tuviera éxito “la función de liderarla debe pertenecer a los países latinoamericanos”.

Desde entonces, este “pacto de caballeros” se ha cumplido sin excepciones en el BID y quienes han ocupado la presidencia han sido cuatro personas: el chileno Felipe Herrera, el mexicano Antonio Ortiz Mena, el uruguayo Enrique Iglesias, y el exministro de Desarrollo colombiano Luis Alberto Moreno, cuyo período en el organismo termina en septiembre.

Le recomendamos: La tormenta que Estados Unidos desató dentro del BID

Sin embargo, cuando todo parecía encaminado a que la dirección del organismo quedaría entre el argentino Gustavo Beliz y la costarricense Laura Chinchilla, el gobierno de Donald Trump sacudió el tablero y propuso el nombre de Mauricio Claver-Carone, actual asesor para la Seguridad Nacional en el hemisferio occidental de la Casa Blanca, y uno de los hombres de confianza del presidente estadounidense, para el cargo.

Estados Unidos confía en que la nominación de su funcionario, reconocido en los círculos de Washington por su línea dura frente a Cuba y Venezuela, será confirmada sin mayores inconvenientes. A pesar de que su candidatura llegó por sorpresa en junio, ya son varios los países que han manifestado brindarle su apoyo, entre ellos Brasil, Colombia, Ecuador, Uruguay, Paraguay, Honduras y Haití.

Así las cosas, la única posibilidad de que el hombre de Trump no suceda al colombiano Luis Alberto Moreno es que se suspenda la elección. Borrell aclara en la carta que el aplazamiento electoral “no tiene que significar una extensión del mandato de Luis Alberto Moreno”, pues los estatutos permiten que el vicepresidente ejecutivo del BID asuma en su lugar si es necesario.

Washington tiene el 30% del poder de voto en el directorio del BID, frente al 50% combinado para los miembros de América Latina y el Caribe, de los cuales Argentina y Brasil tienen el 11% cada uno y México, 8%. La Unión Europea detenta el 16%..

Europa confía en que al menos dos de los pesos pesados (México y Argentina), que suman el 19% del derecho a voto, en conjunto con la Unión Europea, que posee el 16%, no participen y de esa forma la Asamblea no alcanzará la representación de “las tres cuartas partes del poder de voto de la institución”.

El gobierno de Alberto Fernández ya manifestó que seguirá apoyando a su candidato Gustavo Beliz, pero la posición de México es ahora incierta. La sintonía de su presidente, Andrés Manuel López Obrador, con su homólogo estadounidense abre una incógnita a la decisión que tomará México en el proceso.

La presión de Europa se entiende porque la designación de un estadounidense dejaría a ese continente en desventaja de 2 a 1 ante Estados Unidos en el tridente de los organismos multilaterales de crédito ya que la jefatura del Banco Mundial es ocupada por David Malpass, nacido en Michigan, y la del Fondo por la búlgara Kristalina Georgieva.

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