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Esta semana le tuvimos que volver a esconder el café al presidente Petro porque anda muy ansioso buscando prendas de difuntos pa declaralas patrimonio cultural.
Su último embeleco fue rescatar la sotana del padre Camilo Torres, un religioso defensor de los pobres que se metió a la guerrilla sin saber disparar ni correr.
Se suma al sombrero de Pizarro, comandante guerrillero que firmó la paz y la cumplió, pero siendo candidato presidencial fue asesinado dentro de un avión en pleno vuelo. ¡Cosa de locos!
Nosotras ya le alvertimos a Tavo que ni se le ocurra buscar la toballa de Tirofijo ni la boina de Jojoy… y mucho menos la dentadura de Iván Mordisco.
El tinto lo tiene muy alterao: a la periodista María Jimena Duzán, que lo apoyó a la presidencia soportando los insultos del uribismo, le dijo quizque periodista “Mossad”.
¿Mosa? Mossad, con doble ese y d. Es una palabra en clave que quiere decir:
Muy
Obsesiva conmigo, pero
Silenciosa para
Sacarle los trapitos
A
Duque
¡Tías! -llegó como una tromba Laura Sarabiada a la cocina-, tenemos un “fuego amigo” en Palacio que está filtrando información y necesito que ustedes se sometan al polígrafo.
¿Poli qué? Polígrafo, detector de mentiras, tías -dijo Laurita sacando el aparato-. Si una persona está diciendo embustes esta máquina inmediatamente pita.
Arrecordate Tola cuando le pusieron eso a Iván Name y casi lo funde -dije yo sirviéndole a Laurita una tazada de chocolate acompañada de migas de arepa.
Venga y verá la probamos, tía -dijo la Sarabiada sentando a Tola y pegándole unos cables del brazo-. Cuando yo le pregunte alguna cosa sumercé me contesta sí o no.
Tía, ¿ustedes le están contando cosas de doña Verónica y mías a Darcy Quinn? Tola trastabilló, tragó saliva, me miró con ojos de ternero güérfano y contestó: No. La máquina soltó un pitido de policía de tránsito y tembló.
Hágale otra pregunta, Laura -salí en defensa de mi amiga-. Ese aparato puede fallar a veces. Pero ajualá una pregunta fácil pa Tola, como la capital de Antioquia o la tabla de multiplicar del 1.
Está bien, tías, vamos con otra pregunta: ¿es cierto que por fuera de la Casa de Nariño ustedes se refieren al presidente Petro como “el ojibrotao”? ¡No! -contestó Tola con la seguridá del mentiroso profesional.
La máquina pegó un ronquido de hipopótamo y se recalentó. Laurita la desconetó pa que se infriara. Tola pidió permiso pa ir al inodoro y me mató el ojo pa que la siguiera.
Maruja, por Dios -me dijo Tola en el baño-, ¿qué contesto cuando me pregunte si fuimos nosotras las que regamos el chisme de que Tavo se puso pelo? Contestá que sí, a ver qué cara pone el aparato.
¿Y cuando me pregunte si es cierto que nosotras salimos seguidito a tomar el algo parviao con Ingris Betancur, más conocida como Madán Cizañé?
No le mostrés culillo al aparato Tola que es pior, esas máquinas güelen el miedo. Tenés que contestar No a todo, sin gaguiar. Si te pregunta si en primera vuelta votamos por el Tibio, decí que no.
Cuando regresamos a la cocina estaba también misiá Verónica. Laurita le volvió a acomodar los cables a Tola y le preguntó: Tía, ¿ustedes convidan a nuestros guardaespaldas a merendar y les sacan información sensible?
Tola, ya entrenada, contestó de una que No. ¡Tráquete!, la máquina pegó un traquido que nos hizo brincar a todas, soltó un humero de llanta quemada y se apagó del todo.
Ñapa: Qué dolor de Gaza.
Payola: ¿A usté también se le sale el montañero hasta bailando canto gregoriano? Última función de La salsa de mi vida, cómo superé el chucuchucu: www.galeriacafelibro.com.co
