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El abogado de Maduro en la ONU

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Julio Borges
30 de septiembre de 2025 - 03:07 p. m.
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La reciente intervención de Gustavo Petro en la Asamblea General de las Naciones Unidas dejó más sombras que luces. En un escenario que debería servir para defender principios universales, el presidente colombiano optó por un discurso errático que, lejos de proyectar liderazgo, evidenció contradicciones y un uso calculado de la retórica.

Petro buscó presentarse como un estadista global, casi como un salvador del orden mundial, contrastándose con figuras como Donald Trump, quien en sus discursos en la ONU apelaba al nacionalismo y a la fuerza. Sin embargo, Petro, en lugar de defender valores democráticos, optó por un libreto de victimización hacia los narcotraficantes del Caribe, como si se tratara de sujetos abandonados por la humanidad en lugar de responsables de un negocio que ha sembrado muerte, corrupción y violencia en toda la región.

El presidente revistió su intervención de un tono moralista y mesiánico, pero en la práctica se dedicó a blanquear a dictadores como Nicolás Maduro, un sujeto que ni siquiera se atreve a pisar el recinto de Nueva York desde hace cinco años por temor a caer en manos de la justicia.

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En ese mismo escenario, el vacío de la sala durante el discurso de Petro fue elocuente, recordando la desolación que dejó alguna vez la intervención de Delcy Rodríguez, la vicepresidenta venezolana, que también encontró poco eco a sus proclamas.

Además, su discurso trasnochado de “ellos y nosotros”, del “Aureliano” contra el “imperio”, ya no tiene ni fuerza ni seguidores. Esa retórica, anclada en un pasado romántico, pretende dividir al mundo entre el norte opresor y los pueblos oprimidos, cuando la realidad es otra: hoy la lucha es entre Occidente y la barbarie, entre el crimen organizado y la democracia, entre la libertad y el autoritarismo. Y en América, la principal expresión de esa barbarie no es otra que la Venezuela de Maduro, el régimen que Petro intenta legitimar a costa de los valores que dice defender.

La apuesta de Petro de erigirse como voz del sur global y contraparte del liderazgo estadounidense, en realidad, parece servir a intereses oscuros: relativizar dictaduras, cuestionar selectivamente a las democracias liberales y ofrecer indulgencia a quienes han pisoteado las libertades de sus pueblos.

Lo grave es que, mientras Petro se recrea en un discurso cargado de metáforas gastadas y posiciones ideológicas que nadie en el mundo libre se toma en serio, Colombia queda expuesta como un país sin rumbo en la política exterior, alineado más con los verdugos que con las víctimas, más cerca de los regímenes autoritarios que de las democracias que nos han abierto las puertas.

Petro no habló como presidente de una nación orgullosa de sus instituciones, sino como portavoz de una causa equivocada. Y ese error no es anecdótico: es un mensaje claro de hacia dónde pretende llevar este país.

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enriqueparra1978(84821)03 de octubre de 2025 - 02:00 p. m.
Definitivamente los medios ayudan a que el guerrerismo y la violencia sigan manejando los organismos internacionales. Lo que el mundo necesita es la paz y no la guerra. Ya sabemos que de la guerra solamente podemos esperar violencia y muerte. De la paz un nuevo orden mundial y la posibilidad de que ninguna persona muera por hambre o por falta de agua. Si seguimos con las guerras vamos a acabar con el planeta. Y no ha de faltar el loco que tire la última bomba atómica.
luis mejia(46988)02 de octubre de 2025 - 01:54 a. m.
Petro es el presidente más digno que ha tenido Colombia ,ha manifestado lo que ningún arrodillado y vende patria se hubiese atrevido a decir ! Borges solo es un adeco copeyano nostálgico del poder como lo son en Colombia los partidos tradicionales que han explotado este platanal hasta que llegó Petro y mandó a parar , poniendo en evidencia las formas en que vivido y explotado a las clases más desfavorecidas. Ahora Borges está en la oposición esperando entregar a Venezuela a los yanquis.
Lonjaoriente(62635)01 de octubre de 2025 - 10:10 p. m.
ESTE BORGES ES UNA CAVERA OSCURA. POR FAVOR SACARLO DEL ESPECTADOR.
Unus et alter(71824)01 de octubre de 2025 - 09:06 p. m.
Mucha bestia este tal Borges.
Pedro Juan Aristizábal Hoyos(86870)01 de octubre de 2025 - 05:05 p. m.
Qué vergüenza de columna. Este Borges, como tantos colombianos opositores apoya genocidas y además apoyan que el Patrón del mal Trump, bombardee a civiles en el Caribe. De verdad da tristeza ver esta mano de odiadores arrodillados al fascismo, y los comentaristas acaso tienen el mínimo sentido de sensibilidad humana y de responsabilidad por la situación de la humanidad. Los comentaristas ¿Dónde se formaron? ¿Quién les paga? ¿Qué saben del sentido de humanidad? ¿Aman violar los derechos humanos?
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