Alaska (EEUU) hará una consulta popular para proteger al salmón de las petroleras

Cerca de la mitad del salmón rojo del mundo es producido en la bahía de Bristol, según la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA) y su pesca emplea a más de 32.000 habitantes de Alaska y genera 1,7 millones de euros al año.

- EFE Verde
22 de octubre de 2018 - 07:23 a. m.
Las elecciones de EE.UU. del próximo 6 de noviembre incluyen en Alaska una consulta popular que busca proteger de la actividad de las compañías mineras. / Pixabay
Las elecciones de EE.UU. del próximo 6 de noviembre incluyen en Alaska una consulta popular que busca proteger de la actividad de las compañías mineras. / Pixabay

Las elecciones de EE.UU. del próximo 6 de noviembre incluyen en Alaska una consulta popular que busca proteger de la actividad de las compañías mineras y petroleras a su icónico salmón, que para muchos locales más que un pez, es un estilo de vida.

La organización Apoyo al Salmón (Stand for Salmón), un grupo diverso de personas, empresas y organizaciones, lucha por sacar adelante la “Iniciativa 1”, dirigida a proteger el hábitat del salmón y limitar futuros megaproyectos que afecten el paso natural de esta especie.

Pesca versus petróleo

Pero el sector pesquero de Alaska ya no es tan poderoso como antaño y la industria petrolera es ahora el motor de la economía local pero la situación puede empeorar, pues, según la organización “Sí al Salmón”, las corrientes de salmón no se recuperan y una vez que se desentierra un nido de salmón, este desaparece para siempre.

Cerca de la mitad del salmón rojo del mundo es producido en la bahía de Bristol, según la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA) y su pesca emplea a más de 32.000 habitantes de Alaska y genera 1,7 millones de euros al año.

La organización “Proteger al salmón” (Stand for Salmon), afirma que este recurso económico está en riesgo y las leyes de hace 60 años, destinadas a proteger el hábitat del salmón de Alaska para las generaciones futuras, se han vuelto obsoletas e ineficaces.

Mike Coumbe, director de la Fundación Conservar Alaska (AKConservation) , uno de los máximos defensores de esta medida, comentó a EFEverde que el salmón es la “llave” de la economía regional y de la “forma de vivir de los habitantes de Alaska“. (Lea también: A bordo de un barco de Greenpeace)

“Representa quienes somos y cómo vivimos”, dice Coumbe, que destacó que, por ello, no se puede poner aún más en riesgo un hábitat del salmón que sufre los efectos de tener “anticuadas y escasas leyes que no protegen adecuadamente a las comunidades que dependen de su sustento”.

Explica además que este pez es vital para las tribus indígenas, que suponen el 15 % de la población de Alaska, según datos del censo, así como para los pescadores de salmón o la pesca deportiva, “fuentes fundamentales” todas ellas de la economía estatal.

Apoya a Alaska 

La iniciativa, que llegó a la papeleta electoral después de que el grupo Apoyo al Salmón presentase 49.500 firmas, cuando apenas eran necesarias 32.127, pretende garantizar que las comunidades y economías rurales puedan crecer junto con las rutas saludables de salmón. (Lea también: Prohíben la pesca comercial en el Océano Ártico Central)

Pero enfrente tienen a gigantes petroleros como Exxon Mobil y compañías mineras como Coeur Alaskay Hecla, y cuando se trata de recaudar fondos para la campaña, hay un enorme desequilibrio.

La campaña a favor de la iniciativa ha recaudado cerca de un millón de dólares, mientras los opositores, como la organización “Apoya a Alaska” (Stand for Alaska), han logrado más de once, con importantes contribuciones de petroleras y mineras.

Kara Moriarty, presidenta y primera ejecutiva de la Asociación de Petróleo y Gas de Alaska (AOGA), explicó a EFEverde que “no hay un problema real con el hábitat del salmón” y que esta medida ofrece “argumentos muy pobres para defender su postura”.

“El impacto económico para la comunidad en la zona sería desastroso si esta medida se llevara a cabo. No sólo para las minas, compañías petroleras o futuros planes de desarrollo, sino que sería devastador para las pequeñas empresas“, alegó.

Moriarty recordó que la industria petrolera y gasista genera casi 2.000 millones de dólares al año (1,7 millones de euros) sólo en ingresos fiscales en Alaska.

Y la región necesita inversiones y trabajo, pues es una de las zonas con la mayor tasa de desempleo del país, con un estimado del 6,5 % en septiembre pasado, mientras el índice nacional es del 3,7 %. (Lea: “El 33 % del total de la pesca en el mundo se desperdicia”: FAO)

Así que, en el referéndum de noviembre los alasqueños decidirán qué prima en el estado más salvaje y natural del país, si las perspectivas de bonanza económica o una posible amenaza a la futura presencia de un salmón que les conecta con la tierra y sus ancestros. 

Por - EFE Verde

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