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Sobre una columna
Cae muy bien la columna titulada “Los aires están acondicionados”, en la que Tatiana Acevedo se refiere al daño ambiental que produce la utilización de aire acondicionado en la arquitectura. El uso recurrente de este mecanismo en los espacios habitables tiene, amén de las consecuencias ambientales señaladas, consecuencias sobre la calidad de la arquitectura misma de los lugares en climas cálidos. La razón de ser primigenia de la arquitectura es la de proteger a los humanos del medio ambiente, de modo tal que las temperaturas elevadas en un espacio se deben controlar mediante decisiones como la orientación frente al sol, la creación de sombras, el aprovechamiento de los vientos, técnicas de diseño como los espacios altos, la consideración de los colores utilizados y el uso de materiales constructivos como la rica y bella variedad de ladrillos calados que vimos en nuestra infancia, antes de que llegara el aire acondicionado que hoy, aún, usamos muchos arquitectos. Nada más agradable que una casa de tierra caliente ventilada naturalmente. Transcribe la columnista palabras de la Asociación Colombiana del Acondicionamiento del Aire y de la Refrigeración: “Es bien sabido que el aire acondicionado es un elemento a favor de la productividad”. Interpreto esta frase desde mi punto de vista: “Es bien sabido que la temperatura regulada de cualquier espacio es un elemento a favor de la productividad”, para lo cual lo primero debe ser tomar decisiones que tengan en cuenta la arquitectura.
Termina su escrito la columnista afirmando de manera acertada que “planear un futuro con menos emisiones de carbono implicará, casi con certeza, cambios en lo más íntimo: en el hogar y las ideas asociadas a la comodidad”. Esto es, con buena arquitectura.
Enrique Uribe Botero. Bogotá.
Sobre el operativo en Putumayo y un editorial (I)
Mi respaldo total a la manera como El Espectador ha afrontado las diferentes etapas de nuestra historia. Ahora más que nunca, en tiempos en que dominan aparentemente las redes sociales, es cuando se requiere un periodismo objetivo, vigilante y en defensa de los ciudadanos. Por eso, estoy en total acuerdo con su editorial titulado “El periodismo no es tan solo repetir la versión oficial”.
Jorge Luis Ospina Macías.
Sobre el operativo en Putumayo y un editorial (II)
En Nariño, donde hay precedentes de este tipo de conductas oficiales, no podemos sino solidarizarnos con los comunicadores que corrieron graves riesgos para explorar la verdad oculta entre comunicados oficiales, contra la obstinación de un Gobierno de arrojar niebla sobre tan graves hechos.
Jesús Ortiz Muñoz.
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