En una auditoría que realizó la Contraloría al Club Militar de Bogotá, sobre la contratación de la entidad, se encontraron varias irregularidades que llamaron la atención del ente de control. Según su investigación, $3.726 millones que se debían destinar a pagos de pensiones, se desviaron y fueron invertidos en gastos de funcionamiento e inversión, incluyendo pagos de contratos. Son tales los hallazgos de la Contraloría, que la finalizar su trabajo de revisión de cuentas, bases de datos y la contabilidad del club le envió toda la información a la Fiscalía, quien determinará si existen conductas que se deben sancionar en el ámbito de lo penal.
Tal suma se detectó mientras se comparaba lo registrado en la cuenta Reserva Financiera Actuarial de 2014. El organismo de control aseguró, a través de un comunicado de prensa, que el 31 de diciembre de 2014 había $13.346 millones. Exactamente un año después, la cifra había descendido a $7.593 millones.
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Al averiguar por el destino de los $5.752 millones faltantes, el comunicado de la Contraloría explica que “$2.026 millones correspondieron a compromisos por Pasivo Pensional pagados, con lo que se tiene que el resto ($3.726 millones) fueron destinados a gastos de funcionamiento e inversión diferentes a pagos por pensión.”.
Este cambio de recursos, sin embargo, no tuvo ningún tipo de autorización previa por parte de los directivos del Club Militar. Además, la Contraloría determinó que “para el cierre contable de 2015 no se actualizó financieramente en la contabilidad el cálculo actuarial, situación que el organismo de control atribuyó a falta de planeación financiera e incumplimiento de los principios de autogestión, autorregulación y autocontrol establecidos en el Modelo Estándar de Control Interno 2014”.
De acuerdo con la Contraloría, el Club Militar tuvo que invertir más dinero de lo incialmente presupuestado para cubrir el déficit de estas irregularidades. La Fiscalía ya tiene en sus manos el material para empezar la investigación penal.