Las noticias que recibe el país sobre el río Atrato no suelen ser las mejores. Contaminación con mercurio, excesivos sedimentos y deforestación en la cuenca son algunos de los problemas que suele enfrentar esa arteria fluvial. Para solucionarlos el departamento ha diseñado diversas estrategias, a las cuales acaba de sumar una más: la puesta en marcha de un aula flotante con la que esperan hacer educación ambiental. (Lea Donde más se deforesta en Colombia habría, en promedio, 46 mil especies desconocidas)
“Dayo”, como llamaron al barco en homenaje a Diomedes Londoño Maturana, ex rector de la Universidad Tecnológica del Chocó, busca llegar a unos 1.200 niños y jóvenes de la región. La idea es capacitar a las comunidades que viven a la vera del Atrato para que cuiden un río que está agonizante. En diversas oportunidades, varias autoridades han llamado la atención sobre los problemas que enfrentan y la urgente necesidad de remediarlos. (Lea Más de 100 nuevos cuidadores llegan al centro del país para proteger los páramos)
“Dayo, constituye un esfuerzo institucional para promover la cultura ambiental en el Chocó. Es una herramienta poderosa dotada de alta tecnología que hará de la educación ambiental un ejercicio divertido y novedoso para las comunidades”, dijo Teófilo Cuesta, director de Coorporación Autónoma Regional del departamento (Codechocó).
El aula flotante está habilitada para el ingreso de 27 personas. Un salón de conferencias, una terraza para realizar talleres, 32 computadores portátiles, un dron, 26 tabletas digitales y red inalámbrica son algunos de los implementos con los que cuenta el bote. También está equipado con una biblioteca con material lúdico.
En total, Codechocó busca que su proyecto impacte a un millón de personas. Río Quito, Atrato, Lloró, Medio Atrato, Bojayá, Riosucio, Unguía, Carmen del Darién y Quibdó son los municipios a los que se les dará prioridad.