Mujeres en el Congreso: la conquista del electorado

El Senado en el cuatrienio 1966-1970 contó con las voces experimentadas de las dirigentes Bertha Hernández y María Eugenia Rojas; mientras que a la Cámara nuevos perfiles, desde la suplencia, le sumaron al Congreso presencia femenina. 

Natalia Tamayo Gaviria - @nataliatg13
28 de marzo de 2020 - 07:30 p. m.
A la izquierda, la conservadora Bertha Hernández de Ospina y, a la derecha, la dirigente de la Anapo, María Eugenia Rojas. / Archivo
A la izquierda, la conservadora Bertha Hernández de Ospina y, a la derecha, la dirigente de la Anapo, María Eugenia Rojas. / Archivo

En el cuatrienio 1966-1970, que correspondió al gobierno liberal de Carlos Lleras Restrepo, las mujeres que llegaron al Congreso y las que ya participaban en el sector público, comenzaron a tener significativa notoriedad. Fue un gobierno muy activo respecto al poder legislativo, y quedaron evidencias para demostrarlo. Una reforma territorial le dio vigor a nuevos departamentos como Risaralda, Quindío, Cesar y Sucre; una modernización de la carta política en 1968 dio origen a varias instituciones económicas; y una reforma agraria llegó acompañada de la creación de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC), dinamizadora del liderazgo campesino. 

En este tiempo de incesantes debates, repitieron en el Senado Bertha Hernández y María Eugenia Rojas. La exprimera dama llegó en las listas unionistas del Partido Conservador en Cundinamarca, porque ya era clara la división histórica de la colectividad azul respecto al sector liderado por Álvaro Gómez Hurtado, también elegido al Congreso. Junto a Carlos Monroy, Excelino Gutiérrez y Ernesto Vargas, María Eugenia Rojas logró la cuarta curul en la Cámara Alta por la Anapo, que vivió en ese entonces una época promisoria. Después de la reforma política de 1968, y en la calentura de la campaña electoral de 1970, Rojas, conocida como “La Capitana”, fue protagonista en el Congreso. 

Lea también: Pioneras en el Congreso: la lucha que antecedieron las sufragistas.

Fueron los días en que estalló el escándalo Vives-Peñalosa, protagonizado por el senador Ignacio Vives Echavarría y el ministro de Agricultura, Enrique Peñalosa Camargo. El ministro señaló al parlamentario de negocios en el Incora, institución que había sido creado para administrar la reforma agraria. El congresista contraatacó señalando al ministro y a otros funcionarios de obtener contratos aprovechando su condición. El episodio fue aprovechado por la Anapo para promover un juicio de responsabilidades al gobierno Lleras. La voz de María Eugenia Rojas fue una de las artífices de la controversia. 

Al final, el Congreso le levantó la inmunidad parlamentaria a Vives y terminó en la cárcel. Pero desde entonces, entró a fortalecer la corriente de oposición contra el gobierno Lleras en la antesala del relevo presidencial de 1970. Una dramática campaña electoral que terminó en toque de queda y fantasma de fraude. Desde sus curules en la Cámara de Representantes, además de las senadoras Bertha Hernández y María Eugenia Rojas, intervino en el Poder Legislativo Migdonia Barón Restrepo en su segundo período como parlamentaria, esta vez con la suplencia de Margarita González.

De igual modo, repitieron curul en la Cámara de Representantes Gabriela Zuleta Álvarez, en representación de Caldas; Alina Muñoz de Zambrano, en el oficialismo liberal caucano; y Sofía Medina de López, en el unionismo conservador de Antioquia. Por primera vez llegaron al Congreso, Gloria Álvarez Ayala, con la divisa política de la Anapo; Cecilia Piñeros de Ricardo, del unionismo conservador de Cundinamarca; y Maritza Uribe de Urdinola. En calidad de suplentes, se incrementó la lista de las mujeres que se sumaron al Parlamento desde esta misma corporación. En principio, con creciente participación liberal.

Blanca Herrera de Valencia, de la lista rojas de Antioquia; Ana Sixta de Cuadros, como suplente de Germán Zea Hernández; y Cecila Vargas Bautista, Amanda Barrera de Montejo, Belén Gutiérrez de García, Zoila Curvelo Bernier, Fidelia Villamizar Bautista, Leonora Arcila de Restrepo, Lucelly García de Montoya, Luz Alba Porras de Gómez y María Luisa Navia de Cadena. Con ellas, llegó también a la Cámara la recordada dirigente política liberal de Cundinamarca, Alegría Fonseca de Ramírez, esta vez como suplente del dirigente obrero José Raquel Mercado, ajusticiado por el M-19 en 1976. 

El conservatismo también le dio ingreso en calidad de suplentes a Blanca Peláez de Medina, Rosa Sepúlveda de Giraldo, Ligia Concha Paredes y Ana Salas de Uribe y Truque. La lista de representantes auxiliares la completó Luisa Emma de Romero. Tanto las titulares como las secundarias, vivieron un período de intensa agitación política, en compañía de experimentados senadores como Fernando Gómez Martínez, Raimundo Emiliani Román o Cornelio Reyes; y la proyección de algunos representantes a la Cámara que con el tiempo se volvieron caciques políticos regionales. 

Entre otros, Bernardo Guerra Serna, por mucho tiempo jefe liberal de Antioquia; David Turbay Turbay, que con el tiempo hegemonizó el electorado de Bolívar y llegó a ser contralor General de la República. Fabio Lozano Simonelli, destacado dirigente y periodista. Hernán Jaramillo Ocampo, unionista conservador de Caldas. Alberto Rocha Alvira, reputado político del Tolima, o Laureano Alberto Arellano, con larga tradición política en Nariño. Con ellos, estuvieron el defensor de Derechos Humanos, Eduardo Umaña Luna, o  el veterano político de Boyacá, Plinio Mendoza Neira. 

Conozca más sobre nuestro proyecto Libertadoras. 

El desenlace político del cuatrienio 66-70 fue la accidentada campaña política presidencial de 1970, que terminó en las elecciones del 19 de abril en las que, oficialmente, Misael Pastrana Borrero derrotó a Gustavo Rojas Pinilla por escasos 63.557 votos. Sin embargo, los simpatizantes de Rojas y otros sectores políticos calificaron el resultado como un fraude, y el hecho dio lugar a que el Gobierno Lleras impusiera el Estado de Sitio y el toque de queda para garantizar la tranquilidad pública. Con el tiempo, esta dudosa elección fue el pretexto para la creación del movimiento guerrillero 19 de abril, M-19. 

Vea Mujeres en la política, una lucha que no cesa en Colombia

Por Natalia Tamayo Gaviria - @nataliatg13

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar