
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El título del editorial de El Espectador en su edición del sábado 14 de junio, “Israel viola el derecho internacional”, debió ser al revés: desde su llegada al poder en 1979, los líderes políticos y religiosos de la República Islámica de Irán han proferido innumerables amenazas contra Israel, llamando abiertamente a su destrucción, lo que de entrada constituye una clara violación al Artículo 2.4 de la Carta de las Naciones Unidas.
Para lograr su objetivo, Irán ha creado, entrenado, armado y financiado sus proxis en la región, Hezbollah en Líbano, Jihad Islámica y Hamás en Gaza y Cisjordania, Houties en el Yemen, instigándolas a agredir constantemente a Israel. En abril y octubre del año pasado, desde territorio persa se lanzaron cientos de misiles y drones contra Israel, en un clara agresión no provocada.
El pasado 13 de junio, la Agencia Internacional de Energía Atómica acusó a Irán de violación del tratado de no proliferación por la cantidad y nivel de uranio enriquecido, lo cual indica que Irán está en un proceso acelerado de construcción de armas atómicas, cuyo único destinatario es el territorio israelí, para cumplir su declarada intención genocida de aniquilar el Estado judío.
Ante las reiteradas amenazas, acompañadas de agresiones, Israel está en la obligación de proteger a sus ciudadanos. Durante el enfrentamiento actual, mientras que Israel ataca objetivos militares, con apego irrestricto al DIH, Irán ha lanzado centenares de misiles balísticos contra población civil, con víctimas fatales. Cada lanzamiento indiscriminado de misiles contra la población civil israelí documentado por diferentes medios de comunicación, constituye un crimen de guerra, en clara violación del derecho internacional y los protocolos de Ginebra.
Es entonces el régimen de los Ayatolas el que hace mas de 30 años viola el derecho internacional.
Jaime Rosental Roncancio.
Envíe sus cartas a lector@elespectador.com
