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De la ministra de Ciencia sobre algunos artículos

Cartas de los lectores
22 de septiembre de 2020 - 06:21 p. m.

Me dirijo a usted a través de esta carta con el ánimo de propender por el equilibrio informativo y el excelente manejo de fuentes que ha caracterizado a El Espectador durante su existencia.

Esto, por cuanto se han publicado varios artículos con imprecisiones sobre el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, para los que no se ha buscado la voz de la entidad y en los que hay varias imprecisiones que vale la pena aclarar. Nuestro Ministerio es un lugar de puertas abiertas, sobre todo para los medios de comunicación, a quienes consideramos nuestros principales aliados.

A continuación, hago referencia de algunos de esos artículos de los que no hay información verídica de los hechos y de los que no se ha consultado la voz de nuestro Ministerio.

1. El primer artículo, titulado ‘Un proyecto de 1.700 millones de la MinCienciatón se suspendió’, publicado el 12 de agosto de 2020, hace referencia a un proyecto adelantado con la Universidad Javeriana, que fue suspendido para guardar normas de buenas prácticas y de ética y sobre el que vale la pena hacer varias precisiones:

La decisión de suspender la estrategia de hidroxicloroquina como intervención de profilaxis fue tomada por la Pontificia Universidad Javeriana desde hace más de dos meses (24/5/2020), tras la definición del comité de investigación y ética de esa Universidad y del Hospital Universitario San Ignacio, que fue reportada oportunamente y avalada por Minciencias.

Para el momento de la convocatoria (marzo 2020), la intervención con hidroxicloroquina estaba plenamente justificada. Dentro del desarrollo de una investigación, definir y modificar la intervención de un estudio, a la luz de la evidencia es una buena práctica y por ende un buen uso de los recursos.

En mayo, el Comité de Investigaciones y Ética Institucional de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Javeriana y el Hospital Universitario San Ignacio revisaron la publicación Mehra MR, Desai SS, Ruschitzka F, Patel AN. Hydroxychloroquine or chloroquine with or without a macrolide for treatment of COVID-19: a multinational registry analysis. Lancet 2020 May 22, estudio que incluyó 96.032 sujetos hospitalizados con diagnóstico de infección por COVID-19 de 671 hospitales en 6 continentes y, tras el análisis a 4 grupos de tratamiento, se encontró la aparición de arritmias. Con esta nueva información disponible, el Comité decidió suspender tanto los estudios de prevención como de tratamiento con estos fármacos. Para entonces se estaban preparando los pasos preliminares al enrolamiento de pacientes.

Se informó a los investigadores de la detención temporal de los estudios por seguridad de los participantes y, de esa manera, este se convirtió en el primer Comité de Ética e Investigaciones en advertir los posibles riesgos. La investigadora principal, dra. Sandra Valderrama, avisó a la entidad financiadora y tanto ella como su grupo de investigación estuvieron de acuerdo con la decisión.

Antes de tomar una decisión definitiva se esperaron los resultados del análisis interino del estudio “Recovery” de la Universidad de Oxford y del análisis interino del estudio Solidarity. Sin embargo, los investigadores determinaron que, con la información disponible, las incertidumbres en cuanto a seguridad, y los graves problemas de viabilidad del estudio, el camino más adecuado era seleccionar alternativas de quimioprofilaxis que tuvieran adecuada racionalidad científica y de seguridad.

Se optó por el antiviral tenofovir/emtricitabine (TDF/FTC) como alternativa en remplazo de la HCQ, con por lo menos seis estudios in vitro y un estudio clínico indicando su potencial efecto protector contra la infección, que debería ser evaluado en experimentos clínicos.

En junio 11, la doctora Sandra Valderrama presentó el proyecto “Efectividad del uso de elementos de protección personal más Tenofovir/Emtricitabine para la prevención de la transmisión de SARSCOV-2 a trabajadores de la salud. Experimento clínico aleatorizado” e informó del cierre del estudio previamente suspendido, titulado: “Efectividad del uso de elementos de protección personal más hidroxicloroquina para la prevención de la transmisión de SARS-COV-2 a trabajadores de la salud”.

Este estudio se aprobó el 25 de junio, de manera condicionada a realizar los cambios que el comité consideró necesarios en el proyecto y que fueron realizados y aprobados. Es decir, no se suspendió sino que evolucionó en su objeto, teniendo en cuenta la evidencia aportada.

El proceso que se ha llevado a cabo con el estudio citado ha sido oportuno, transparente y coherente con la evidencia aportada por la literatura científica a lo largo de la pandemia, y no existe ningún “enredo jurídico” con el proyecto, como lo indica el artículo publicado.

2. El segundo artículo al que nos queremos referir es ‘Critican creación de posdoctorados por los que se cobra en Colombia’, publicado el 15 de agosto de 2020. Quisiéramos hacer ciertas claridades:

Para el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, un Posdoctorado es una experiencia en investigación que se realiza cuando el profesional ha culminado su doctorado. Es una alternativa para doctores que quieren seguir investigando en la línea en la cual desarrollaron su tesis y buscan una universidad, un centro de investigación o una empresa que desarrolla I+D para realizar una experiencia académica o científica y es claro que no da un título académico. Lo que tradicionalmente solicitan los doctores que vivieron esa experiencia es la certificación de su realización y el tiempo en el cual se desarrolló y es necesario aclarar que el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación no es competencia para dar lineamientos sobre los mismos. En la plataforma de registro de investigadores, aunque este ítem aparece dentro del componente de formación académica, se registra como estancia postdoctoral porque así fue diseñada la plataforma hace más de 10 años.

3. El tercer artículo es ‘Los méritos del INS que se atribuye minciencias’, publicado el 4 de agosto de 2020. Al inicio de ese artículo, al cual le compaña una foto mía, se indica que yo aseguré que mi “principal logro hasta ahora como ministra fue impulsar la red nacional de laboratorios para hacer pruebas de COVID-19”. Esto no es cierto y la frase, además, fue sacada de contexto.

En ningún momento he pretendido tomar los logros del Instituto Nacional de Salud como si fueran del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. Lo que esta institución ha logrado es el fortalecimiento de 90 laboratorios en 26 departamentos y en Bogotá, entre los que se cuentan laboratorios de universidades, de salud departamental y de algunas empresas privadas, con inversión de más de $253 mil millones provenientes del Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación, del Sistema General de Regalías. Minciencias está contribuyendo a fortalecer laboratorios en lugares a los que no había llegado inversión en Ciencia, Tecnología e Innovación, como Leticia que ya inició su proceso, Guainía o Guaviare.

La inversión está dirigida a atender principalmente el fortalecimiento de los laboratorios en cuanto a talento humano, equipamiento, dotación y adecuación de infraestructura; el mejoramiento de las condiciones de bioseguridad de los laboratorios; la creación o el fortalecimiento de servicios científicos y tecnológicos, y el fortalecimiento de programas de vigilancia y monitoreo para el reporte de información sobre eventos de interés en salud pública.

Minciencias lideró un mapeo con el que se establecieron las capacidades de los laboratorios de Biología Molecular de las Universidades, Secretarías Departamentales de Salud y algunos hospitales universitarios, para reconocer oportunidades y eventualmente soportar a la Red de Laboratorios Departamentales en términos de ofrecer su experiencia en biología molecular ante la emergencia actual.

Este diagnóstico lo hicimos en alianza con el Ministerio de Educación Nacional, el Instituto Nacional de Salud, la Universidad de Antioquia, la Universidad de los Andes y la Universidad del Bosque, lo cual se soporta en documentos de análisis y resultados que pueden ser consultados.

También se buscó identificar los principales retos a superar para poder fortalecer la infraestructura de investigación y desarrollo del país, con alternativas que respondan no solo a la pandemia de coronavirus sino a otras patologías que han sido relevantes en el país desde hace algunos años como dengue, malaria y Chikunguña, entre otros, y a las eventuales situaciones epidemiológicas con agentes biológicos de alto riesgo para la salud humana que se puedan llegar a presentar.

Los laboratorios no son solo para diagnóstico, sino también para investigación de enfermedades como el COVID-19 y otras enfermedades, o incluso para futuras pandemias que podamos tener.

Esta convocatoria no estuvo únicamente dirigida a la red de laboratorios de salud pública del país (cuyo laboratorio de referencia nacional es el INS), sino que también involucró a otros actores clave , que cuentan con capacidades científico-tecnológicas susceptibles de ser fortalecidas para atender esta emergencia y futuras: centros e Institutos de investigación y desarrollo tecnológico, Instituciones de Educación Superior, gobernaciones, laboratorios de Salud Pública, Instituciones Prestadoras de Salud y hospitales universitarios.

Es importante mencionar que, si bien es cierto que el periodo máximo de ejecución de los proyectos de inversión es de 12 meses, los resultados de los mismos solo se verán hasta el último mes de ejecución. Lo anterior se soporta en que varios de los pr oyectos iniciarán el fortalecimiento de sus servicios científicos y tecnológicos , o la prestación de los mismos , desde los primeros dos trimestres de ejecución.

Con los tres ejemplos anteriormente expuestos, me dirijo para recordarles que en el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación encontrarán la información para aclarar cualquier duda que tengan. Estamos dispuestos a responder a sus preguntas cuando de hablar de Minciencias se trata, para evitar caer en imprecisiones.

Mabel Gisela Torres Torres. Ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación.

 

name(61569)23 de septiembre de 2020 - 04:47 p. m.
Los "científicos" de academia no han podido digerir que en el Ministerio esté Mabel Gisela. Aunque no serían capaces de aceptarlo, hay un racismo disfrazado. Una afrenta a la ciencia tan "cachaca".
Manuel(6280)22 de septiembre de 2020 - 11:41 p. m.
Al menos curioso que el Ministerio de Ciencia y Tecnología de señales de vida para acotar tres NO realizaciones: una investigación que NO se continuó, una actividad en postdoctorados que NO le compete y unos méritos que NO hizo. Esperamos sus noticias sobre algo que SI haya hecho ...
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