Sobre turismo en el Magdalena y un editorial de salarios de congresistas

Turismo por el Magdalena

Para el periodista Fernán Fortich Restrepo, quien el 19 de marzo publicó su artículo “Motivos para pensar en la protección ambiental cuando arranque el crucero por el Magdalena”.

Está muy bien pensar en las condiciones a prever en cuanto a ambiente y sostenibilidad que se deben exigir a esta operadora. Pero, antes que ello, es importante tener en cuenta que los escenarios que menciona como “sensibles”. Le recuerdo:

1. Es un milagro que vengan empresarios que inviertan en Colombia. Abrir este mercado no es nada fácil si se trata de imitar lo que se hace muy bien en África con sus colaterales. Claro está, sujetos a todo lo anterior.
2. Ante todo, estos inversionistas no sé qué tan enterados estén de la situación real de inseguridad actual para quienes transitan esta vía acuática. De hecho, estuvo interrumpida por las acciones de los enemigos de Colombia: FARC y ELN. Todos deberán llevar escolta.
3. Usted habla de humedales con garceros, fauna… y debe tener muy en cuenta y advertir a estos operadores del grave problema que significa la contaminación criminal que ya ha afectado los ríos Magdalena, Cauca y el tesoro de su sistema de ciénagas.

Este tema sí es muy sensible y real, porque el daño ya está hecho, y el gobierno “barre alegremente bajo la alfombra” ocultando este grave tema, por donde desaguan todos los ríos contaminados por la minería del oro.

Luis Benjamín Cediel Guzmán, vicenegocios - Cámara de Comercio Colombo Dominicana.

Rebaja salarial

A propósito del editorial del 21 de marzo, titulado “Los congresistas no piensan bajarse el sueldo”. Este es un asunto no tan fácil de entender. ¿Qué pasa con los salarios de otros servidores públicos que ganan igual que los congresistas o que su salario está muy cercano al de un congresista? Existen derechos adquiridos por algunos servidores públicos, lo que generaría un daño legislativo para estos.

Esos proyectos no pasan de ser populistas. En verdad, hay cosas más importantes y necesarias para debatir en el Congreso, como, por ejemplo, una verdadera y profunda reforma al sistema educativo, que está en crisis. La educación pública es un fracaso.

Agustín Quiñonez Forero

Envíe sus cartas a lector@elespectador.com