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Un Lamborghini rojo de US$300 mil, rodado y presumido en decenas de videos en Instagram por Jenny Ambuila, fue la pista clave para seguirle la pista a una familia valluna que, al parecer, por obra de Ómar Ambuila, habría hecho de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) su abundante fuente de recursos. Tras dos años del escándalo, en una reciente resolución se confirmó la destitución e inhabilidad para ejercer cargos públicos por 18 años contra el exfuncionario.
En contexto: Los Ambuila, en libertad pero con un nuevo proceso en su contra.
La decisión estuvo a cargo de la Agencia del Inspector General de Tributos Rentas y Contribuciones Parafiscales (ITRC), la cual es una oficina de la DIAN donde se investigan y sancionan a los funcionarios que puedan incurrir las faltas disciplinarias. Así las cosas, Ómar Ambuila no podrá volver a conformar el Grupo Interno de Trabajo de Control Carga y Transito del puerto de Buenaventura, del cual se habría aprovechado para lavar al menos $80.000 millones.
“En decisión de segunda instancia, la Agencia ITRC estableció que el investigado incurrió en falta disciplinaria gravísima al incrementar de manera injustificado su patrimonio y el de su hija Jenny Lizeth Ambula, durante los años 2013 al 2017”, explicó la oficina de control disciplinario, en una decisión que no tiene reversa. De acuerdo con las investigaciones, Ómar Ambuila habría recibido millonarios sobornos por dejar pasar mercancía ilegal.
Antecedentes: Tras quedar en libertad, Omar Ambuila intentó regresar a su cargo en la DIAN.
Ómar Ambuila, exfuncionario de la DIAN, Elva Chará Gómez, abogada y pareja del investigado, y Jenny Ambuila, auto-catalogada como influencer, fueron capturados en abril de 2019, luego de que las autoridades se cuestionarán el porqué la joven valluna manejaba un Lamborghini, registraba lujosas cenas, lucía bolsos de las marcas más rimbombantes y publicara un estilo de vida que parecía, a los ojos de los investigadores, lejos de las posibilidades económicas de su familia.
Hoy los Ambuila están libres por vencimiento de términos, sin embargo, la Fiscalía los sigue investigando por los delitos de lavado de activos, favorecimiento al contrabando, enriquecimiento ilícito y concierto para delinquir. La hipótesis del ente acusador es que Ómar Ambuila habría recibido millonarios sobornos que, luego, intentó ocultar a través de su esposa y de su hija Jenny Ambuila, a través de empresas fachadas y comprando propiedades de hasta $1.000 millones. El sueldo de la cabeza de la familia no superaba los $10 millones.
Periodismo de investigación: La historia comercial de los Ambuila Chará en Cali.
En su interrogatorio con la Fiscalía, Jenny Ambuila dijo que se había montado en un Lamborghini por su trabajo como influencer y tras ganar millonadas a través de su empresa Nelato SAS, dedicada a la “preparación, compra y venta de comestibles y productos alimenticios, entre ellos los helados a base de nitrógeno”. Sin embargo, la Unidad Investigativa del El Espectador demostró, en abril de 2019, que la compañía reportó en 2016 un patrimonio de solo $74 millones y en 2017 registró perdidas por $-61 millones.
Jenny Ambuila, además, dijo que podía pagarse sus lujos por medio de las ventas de la juguetería Holidays Detalles, el cual es otro de los negocios que la familia Ambuila aseguró haber construido desde ceros en Cali. A pesar de que en ese local se venden artículos de papelería, como lo encontró este diario, su patrimonio pasó de $10 millones en 2015 a $720 millones en 2017. Elva Chará Gómez, por su parte, también habría estampado su firma en negocios que de la noche a la mañana permitieron cosechar montañas de dinero.