Michelle Obama dice que los estadounidenses blancos todavía “huyen” de sus vecinos negros

La ex primera dama de Estados Unidos señaló que la segregación racial está presente todavía en la nación y que las actitudes divisorias se han extendido a las personas que llegan del extranjero.

- Redacción Internacional
31 de octubre de 2019 - 02:12 a. m.
"No puedo hacer que la gente deje de temer a los negros. No sé qué está pasando, no puedo explicar lo que está pasando en su cabeza, pero tal vez si me presento todos los días como un humano, un buen humano, tal vez ese trabajo eliminará las costras de tu discriminación", dijo Michelle Obama, ex primera dama de Estados Unidos. / AFP
"No puedo hacer que la gente deje de temer a los negros. No sé qué está pasando, no puedo explicar lo que está pasando en su cabeza, pero tal vez si me presento todos los días como un humano, un buen humano, tal vez ese trabajo eliminará las costras de tu discriminación", dijo Michelle Obama, ex primera dama de Estados Unidos. / AFP

“Todos huían de nosotros”, lamentó Michelle Obama. Durante la cumbre anual de la Fundación Obama, la ex primera dama de Estados Unidos habló de cómo las familias blancas se mudaron del vecindario donde creció en el sur de Chicago a medida que familias como la suya llegaban a instalarse. Aunque las ciudades de hoy pueden ser más diversas que las de hace décadas, las personas de diferentes razas todavía permanecen desconectadas y no viven cerca unas de las otras. Y este problema, recalca Obama, se ha extendido hacia los migrantes.

“Sin que lo supiéramos, crecimos en el período, como escribo, llamado ‘vuelo blanco’. Había familias como la mía, familias honradas, que cuando se mudaban a barrios de blancos veían cómo ellos (los blancos) se mudaban también, porque tenían miedo de lo que representaban nuestras familias”, dijo Obama durante su participación en la cumbre de su fundación. La ex primera dama, esposa del expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha hablado regularmente sobre cómo la demografía racial de su vecindario cambió tras un fenómeno conocido como “White flight”, o “Fuga blanca”, que se refiere a las personas blancas que se mudan de barrios urbanos para auto segregarse. Vea también: Las escuelas en Estados Unidos que aún están divididas por el color de piel de sus estudiantes

La primera aparición de este término surge entre las décadas de 1950 y 1960, después de la Segunda Guerra Mundial y durante las luchas del Movimiento de Derechos Civiles en Estados Unidos. Con el fin de la guerra, los estadounidenses blancos comenzaron a abandonar las zonas industriales para irse a los suburbios en donde comenzaron a construirse nuevas y elegantes viviendas residenciales. Este movimiento, que incluso llegó a ser asistido por el gobierno, exacerbó el cambio en la demografía urbana y aisló deliberadamente a los negros hacia los corredores industriales. Con la construcción de carreteras, los límites residenciales quedaron más marcados y eventualmente las poblaciones negras y las más pobres, financieramente incapaces de reubicarse, quedaron relegadas a las zonas más apartadas y destruidas.

A finales de la década de 1960, el presidente Lybdon B. Johnson, presionado por el Movimiento de Derechos Civiles, delegó un equipo de líderes cívicos para investigar la tensión racial que concluyó, efectivamente, que la nación se estaba moviendo hacia dos sociedades: “una negra y otra blanca, separadas y desiguales”. Y aunque el país presentó un hito en 2008 con la elección del primer presidente negro en su historio, la situación continúa siendo la misma. Le recomendamos: Discriminación de pelo, un problema para cortar

La segregación incluso se ha vuelto más pronunciada. Si para 1960 las familias blancas se mudaban de las ciudades a los suburbios cuando veían que estaban llegando afroamericanos a sus vecindarios, ahora el movimiento es a la inversa. Los blancos se trasladan a áreas periféricas alejadas totalmente blancas, privadas y ricas en las periferias. Y este fenómeno también reacciona a los índices de migración actuales. “Más de la mitad de los estadounidenses blancos creen que la ‘forma de vida’ del país debe protegerse contra las influencias extranjeras. Alrededor del 84% de los partidarios de Donald Trump se sienten así”, destaca Alvin Chang, periodista de Vox.

La discriminación racial persiste, como dice Michelle Obama, y si la tendencia continúa habrá una serie de consecuencias negativas para los estadounidenses, pues habrá una reducción en las oportunidades de vida, salud, estudios y economía. “Los vecindarios racialmente integrados representan sitios clave donde la exposición y el contacto sostenidos pueden continuar erosionando las divisiones de larga data y mejorar los niveles de cooperación y confianza entre los grupos. Pero es difícil mantener esos entornos cuando tantos blancos deciden mudarse”, resalta Samuel Kye, sociólogo de la Universidad de Indiana.

Por - Redacción Internacional

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