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A mediados de febrero, el país conoció que el fiscal Francisco Barbosa se desplazó hasta Ecuador para entregar pruebas sobre una supuesta financiación por parte del Eln a la campaña presidencial de Andrés Arauz. El material habría sido conseguido en uno de los computadores del fallecido líder guerrillero Uriel.
La acción de la cabeza del ente acusador fue ampliamente criticada y se consideró como una intromisión al proceso electoral del vecino país, pues Arauz era uno de los candidatos que días antes había pasado a la segunda vuelta presidencial. Más de un mes después, y con la segunda vuelta presidencial ecuatoriana a pocos días de realizarse, varios congresistas colombianos le llamaron la atención a Barbosa.
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A través de una carta de corta extensión, varios miembros de la oposición calificaron de indebida la “intromisión del fiscal general francisco Barbosa en las elecciones del país vecino del Ecuador”. Los congresistas expresaron su “preocupación” por las acciones de Barbosa, las cuales definieron como “inoportunas e indebidas”.
Los firmantes de la carta expresaron que, debido a que se dieron en el marco del proceso electoral ecuatoriano, las acciones del fiscal Barbosa ponen en riesgo el “normal y pacífico” desarrollo de las elecciones. Asimismo, comentaron que las acciones de la cabeza del ente acusador podrían “ser mal utilizadas con el objeto de irrespetar la voluntad del pueblo ecuatoriano expresadas en el sufragio”.
La censura a dichas acciones vino acompañada de una exhortación al fiscal general para que “actué con prudencia” y bajo los lineamientos tanto del derecho internacional como interno. Supuestamente, para los autores de la misiva, Barbosa debe evitar acciones que puedan ser tomadas como actos de injerencia.
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“El actual comportamiento del Fiscal vulnera el principio de libre autodeterminación de los pueblos, consagrado en el Artículo 9 de nuestra Constitución Política; así como el principio de no intervención, ampliamente desarrollado en el Sistema Interamericano” de esta manera concluyeron la misiva dirigida al que se autodenominó como el ocupante del segundo cargo más importante del país.
La carta cuenta con 16 frimas, entre las que se detacan las de los senadores Antonio Sanguino, Iván Cepeda, Guillermo García Realpe, Iván Marulanda, Aida Avella y los representantes Ángela María Robledo, Germán Navas Talero, León Fredy Muñoz, David Racero, entre otros.
Esta no es la primera vez que el gesto de Barbosa ha sido criticado. A las pocas horas de conocerse el viaje del fiscal a Ecuador, el expresidente Ernesto Samper también emitió una carta en la que calificó de intromisión el gesto. “Estas versiones son una infamia y forman parte del juego sucio que están orquestando desde Colombia los sectores radicales de la derecha de los dos países para interferir en la segunda vuelta presidencial ecuatoriana”, expresó el mandatario colombiano entre 1994 y 1998.
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Esta acción también trajo anuncios por parte de la oposición de citaciones a debate de control político. A este fueron convocados la canciller, Claudia Blum, y al ministro de Defensa, Diego Molano. Y es que la acción les recordó a varios sectores la supuesta injerencia de funcionarios y cercanos del uribismo a favor de Donald Trump durante las elecciones que dieron como ganador a Joe Biden.