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Sobre los escoltas como lujos

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12 de abril de 2023 - 02:05 p. m.
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El libro Trabajos de mierda, de David Graeber, se ha convertido en un referente para quienes critican la idea del trabajo como una virtud en sí misma. El autor define este tipo de trabajo como aquel que no tiene una utilidad real y cuya única función es darle estatus a la persona que lo realiza. Este tipo de empleos son comunes en la sociedad moderna, donde se valora más la imagen que se proyecta que la verdadera utilidad del trabajo realizado.

No paro de pensar en esta idea cuando paso por el centro, cerca al Congreso, y soy testigo de la gran cantidad de guardaespaldas esperando a estos políticos, abriendo caminos por encima de toda la población, dejando el carro parqueado sobre las aceras. Entiendo que, en muchos casos, los guardaespaldas tienen una función real de protección, pero creo que en muchos casos no es así.

En la actualidad, los guardaespaldas se han convertido en una especie de símbolo de estatus, en donde la apariencia y la imagen se han vuelto más importantes que la seguridad real de la persona protegida. Es común ver a personas adineradas o figuras públicas rodeadas de guardaespaldas, incluso en situaciones en las que no existe una amenaza real. Esta práctica se ha normalizado a tal punto que, en muchos casos, la presencia de guardaespaldas se utiliza más como una forma de demostrar poder y estatus, que como una medida efectiva de protección. En este sentido, los guardaespaldas se han convertido en una especie de accesorio de lujo, utilizados como una herramienta para proyectar una imagen de poder más que para su función real de protección.

Ser guardaespaldas se ha convertido en un trabajo de mierda, ya que no solo es falto de utilidad real, sino también por la explotación a la que están sometidos. En muchas ocasiones, estos profesionales son maltratados por sus empleadores y se les obliga a realizar tareas que no tienen nada que ver con su trabajo, como sacar a pasear a los perros. Incluso se les menosprecia, por ejemplo, cuando el conocido restaurante Andrés Carne de Res creó un menú especial para ellos.

Es importante destacar que la labor de guardaespaldas en sí misma no es un trabajo de mierda, sino que se vuelve uno cuando se utiliza como un símbolo de estatus y no como una necesidad real de seguridad. Cuando se emplean guardaespaldas para proteger la vida de alguien que corre un riesgo real, esta labor adquiere una gran importancia y valor.

Walter Pérez Niño

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Helena(66766)13 de abril de 2023 - 10:11 p. m.
Y si señor… tiene toda la razón!
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