El llamado “Concierto de la Esperanza”, organizado por el gobierno del presidente Gustavo Petro y que se llevará a cabo el próximo 2 de marzo, en la Plaza de Bolívar de Bogotá, abrió un nuevo frente de batalla entre oficialismo y oposición. Este último sector lleva dos días cuestionando el costo del evento, de aproximadamente $4.000 millones, pues asegura que se trata de una contradicción con el discurso de crisis fiscal y austeridad que se pronuncia constantemente desde el Ejecutivo.
Este sábado, la senadora Paloma Valencia, del Centro Democrático, volvió a criticar el gasto y habló de “derroche” en la administración de Petro. “Mientras hay recortes en subsidios, el metro de Bogotá y falta de recursos para proyectos clave, el gobierno sí tiene 3.900 millones de pesos para financiar conciertos de artistas, como Residente, que le rinden elogios. Propaganda y despilfarro en lugar de soluciones. No más derroche”, aseguró en un video publicado en sus redes sociales.
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Desde la Alianza Verde, el senador “Jota Pe” Hernández también se pronunció en contra del concierto. Según dijo, el gasto de casi un millón de dólares en un solo día es para que “los petristas puedan disfrutar sabroso en la Plaza de Bolívar”. Y agregó que es “triste” porque al tiempo el Gobierno no le cumple a los desplazados, los estudiantes y los usuarios del sistema de salud. Además, Hernández aprovechó para cuestionar otro gasto del Gobierno, el de cerca de $2.200 millones en los tres vuelos que trajeron repatriados desde Estados Unidos.
Para esas y otras voces, no tiene sentido que el Gobierno haga esa inversión cuando algunas semanas atrás, a través del Ministerio de Hacienda, le pidió a todas las entidades públicas un plan de austeridad en el que se limitaban los pagos viáticos a funcionarios y el gasto en publicidad y eventos, entre otros rubros.
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Ante las críticas, el gerente de RTVC, Hollman Morris, encargado del contrato del concierto, respondió que lo que se busca es tener “un espacio de unión, resistencia y dignidad” y que se incluyó a Residente, quien cobrará cerca de $2.100 millones, porque él quiere “transmitir un mensaje de esperanza y resiliencia en un momento crucial para el país”.
En entrevista con La W, Morris dijo que “dentro de los recursos asignados, sin afectar la misionalidad del sistema de medios públicos, como lo hicimos el año pasado, ya veníamos proyectando este concierto. Ya nos hicieron un recorte y, afortunadamente, haciendo sumas y restas, pudimos sacar adelante un concierto que habíamos prometido y con un artista de esta categoría”.
A todos estos cuestionamientos se suman los relacionados con los gastos del Gobierno y sus comitivas en viajes al exterior (cerca de 1,8 millones de dólares en 2024) y a los contratos de propaganda, que sumaron cerca de $131.000 millones en los dos años y medio que van de esta administración.
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