Carlos Valdés, listo para comentar el Mundial

Fue zaguero central de equipos como Santa Fe y América de Cali. Ahora vive el fútbol desde la óptica del analista y es parte fundamental del andamiaje de ESPN para cubrir Rusia 2018.

El Espectador
13 de junio de 2018 - 02:00 a. m.
Carlos Valdés dice que participar en el equipo que afrontó el Mundial Brasil 2014 fue lo más importante que vivió durante su actividad como profesional del fútbol.  / Archivo El Espectador
Carlos Valdés dice que participar en el equipo que afrontó el Mundial Brasil 2014 fue lo más importante que vivió durante su actividad como profesional del fútbol. / Archivo El Espectador
Foto: ANDRÉS TORRES/ EL ESPECTADOR -

¿Cómo acepta usted el reto de comentar fútbol en televisión?

Yo regresé a jugar a Colombia, volví a jugar en Santa Fe, y siempre había tenido muy buena relación con la gente de ESPN, así que en una oportunidad, en la que tengo la lesión, me invitan para hacer parte de un programa, pero no para hablar sobre mi carrera sino para aportar en el panel. Asistí un par de veces y les gustó mi trabajo, así que me tentaron con la oferta y yo me quise mantener vigente en el medio del fútbol.

¿Ve ahora el fútbol diferente ya que le toca analizarlo y comentarlo?

Lo veo distinto. No me considero un periodista y por eso lo que hago es con mucho respeto. De ahí que en los formatos en los que participo trato de dejar claro que yo aporto mi óptica como jugador de fútbol. Esta experiencia me ha ayudado a ser un poco más prudente a la hora de hablar, porque uno desde afuera, en caliente, puede gritar cualquier cosa.

¿Cómo ha ganado credibilidad desde su faceta como comentarista?

En el caso de los que fuimos futbolistas, la única manera de ganar credibilidad es tratando de ser objetivo. Creo que le toca a uno asumir la posición de la crítica desde un lado distinto al del aficionado o a la del periodista de profesión.

¿Cómo logra el equilibrio en casos concretos como Santa Fe, América de Cali o la misma Selección Colombia?

Me preguntan mucho por Pékerman, por ejemplo. Hay un gran sector de la prensa que lo resiste porque él blinda mucho el equipo, pero creo que existen palabras adecuadas cuando uno no está de acuerdo con algo. También me parece que decir que un entrenador se equivocó en un cambio no es faltarle el respeto a nadie, así que lo digo con tranquilidad más allá de que yo conozco al técnico o haya jugado a su servicio.

¿Los defensores, que era la función que usted desempeñaba dentro del campo, ven el fútbol diferente a los atacantes?

Eso es relativo. Lo que sí digo es que me tocó escuchar a muchos futbolistas retirados que han acudido a los micrófonos y no me ha gustado la forma en la que se expresaban de los jugadores del presente. Por lo general, hablan sobre lo que hicieron, pero no analizan. Creo que hay algo en lo que uno no puede caer y es creer en que por más títulos o reconocimientos que se tengan, puedo juzgar a quienes me han reemplazado en el campo. Las épocas son distintas y eso hay que tenerlo muy claro.

¿Por qué fue un defensa central?

Las características y los valores que le da a uno en casa inciden en el puesto que ocupa el jugador en la cancha. Algunos entrenadores cambian la perspectiva, que fue lo que me pasó a mí, porque yo en las divisiones menores marcaba muchos goles, pero al ser líder y al tener una personalidad analítica, me hicieron ubicarme en la parte posterior de la cancha. El zaguero central es quien debe darle el equilibrio a todo el cuadro defensivo. De ahí que sea tan importante el liderazgo.

Hace cuatro años usted hizo parte de la Selección que compitió en Brasil 2014, ¿cómo recuerda esa experiencia?

Ese hecho fue lo mejor que viví en mi etapa como futbolista. Siempre tuve esa ilusión de asistir al Mundial. En todos los equipos en los que jugué, fui protagonista, fui titular y hasta capitán. En determinado momento me fui a Estados Unidos, cuando ya tenía un nombre consolidado, pero para un sector de la prensa yo había resignado mi puesto en el seleccionado, por fortuna me fue muy bien y fui, en esa temporada, la mejor contratación de la liga.

¿Este año, extraña ir al Mundial?

Claro. Aunque lo vamos a cubrir desde aquí, pero incluso tenía planes para ir a vivir la experiencia como un aficionado más del fútbol. Ahora tengo un rol distinto y lo estoy disfrutando al máximo, con algo de nostalgia por la participación que tuvimos en Brasil 2014.

¿Qué equivocación le pesa como futbolista y cuál desatino no se perdona como comentarista?

Las equivocaciones como jugador, sin duda, me pesan mucho más. Muchas veces dije cosas salidas de tono con periodistas, directivos y entrenadores, pero hoy estoy tranquilo porque siempre hice lo correcto.

¿Por qué tiene esa facilidad de expresión?

La experiencia, pero sobre todo el nivel de futbolistas con quienes he hablado me ha obligado a prepararme y a formarme mejor. Creo que los jugadores de ahora están mejor formados que los de antes, de ahí que se adapten mejor al medio europeo.

Por El Espectador

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