Lo que viene para el liberalismo: Fajardo, López y Robledo, ¿dispuestos a coalición con De la Calle?

Mientras se cocinan alianzas a favor de la paz y contra la corrupción, los que se quedaron por fuera de la consulta buscan cómo mantenerse en la pelea.

-Redacción Política
21 de noviembre de 2017 - 03:00 a. m.
Humberto de la Calle y Juan Fernando Cristo  / Mauricio Alvarado - El Espectador
Humberto de la Calle y Juan Fernando Cristo / Mauricio Alvarado - El Espectador

Se ha vuelto una premisa casi obligatoria para todos los aspirantes a la Presidencia que llegar a la primera vuelta sin una coalición sólida sea prácticamente un suicidio político. Por eso, pasada la celebración (para unos) y el trago amargo (para otros) que significó la proclamación de Humberto de la Calle como el candidato único del Partido Liberal, no son pocos los que se preguntan qué viene ahora para esa colectividad.

Los sectores afines al exjefe negociador de paz estaban esperando que se produjera su elección para, ahora sí, sentarse a hablar del plan de gobierno que defenderán en las urnas a través de una alianza. Así, a De la Calle lo esperan serias conversaciones con los senadores Claudia López (Alianza Verde) y Jorge Enrique Robledo (Polo Democrático), así como con el exgobernador de Antioquia Sergio Fajardo (Compromiso Ciudadano). “La convergencia que estamos organizado la denomino ‘Ni, ni, ni’: ni con la Unidad Nacional, ni con el Centro Democrático, ni con Germán Vargas. Sería reelegir a los mismos con las mismas”, dijo a este diario el congresista Robledo.

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Un reto que para el recién elegido candidato del liberalismo podría tener enormes repercusiones, pues en los mentideros políticos se dice que el Partido de la U cavila una alianza con los del trapo rojo para apoyar su aspiración. Y eso quiere decir que le tocaría cargar con la estela de las políticas del presidente Juan Manuel Santos, de las que precisamente los sectores independientes se quieren desligar. La duda es hasta dónde cederán Robledo, López y Fajardo.

El otro asunto que tendrán que resolver es si llegan unidos a la primera vuelta luego de haber elegido a un candidato único de coalición, probablemente en las elecciones de marzo, a través de una consulta popular u otro mecanismo por definir. Y una duda adicional que se teje alrededor de la candidatura de De la Calle tiene que ver con el compromiso que, pareciera que a regañadientes, asumió su contendor del domingo pasado, el exministro Juan Fernando Cristo. “Acompañaré su aspiración desde donde él considere”, dijo.

La perspectiva que tiene el senador Juan Manuel Galán, quien también buscó la nominación de la colectividad liberal, es que su director único, el expresidente César Gaviria, podría tomar represalias en contra de los congresistas que no apoyaron a De la Calle. “Finalmente, es él quien otorga los avales”, manifestó. En ese sentido, afirmó que la decisión de hacer la consulta popular debería traer como consecuencia la renuncia de Gaviria —a quien considera un dirigente parcializado— para que asuma la dirección de la colectividad el exnegociador de paz. “Que sea él quien entregue los avales con las garantías suficientes para los participantes, porque la actual dirigencia demostró que actuó como juez y parte”, añadió Galán, quien cree que muchos miembros del partido terminarán volcados hacia Cambio Radical.

Pero, al margen de este debate aún sin resolver, ¿qué pasará con los otros aspirantes que quedaron marginados de la consulta del domingo? ¿Queda cerrada ya su aspiración? La respuesta está, paradójicamente, en el Acuerdo de Paz, que parece abrir dos importantes posibilidades. La primera tiene que ver con la reforma política que se tramita en el Congreso. En el texto se incluyó un artículo que permitirá a los aspirantes a corporaciones públicas y cargos de elección popular migrar hacia otras colectividades argumentando razones ideológicas. “Se hace inviable militar en esos partidos y nos vamos en defensa de los principios liberales. Hay muchos grupos de firmas que quieren apoyarme, construir un movimiento de víctimas real e independiente de los partidos tradicionales, y eso me parecería el ideal”, explicó a El Espectador la senadora Sofía Gaviria. Una salida jurídica que tampoco le caería mal a la también senadora Viviane Morales, quien contaría con el apoyo del partido cristiano Colombia Justa Libres.

La otra solución, que aún está en veremos, reposa en el Consejo Nacional Electoral. Un grupo de exmilitantes del antiguo movimiento Nuevo Liberalismo —creado por el inmolado Luis Carlos Galán— radicó un derecho de petición ante dicho organismo para revivir su personería jurídica, con lo cual quedaría habilitado para otorgar avales. Lo anterior, trayendo a colación uno de los apartes del Acuerdo Final que indica: “El sistema incorporará un régimen de transición por ocho años, incluyendo financiación y divulgación de programas, para promover y estimular los nuevos partidos y movimientos políticos de alcance nacional que irrumpan por primera vez en el escenario político, así como a otros que habiendo tenido representación en el Congreso la hubieran perdido”. Un as bajo la manga a la que también ha acudido el expresidente Andrés Pastrana para revivir su movimiento Nueva Fuerza Democrática. ¿Les funcionará?

Por -Redacción Política

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