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El efecto Mancuso

Juan David Ochoa
31 de octubre de 2020 - 03:00 a. m.
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Mancuso comenzó a hablar ante Justicia y Paz, un escenario previsto por todos y temido por los ultras de la derecha que han empezado a fastidiarse radicalmente, demostrando el talante visceral del odio contra todos y contra todo, calumniando y gimiendo, babeando furia, azotando portazos, aturdiendo entre salas virtuales y entrevistas. No pueden hablar ahora con naturalidad como lo hacían antes, disimulando diplomacias estratégicas y discursos políticamente correctos. El tiempo los está acorralando en la última sombra del resguardo y ladran contra los destellos y los sonidos que parecen mencionar sus nombres, aunque sean solo sonidos de la noche entre sus sueños. Tienen pavor. Lo demostró recientemente el presidente eterno de Fedegán, José Félix Lafaurie, publicando una fotografía de alias “Uriel” en la que sugería una similitud física con el investigador Ariel Ávila, insinuando la misma identidad. Una bajeza sin antecedentes entre los métodos conocidos de un partido que ha usado todos los recursos del odio para despejar el humo del escándalo sobre sus pasados y sus nombres. Todos los contextos los ponen nerviosos: los paros sucesivos contra el desastre político, la resonancia internacional de la minga, la ignominia monumental de un ministro de Defensa insostenible, los gastos inverosímiles en helicópteros de lujo y esquemas de publicidad, la incompetencia del presidente que les resultó imposible de ocultar y las confesiones del jefe paramilitar que tanto adoraron en los tiempos de victoria y vitorearon en el Congreso en una pública justificación de su legado.

Aunque sigan ostentando el poder, no pueden evitar los efectos del tiempo y las consecuencias de sus viejas alianzas. La magistrada Cecilia Olivella, quien atendió las primeras grandes revelaciones de Salvatore Mancuso, fue amenazada junto a su familia, y los magistrados de la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Barranquilla han empezado a denunciar persecuciones y hostigamientos. La atmósfera nacional está plagándose de pestilencia y tintes dictatoriales que demostraron, también, en la moción de censura contra Carlos Holmes Trujillo que tumbaron impunemente, en una burla y una afrenta a la Constitución y a las reglas mínimas del ejercicio democrático que saben que ha empezado a desaparecer con sus prácticas. Pero nada importa, dirán, cuando su jefe metafísico, Álvaro Uribe Vélez, ha empezado a caer bajo revelaciones y fallos judiciales que insultan su nombre. Pareciera que la estrategia definitiva fuera tomarse el poder con los últimos alientos de la tradición y negarse a entregarlo. Se puede ver en sus prácticas exasperadas y en sus ojos, en sus injurias y en sus fobias agigantadas, en sus matices desaparecidos y en su ruindad. Ahora son ellos, sin bozal y sin máscaras, intentando sostener ese pasado unificador de narrativas con victorias inventadas y fábulas de moral católica que pudieron difundir con incienso desde sus despachos salpicados de sangre. No deja de ser una ironía oscura que el jefe supremo del paramilitarismo sea el mismo que los pone ahora a temblar, un final que podría entenderse entre la lógica de los partidos que se niegan a aceptar la constitucionalidad y la función legal de los poderes y acuden a la anarquía de los suburbios para todos los fines. La ley del bajo mundo actúa ahora.

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Luis(17764)01 de noviembre de 2020 - 09:04 p. m.
Todo plazo se cumple matarife creyo solucionar el problema extraditando a los paracos pero se le devolvio la prosecion ójala x lo menos limpien su conciencia los paras y aporten a la verdad x dura q sea
Walter(32014)31 de octubre de 2020 - 08:44 p. m.
Y hablando de viejas alianzas y mangualas, estas siguen ahí en los departamentos más militarizados del país, allí donde las masacres y asesinatos selectivos son el pan de cada día.
Julio(2346)31 de octubre de 2020 - 07:12 p. m.
¿Porqué cuando un exparamilitar como Mancuso denuncia a sus excómplices, o cuando una corrupta como Merlano denuncia a sus exsocios no se les concede credibilidad "por ser delincuentes", pero cuando los exguerrilleros como los que hoy conforman el CD acusan a Petro entonces sí se les concede credibilidad... aunque sean exguerrilleros?
  • Julio(2346)31 de octubre de 2020 - 07:21 p. m.
    .....Vale recordar que el centro democrático está formado por numerosos exguerrilleros: del EPL Carlos Franco, Mario Agudelo, Darío Acevedo y Aníbal Palacios; del M19 Everth Bustamante, Rosemberg Pabón, Eduardo Chávez, Carlos Alonso Lucio, Augusto Osorio, Laura Pizano, del PC José Obdulio Gaviria y del ELN Adolfo Bula, entre otros prepagos, culiprontos y lameculos del narcoparaco.
Julio(2346)31 de octubre de 2020 - 07:09 p. m.
Consejo para Salvatore Mancuso: !No le reciba agua saborizada a NHM ni a ningún sicario de AUV! Recuerde lo que le sucedió a J. E. Pizano y a su hijo! Y el mismo consejo va para Monsalve y todos los testigos contra el narcoparaco.
Julio(2346)31 de octubre de 2020 - 07:04 p. m.
Mientras las genocidas Farc confiesan sus homicidios y genocidios, la policía y los militares se obstinan en negar o en tratar de justificar los suyos, aunque son tan evidentes los de éstos como los de aquellos. Más sinceridad que las "fuerzas del orden" han tenido Popeye y los paramilitares como Mancuso y Jorge 40 que con arrogancia y cinismo han admitido sus crímenes.
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