Con un poco más de dos semanas en el cargo, la canciller Laura Sarabia enfrenta su primer cuestionamiento. A su despacho llegó nada más y nada menos que un oficio de la Procuraduría sobre el concurso de carrera diplomática que se está desarrollando para 2026.
El documento, en manos de El Espectador, señala que el Ministerio Público comenzará a ejercer una “vigilancia preventiva” sobre este evento, que es liderado por el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Academia Diplomática Augusto Ramírez Ocampo. Justamente, esta última, encabezada por Lena Yanina Estrada Asito, sería la fuente de las preocupaciones que rondan el concurso.
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Y es que, según conoció este medio, habría varias irregularidades en el proceso de selección de los participantes. Por esa razón, se prendieron las alertas en la Procuraduría sobre el concurso, que este Gobierno ha tratado de resaltar como una medida para ampliar la representación diversa del país en la carrera diplomática. Aunque este diario contactó a la Cancillería para conocer su versión, hasta el momento no ha recibido respuesta.
El ente ordenó a la cartera de Exteriores enviar el número total de aspirantes que se presentaron —indicando si fueron aceptados o rechazados y la razón—, las quejas presentadas a los resultados en el proceso de selección meritocrático con sus respectivas respuestas, y el protocolo que se estableció para garantizar "la integridad, confidencialidad y transparencia en el manejo" de las pruebas recolectadas sobre esas observaciones. Incluso, le dio a la cartera de Exteriores, un plazo máximo de cinco días para responder a los cuestionamientos.
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El oficio, firmado por el procurador delegado segundo para la vigilancia preventiva de la función pública, Samuel Benjamín Arrieta Buelvas, indica que esto “no implica la coadministración ni injerencia en las decisiones administrativas, financieras, técnicas o jurídicas de las Entidades Estatales o de los particulares que ejercen funciones públicas". Además, señala que la Procuraduría tampoco expedirá conceptos, avales o aprobaciones frente a los documentos o actuaciones de la Cancillería.
Todo esto ocurre mientras la canciller acaba de cerrar su gira por Medio Oriente, la primera que hace con el presidente Gustavo Petro en calidad de jefa de la cartera de Exteriores. Y es que desde su llegada, agitada tras la afanada salida de Luis Gilberto Murillo y la crisis diplomática con Estados Unidos, además del televisado consejo de ministros que dejó a un gabinete en interinidad, se comenzó a sacudir la Cancillería con dos nombramientos: el de Daniel Ávila como vicecanciller y el de Mauricio Jaramillo Jassir como viceministro de Asuntos Multilaterales.
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Ahora, con la mirada de la Procuraduría puesta en su cartera, faltará ver cómo la ministra se mueve para solucionar esos cuestionamientos que quedan con el concurso.
Aquí puede leer el oficio completo:
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