Sobre viejos y abuelos

Un aspecto fundamental para entender el envejecimiento humano, y por tanto a los viejos, es que a medida que envejecemos nos vamos haciendo más heterogéneos. Esto es obvio dado que el paso de los años trae consigo una serie de vivencias y experiencias que nos hacen únicos. Si comparamos una cohorte de jóvenes bachilleres de 16 años, encontraremos en su parte física y en su manera de pensar muchas semejanzas que se irán diluyendo con el paso de los años, dado esto por las diferentes vivencias y el efecto del estilo de vida. Por lo anterior, es un error que se comete con frecuencia hacer generalizaciones, en especial en las personas de edad avanzada, lo cual lleva a falsos estereotipos, como viejo cascarrabias, viejo verde y otros más. Ser viejo o anciano solo significa haber vivido muchos años, solo eso, el paso de los años no hace a la persona más caprichosa ni tampoco desafortunadamente más sabia. Pero aparte de una edad cronológica, tener cualquier cantidad de años no significa nada más que eso.

Por estos días se ha desatado una polémica que hace referencia al hecho del confinamiento obligatorio para las personas mayores de 70 años, por ser este el segmento de la población más vulnerable a presentar desenlaces desfavorables. Un grupo de ilustres académicos, políticos, periodistas y demás han levantado su voz de protesta contra el Gobierno Nacional por considerar esta determinación como un acto discriminatorio. De otro lado, la Academia Nacional de Medicina, con su vocero principal, agradece al Gobierno por tratar a las personas mayores como abuelitos y por cuidar de ellos.

En la lengua anglosajona existe el término ageism, que significa aversión o repulsión por las personas viejas. No existe en el diccionario de la RAE ninguna palabra similar. Pero esto no quita que no exista la actitud. Por su parte, la designación abuelo para referirse a una persona mayor es completamente incorrecta, ya que esto es solo un rol sociofamiliar y es aquel que tiene nietos. Aquí de nuevo el diccionario de la RAE se equivoca, pues indica que la palabra abuelo sí hace alusión a una persona vieja. Referirse a una persona mayor como abuelito, a pesar de ser dicho posiblemente de manera cariñosa, termina por dar una sensación de lástima y de incapacidad de valerse por sí mismo. Por lo tanto, termina por ser un término más peyorativo que exaltador. ¿Y qué tal si mejor llamamos a las cosas por su nombre, evitamos los eufemismos y los términos falsamente cariñosos y nos referimos a la persona que tiene un generoso número de años como viejo o anciano, sin que ello sea discriminatorio o despectivo, en vez de utilizar términos blandos como adulto mayor o, peor aún, abuelito?

Pero más importante aún que la discusión del término correcto para describir a un grupo etario es saber que cualquier persona, independientemente de su edad o género, goza de autonomía como un principio bioético fundamental. Y que esta persona, a menos que presente una condición mental como demencia, debe gozar de la capacidad de tomar sus propias decisiones, así estas impliquen ciertos riesgos. Muchos ancianos ven coartada su libertad por unos hijos bien intencionados que restringen una gran cantidad de libertades en sus seres queridos. Cada caso debe considerarse de manera individual. Si el señor presidente de la Academia Colombiana de Medicina considera que por su edad debe agradecer que lo cuiden y lo traten de abuelito, no parece apropiado que como institución se acepte esta imagen que atenta contra la dignidad de todas las personas mayores.

Jorge Hernán López Ramírez. Médico geriatra. Profesor titular, Facultad de Medicina, Universidad Nacional.

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