Soldado murió en Cesar tras recibir disparo de francotirador del Eln

El soldado Miguel Ángel Suárez estaba en las tropas de la Fuerza de Despliegue Rápido N° 3. / Archivo El Espectador

El soldado Miguel Ángel Suárez Daza, falleció este sábado luego de haber sido herido en combate le pasado viernes 31 de enero. Según informó el Ejército, las tropas se encontraban en el desarrollo de sus funciones cuando, en el sector de Chamizo, en el municipio de González (Cesar), cuando un francotirador, al parecer perteneciente a la guerrilla del Eln, comenzó a atacarlos y las balas alcanzaron al soldado Suárez.

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A pesar de que el uniformado, perteneciente a la Fuerza de Despliegue Rápido (Fudra) N° 3, que operan en el norte del país, fue atendido de inmediato por enfermeros de combate, la gravedad de sus heridas le cegaron la vida antes de que pudiera recibir mayor acompañamiento médico. A través de sus redes sociales, el comandante del Ejército, general Eduardo Zapateiro, repudió la acción guerrillera y le expresó sus condolencias a la familia del soldado Suárez:

El Ejército, a través de un comunicado, también reprochó lo sucedido: “Este acto criminal, es en retaliación a las constantes operaciones desarrolladas contra el narcotráfico, las capturas y neutralizaciones que han realizado las tropas. Acciones enmarcadas dentro del respeto de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario”.

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La Fundación Ideas para la Paz (FIP), en su más reciente informe ¿Qué hacer con el Eln? Opciones para no cerrar la puerta a una salida negociada, presentó una radiografía de la guerrilla más grande del país, que se ha fortalecido de manera preocupante en los últimos años. La FIP retrocede en el documento hasta 2017, en los primeros pasos del desarme, desmovilización y reincorporación de excombatientes de la Farc, cuando más de 1.000 personas se unieron a las filas "elenas", reanudando así una expansión territorial tal, que se habla de la militancia de entre 4.000 y 5.000 personas en esa guerrilla.

Asimismo, este informe muestra que “el Eln ha logrado llegar a regiones donde en el pasado no tenía presencia y en las que antes operaban las Farc”. Muestra de ello, es la actividad criminal que realizan en el nordeste antioqueño, el Bajo Atrato (Pacífico norte) y algunas regiones de Nariño, considerados como asentamientos históricos fundamentales para las Farc y con un declive en su influencia por parte de las disidencias de las Farc, especialmente el Frente Óliver Sinisterra.