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Buenaventura, descuartizada

Hace 14 años los ‘paras’ ingresaron a esta ciudad del Valle.

Redacción Judicial
07 de marzo de 2014 - 04:25 a. m.
En lo que va del año han sido asesinadas 54 personas en Buenaventura, según la Defensoría del Pueblo. /  Gabriel Aponte
En lo que va del año han sido asesinadas 54 personas en Buenaventura, según la Defensoría del Pueblo. / Gabriel Aponte
Foto: Gabriel Aponte / El Espectador - Gabriel Aponte

Ya hace 14 años los paramilitares convirtieron en un escenario de violencia sin igual al bello puerto de mar que era Buenaventura. El 11 de mayo de 2000, hombres bajo el mando de Hébert Veloza, alias H.H., ingresaron al corregimiento de Sabaletas y asesinaron a 11 campesinos, lo que produjo el desplazamiento de 2.500 personas. Ahora, Colombia se escandaliza con el descubrimiento de unas casas en las que —al parecer— las bandas criminales, herederas de los ‘paras’, han descuartizado a decenas de personas, víctimas inocentes de su guerra por apoderarse de este puerto sobre el Pacífico. Pero esto no es nuevo. (Vea: Violencia en Buenaventura repercute en Soacha)

Ayer el defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, dio a conocer que la entidad bajo su mando “viene advirtiendo sobre la grave problemática de Buenaventura desde hace varios años”. Desde 2008, la Defensoría ha emitido siete alertas tempranas, la última de ellas el pasado 31 de enero. “Lamentablemente ese mismo día fue encontrado el cuerpo de una mujer sin extremidades”, en uno de varios episodios que evidencian la sevicia de estas estructuras.

En lo que va del año, 54 personas han sido asesinadas en este puerto y desde 2010 han desaparecido 243, de acuerdo con cifras de la Defensoría. Desde octubre del año pasado se ha vuelto costumbre encontrar cuerpos desmembrados en los barrios insulares y de bajamar, codiciados por las estructuras criminales y a su vez por el empresariado que pretende construir allí cinco megaproyectos, entre ellos el puerto de Aguadulce, la terminal Delta del Río Dagua, el malecón Bahía de la Cruz y la zona franca Celpa.

Barrios como Vistahermosa, Viento Libre, Lleras y Bolívar han sido escenario de escenas tan dantescas como la de una cabeza dejada frente a un motel en Vistahermosa o la del cuerpo de una mujer que fue descuartizado y sus pedazos regados por todo el barrio Bolívar. Todos estos hechos son investigados por la Fiscalía, que anunció la conformación de un grupo especial para el esclarecimiento de estos delitos. El Instituto de Medicina Legal también anunció un plan de choque para Buenaventura.

Desde noviembre de 2012 la Diócesis de Buenaventura le viene advirtiendo al presidente Juan Manuel Santos que “el miedo se ha inoculado en cada célula de la población, sin poder generar formas de sobrevivencia en medio de esta prolongada guerra”, un conflicto que sostienen las organizaciones criminales los Urabeños y La Empresa, una disidencia de los Rastrojos que hizo rancho aparte cuando los hermanos Javier Antonio y Luis Enrique Calle, alias los Comba, se entregaron a las autoridades estadounidenses.

A los pocos meses, 10 personas fueron asesinadas en Alto Potedó, uno de los corregimientos de Buenaventura, al parecer por cuenta de esta guerra. En ese momento el Gobierno anunció el traslado de 100 policías a esta ciudad con el fin de reforzar el pie de fuerza. Ahora, un año después, el Gobierno hace un anuncio similar, tras el descubrimiento de las ya mencionadas casas de pique.

“A Buenaventura le vamos a hacer una intervención. Buenaventura ha sido objeto de intervenciones en el pasado. Estamos en proceso de hacer una intervención de fondo en materia de orden público”, informó ayer el presidente Juan Manuel Santos. Por su parte, el gobernador del Valle del Cauca, Ubéimar Delgado, propuso militarizar la ciudad, una propuesta que fue criticada por las autoridades locales.

“Nosotros tenemos un pensamiento diferente y lo hemos socializado en todos los sectores de Buenaventura. Hoy hay un pico de alteración del orden público que ha sido atendido contundentemente por las autoridades acantonadas en la ciudad”, dijo el alcalde de Buenaventura, Bartolo Valencia.

Y agregó que lo que se necesita es que “haya un plan de contingencia para atender mejor a la población en lo que se refiere a ingresos, empleos, reorientación de nuestra juventud en materia de educación, entre otras. Hemos solicitado al presidente Santos una declaratoria de emergencia social para la ciudad, completando con un consejo de ministros y que se plantee la solución a los problemas”.

 

Por Redacción Judicial

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