Lo mejor de la radio.
En el mundo de la imagen me parece hermoso reivindicar la magia de la voz y la inteligencia.
¿Cómo fue que aterrizó en Caracol Radio?
Como el dueño del Circo del Sol cuando volvió de su viaje al espacio, con cara de felicidad.
Una embarrada al aire.
Tuve la primera la semana pasada, cuando Darío me preguntó sobre la justicia en Colombia y yo estaba en el aire.
¿Qué extraña del Congreso?
Nada.
El mejor compañero de cabina.
El piloto.
¿Cómo pinta la campaña presidencial?
Los candidatos muy flojos. Lo único que le ha puesto picante es la encrucijada del alma del presidente Uribe.
¿Le gusta la segunda reelección?
No en un sistema presidencial.
El último dato sobre el fallo de la Corte frente al referendo.
Puede devolver el proyecto de ley del referendo para que el Congreso subsane vicios de procedimiento y así la hunde sin ser responsable.
¿Y será que la U vuelve a ganar en las elecciones de Congreso?
Si va Uribe por la reelección, sí.
¿Está despejado el fantasma del paramilitarismo en las campañas políticas?
La política es el reflejo de la realidad y sólo se exorcizará de esos fantasmas cuando de verdad se acaben.
¿Qué posibilidades les ve a los tres tenores?
Pocas. Les falta maquinaria y les sobra ego.
El proyecto de ley más dañino que ha aprobado el Congreso.
Ha sido más dañino lo que no ha aprobado, no se ha metido a regular el sistema financiero, el crédito que de verdad sirva a los colombianos que quieren producir y no tienen cómo. Le ha tenido miedo a las cortes, por eso no ha eliminado las verdaderas causas de los choques de trenes. En derechos fundamentales, todo lo que ha dejado de decir lo dice la Corte Constitucional.
Uno al que usted le metió ganas y nunca salió.
Soy obstinada cuando quiero algo, todos los proyectos por los que luché salieron adelante.
Con su nuevo ritmo de vida, ¿tiene tiempo para desayunar?
Eso es lo que más extraño de mi anterior horario.
¿A qué hora duerme y a qué hora se levanta?
Todavía no logro regular muy bien esas jornadas, vivo medio dormida y duermo soñando con las noticias del día siguiente. Me acuesto a las 9:30 p.m. y me levanto a las 3:45 a.m.
El personaje que le gustaría entrevistar.
Dos, por el contraste que representan: Nelson Mandela y Ossama ben Laden.
¿Qué tan vanidosa es?
Tanto como para haberme mandado a maquillar para esta entrevista.
El mejor día de su vida.
Cada día cuando termina y junto con mis hijos doy gracias a Dios.
¿Y el más triste?
Sólo se puede vivir olvidándolo.
¿A quién quisiera poner en cintura?
Por fortuna, aplico la máxima de Voltaire: “Que cada cual cuide de su propio jardín”.
Un político nefasto para el país.
Los más nefastos han sido otros por fuera de la política.
¿Qué quería ser cuando niña?
Soñaba ser una especie de Santa Clara, la monja compañera de Francisco de Asís.
¿Y en esa época sí escuchaba radio?
Pero claro, la radio ocupó un lugar especial en mi infancia. Estaban las famosas radionovelas que despertaban la imaginación y también descubrí la música clásica.
¿Por qué dejó la política?
Literalmente, por falta de ojo.
Su mayor dolor de cabeza.
Después de las ocho y media en Caracol sin desayuno y despierta desde las tres y media de la mañana, se me altera la glucemia y me da dolor de cabeza.
¿Qué hace en su tiempo libre?
Leer y compartir con mis hijos todas las cosas cotidianas: cine, compras, cocina…
¿Qué le falta por hacer en la vida?
La vida lo dirá, porque tengo la certeza de que de aquí no nos vamos sin haber cumplido nuestro propósito.
¿A quién le heredó sus votos?
No se pudieron heredar porque eran personalísimos.
Su personaje favorito.
Jesucristo.
Una tira cómica.
Mafalda.
Un héroe de la infancia.
El llanero solitario.
El programa de televisión que más recuerda.
Misión imposible.
¿Cómo fue su primer día en el Congreso?
Fue un día de aterrizadas con realidades aburridas de machismo, clientelismo y mañas que no conocía y que por fortuna no aprendí.
¿Tiene futuro la izquierda en el país?
Este es un país de centro y más conservador políticamente de lo que nos imaginaríamos.
Defina: Ernesto Samper.
Un destino político fallido.
Darío Arizmendi.
Disciplina.
Fabio Valencia Cossio.
Animal político.