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María Corina Machado es tal vez la figura política más importante de lo que va corrido de este siglo en el mundo entero.
Su manera de luchar por la libertad del pueblo venezolano recuerda a Nelson Mandela y al Mahatma Gandhi. Lucha con su corazón, con sus convicciones democráticas, libertarias, justicieras, profundamente humanitarias, lucha con su voz, con sus manos limpias de toda mancha, lucha jugándose la vida.
Yo creo que ella es de esa estatura, de la Gandhi y Mandela, y en todo caso, la política más importante del mundo en lo que va de este siglo de terrible decaimiento moral, de deshumanización, de falacias y mentiras ya inconcebibles. No tengo duda. Lleva muchos años luchando contra la peste del chavismo, primero contra el propio Chávez, que no era otra cosa que un chafarote y un patán, y en los últimos 11 años contra su sucedáneo, el payaso y el gánster Nicolás Maduro. Ella está en Venezuela, ella no salió huyendo como Leopoldo López, o Guaidó, o el mismo Edmundo González. Ella está ahí, jugándose la piel. Lo angustioso es que la pueden matar cualquier día. Maduro tiene a sueldo a toda clase de criminales, ministros, magistrados, militares, periodistas, tecnócratas y empresarios venales, diplomáticos y colectivos paramilitares, de modo que María Corina está enfrentando un cartel monumental de hampones.
Y sigue luchando. Es estremecedor verla, oírla hablar, alentar a la gente y darle esperanza. Comprobar cómo ama sus ideales de libertad y los de su pueblo. Y es que no busca el poder para ella, la prueba es que con toda clase de trampas y argucias legales le impidieron ser candidata presidencial y respaldó a Edmundo y lo hizo ganar las elecciones, doblando en votos al criminal del Maduro. La gente estaba votando en realidad por María Corina, por su aliento por la libertad y la justicia y la decencia y la honestidad en el proceder.
A mí me parece un ser humano de inmensa estatura. Al lado de ella, figuras como Andrés Pastrana e Iván Duque son unos personajillos, unos enanos de la política, unos pusilánimes que solo están tratando de renovarse políticamente, de salir un poco de la sombra interminable en que viven ya para siempre, y aprovecharse de María Corina para figurar en los medios de comunicación, exhibiendo la falsa apariencia de los estadistas que nunca fueron, que jamás llegarán a ser. María Corina es muy superior a tipos como esos, en lo moral, en lo vital, en lo político y social, en la trascendencia de los acontecimientos mismos de la historia reciente de esta parte del mundo.
Pastrana y Duque son tan mezquinos, además, que usan la situación de desesperanza del pueblo venezolano para atacar a Petro, a quien odian, a quien le tiene pavor, a quien no se tragan como los reaccionarios que son. Y se valen de María Corina para pacer marrullas partidistas, de cara al 2026. De eso es que se trata la exhibición que han hecho en los medios de comunicación en estos días.

Por Gonzalo Mallarino Flórez
