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¡Esteban, vuela alto!

María Teresa Ronderos
30 de agosto de 2021 - 03:00 a. m.

Con este grito lloraron los amigos a Esteban Mosquera, músico de la Universidad del Cauca, 26 años, asesinado el pasado 23 de agosto por dos sicarios en moto.

El día anterior mataron a otros tres jóvenes, de la familia Zapata Mera en Santander de Quilichao, mientras celebraban una fiesta de 15. Es la cuarta masacre del año en ese municipio y la octava en el departamento del Cauca, según Verdad Abierta.

El presidente dice que condena los hechos, pero en realidad no tanto. Terminando su gobierno, ni siquiera tiene una política de seguridad para atender de veras la tragedia del Cauca. Allí la fuerza pública se ha maleado a pedazos, los intereses económicos y políticos se defienden como sea, hay narcotraficantes entre los más violentos y mejor armados que hayamos sufrido, y hay forajidos disfrazados de guerrilleros para encubrir su cobarde apego a los negocios turbios.

Y ahí entremezclada, desarmada, hay una valiente fuerza civil que resiste y levanta su clamor. Son resguardos indígenas, consejos comunitarios de comunidades negras, grupos campesinos, estudiantes movilizados y colectivos culturales diversos, todos con talento para organizarse y capacidad de comunicar y juntar aliados.

En un medio llamado Contraportada, Esteban Mosquera abogaba por una educación de veras gratuita para los universitarios. “Hace varios años se gestaba el amor que nos uniría, los sueños por un mejor país, la rebeldía de nuestros corazones, la resistencia, la insistencia, la lucha por comunicar la verdad”, dijeron sus colegas el día de su muerte.

En un comunicado posterior, declararon que es necesario hacer visible que cuando funcionarios públicos y a veces también medios estigmatizan a la prensa independiente y a la protesta terminan dándole un aura de legitimidad a los abusos de miembros de la fuerza pública y de la sociedad.

Por eso, a fines de 2018 nadie investigó por qué un agente del Esmad le había disparado a Esteban un proyectil antimotines en la cara, cuando andaba sacando fotos del “agite en las ingenierías a la entrada de las residencias universitarias”, según él mismo contó luego. El ataque lo hizo perder un ojo, pero no las ganas de seguir luchando para que les abrieran a los jóvenes las puertas grandes a la educación.

¿A quién le incomodan Esteban y su insistencia? La respuesta da la clave de quién lo mató. La respuesta a una pregunta similar nos da la pista sobre los responsables de la muerte, en julio pasado, de Yeisi Campo, 36 años, líder de un consejo comunitario en Morales, Cauca.

El coronel Boris Albor, de la Policía, ofreció $50 millones por dar con los asesinos de Esteban Mosquera. En julio pasado, las autoridades habían ofrecieron $600 millones por información que llevara a la captura de John Mechas, “un peligroso delincuente” de las disidencias, dijo el general Vargas, de la Policía.

Eso es lo que nos pasa en Colombia. No hay voluntad real de proteger a los buenos, ni siquiera la hay de llamarlos buenos. Lamentos y recompensas son anémicos cuando se trata de ellos. Vale más la gesta para restarle credibilidad al Acuerdo de Paz, inflando a los supuestos guerrilleros disidentes, que las ganas de proteger a los críticos del estado de cosas injusto.

Escribieron los colegas de Esteban que su muerte los alienta a seguir exigiendo la educación pública, gratuita y universal, “a ser sembradores del mundo a donde habiten todos los mundos”, y, como él les enseñó, que respeto, amor, arte y diálogo sean el modo de tejer la resistencia.

Si los de arriba entendieran que cumpliendo los sueños de este joven mártir es como mejor construirían la tan buscada seguridad democrática.

Su memoria siempre volará alto.

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Claudia(33549)30 de agosto de 2021 - 09:55 p. m.
Gracias María Teresa
Adrianus(87145)30 de agosto de 2021 - 09:07 p. m.
Otra vez, por enésima vez, tenemos un cuadro muy doloroso.
jose(33220)30 de agosto de 2021 - 07:49 p. m.
felicitaciones señora columnista ud siquiera tiene esperanzas que los de arriba entiendan . yo por mi parte sé que el de arriba (duque uribe ) si entiende pero de muerte y corrupción a la lata . mire no más para terminar de reirse del pueblo acaba de nombrar a carrasquilla como codirector en banrepublica . rata de alcantarilla .
Daniel(rvd59)30 de agosto de 2021 - 04:53 p. m.
Los jóvenes van por buen camino. Dentro de poco la educación pública será gratuita y universal. La lucha de Esteban, de Lucas Villa y de quienes ofrendaron su vida, no será en vano. El cambio está cerca.
ERWIN(18151)30 de agosto de 2021 - 12:25 p. m.
la "seguridad democratica" ..el matarife la quiso edificar encima de las osamentas de todos los asesinados..sobre todo jovenes ..ya llevaba 6402 ..iba adelantado ..les sale mas barato asesinar que dar educacion ..
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