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Grietas en la salud
A propósito del editorial del 10 de julio, titulado “El barril sin fondo de la salud”. Para no redundar ni repetir sus argumentos, faltaron cuatro elementos que se han disparado:
- El gasto de bolsillo de las familias.
- El aumento en la venta de seguros particulares.
- La escasez de medicamentos.
- La situación de los médicos.
Yo he sido médico independiente, ginecólogo. Me ha costado mucho mantener mi consultorio durante 35 años, y sigo adelante porque amo mi vocación de servicio. Pero al ver a mis colegas y a los nuevos estudiantes, el panorama no es nada optimista para ellos. La cuerda siempre se revienta por lo más delgado: los médicos. Y, por supuesto, esto termina afectando al actor principal: el paciente y su familia.
Si hubieran continuado construyendo sobre lo que dejó el ministro Alejandro Gaviria, hoy el sistema sería robusto, eficiente y de vanguardia. Pero destruir es más fácil; eso solo lo valora la galera de fanáticos.
Orlando Bustillo JR. MD.
Necesaria renovación en la formación médica en Colombia
Esta carta refiere a la columna de Fernando Galindo G. del pasado 4 de julio, titulada “El debate sobre la educación médica en Colombia”. Tal como he expresado en varias ocasiones, el currículo de la formación médica —no solo en Colombia— está haciendo agua. Resulta urgente e indispensable repensarlo y transformarlo de manera significativa, para que sea coherente y pertinente con la realidad actual en salud.
Precisamente, al final de este mensaje —a continuación de mi firma— encontrará el enlace a la grabación de una presentación que realicé recientemente sobre este tema en la Academia de Medicina del Valle.
Confío en que su agenda le permita revisarla o encargar esta tarea a alguien de su equipo, y que eventualmente pueda compartirla con el señor Fernando Galindo.
Considero que abrir estos espacios de reflexión —tal vez liderados por El Espectador—, donde las perspectivas y posturas académicas se articulen de manera decidida con la realidad de la práctica cotidiana y con las verdaderas necesidades de los pacientes, de la ciudadanía y del país, puede marcar un punto de inflexión en la transformación profunda que con urgencia demanda la educación médica.
Jairo Echeverry-Raad MD., Profesor Titular, en TdC y LENR (Facultad de Medicina, Universidad Nacional de Colombia).
Envíe sus cartas a lector@elespectador.com
