El anticipado ruido de los presidenciables
Duque no ha llegado a la mitad de su mandato y ya hay fila para sucederlo. En el sonajero están Álex Char, Camilo Romero, Federico Gutiérrez, Dilian Francisca Toro, Rodolfo Hernández, Jorge Robledo y Carlos Holmes Trujillo.
Hugo García Segura / @hgarciasegura
Se ha dicho que Colombia, un país con un régimen presidencialista tan arraigado, siempre vive en campaña política, bien sea a escala local, regional o nacional. Y en este último caso, por supuesto, se refiere a la Presidencia de la República, con una carrera que, por lo visto, ya arrancó, pese a que Iván Duque, el actual jefe de Estado, ni siquiera ha llegado a la mitad de su mandato. Y es que no se había sentado en el solio de Bolívar y ya se sabía que dos de los que fueron sus competidores en las urnas buscarían convertirse en su sucesor: Gustavo Petro, jefe de la oposición desde su Colombia Humana, y Sergio Fajardo, líder de Compromiso Ciudadano.
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Se ha dicho que Colombia, un país con un régimen presidencialista tan arraigado, siempre vive en campaña política, bien sea a escala local, regional o nacional. Y en este último caso, por supuesto, se refiere a la Presidencia de la República, con una carrera que, por lo visto, ya arrancó, pese a que Iván Duque, el actual jefe de Estado, ni siquiera ha llegado a la mitad de su mandato. Y es que no se había sentado en el solio de Bolívar y ya se sabía que dos de los que fueron sus competidores en las urnas buscarían convertirse en su sucesor: Gustavo Petro, jefe de la oposición desde su Colombia Humana, y Sergio Fajardo, líder de Compromiso Ciudadano.
Ahora, con el paso de los meses y el relevo en alcaldías y gobernaciones de todo el país, se escuchan nombres como los de Álex Char, exalcalde de Barranquilla; Camilo Romero, exgobernador de Nariño; Federico Gutiérrez, exalcalde de Medellín, y Dilian Francisca Toro, exgobernadora del Valle, que entran a alimentar esa baraja de posibles presidenciables en 2022. Ninguno lo confirma, pero tampoco lo niega, y todos dicen que no están obsesionados con el poder. En cambio, el que sí ha dicho abiertamente que quiere ser candidato es Rodolfo Hernández, exalcalde de Bucaramanga, con fórmula vicepresidencial incluida: el empresario Arturo Calle.
Hernández aclaró que va a descansar un tiempo y que el 1° de abril tomará una decisión. “Tenemos la intención, pero tiene que estar cimentada sobre realidades, no sobre sentimientos (…) vamos a hacer un análisis de qué está pensando la gente, si quiere seguir eligiendo en la Presidencia de la República blandengues que permitan hacer todo lo que hacen, porque esto es debilidad desde la Presidencia, que permite hacer todo lo que hacen con la contratación pública (…) acá los politiqueros eligen a quienes los vigilan; es como amarrar un gato con chorizos”, expresó en una reciente entrevista.
Otro que se lanzó al agua este fin de semana fue el senador Jorge Robledo, del Polo Democrático. Habló de un “gran pacto nacional”, en el que estén incluidas las clases populares y media, además del empresariado, que parta de reconocer que las cosas están mal y que se identifiquen los asuntos fundamentales del país en los que se debe coincidir, como acabar con la corrupción, luchar contra el desempleo y generar riqueza, entre otros. “Voy hasta el final en esta aspiración presidencial. No soy un ambicioso con el poder, pero voy a presentar mi nombre defendiendo mis convicciones”, aseguró en una entrevista con Noticias Caracol.
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Mientras tanto, a los demás se les ve dedicados a mantenerse vigentes ante la opinión pública y en los medios de comunicación, que siguen de cerca sus movimientos, especulan de lo que hacen y, de vez en cuando, los entrevistan. Así, por ejemplo, un encuentro de Char con Simón Gaviria, hijo del expresidente y director del Partido Liberal César Gaviria, se convirtió —para la prensa— en la antesala a una posible alianza electoral para 2022. Más aún si sale la gobernadora del Atlántico, Elsa Noguera —“charista” purasangre— a decir que “le llegó la hora al país de tener un presidente de la costa Caribe” o se le escucha decir al mismo jefe liberal que “a Petro no lo van a derrotar los bogotanos de corbata. Se necesita a alguien refrescante, diferente, que use cachucha, como Álex”.
De hecho, esa declaración de Gaviria generó la reacción del líder de Colombia Humana, que a través de las redes sociales arremetió contra el exalcalde barranquillero. “Debió agregar: uno con cachucha, multimillonario, que defienda el interés de los terratenientes, la clase política tradicional y, sobre todo, que sea beneficiario de Odebrecht, como su hijo. Invito a los liberales a retomar la bandera del liberalismo progresista”, escribió en Twitter. Queda claro que Petro ya ve a Char como uno de sus rivales más fuertes en la carrera por la Presidencia y que tiene que comenzar a marcar terreno. “Es el intento de Gaviria para detener el triunfo de la Colombia Humana en 2022”, dijo en otro trino.
A Char, mientras tanto, se le ve tranquilo, descansando cómodamente sobre el colchón que significa haber sido el alcalde más popular y con más alta favorabilidad en el país durante el pasado cuatrienio, dedicado a una de sus grandes pasiones: el Júnior de Barranquilla. En esa feria de especulaciones en que se ha convertido la política colombiana, se ha hablado también de una posible llegada al gabinete del presidente Duque, que sería un paso clave para posicionar su imagen a escala nacional. Mientras tanto su padre, el gran barón político de la costa Caribe, Fuad Char, asegura que “hay mucho camino por recorrer”, en respuesta a una pregunta en W Radio sobre “su candidato a la Presidencia en 2022”.
¿Y qué dice Álex Char? Que si bien la Presidencia no es algo que lo obsesiona y que no le pasa por la mente vivir en la capital del país, de todas maneras es algo que no descarta. “No cierro puertas porque soy honesto, pero Bogotá no está en mis proyectos. No me sueño viviendo en Bogotá, me aburrí mucho, no tengo ese plan, pero la vida da muchas vueltas y las cosas cambian”, expresó el pasado 30 de diciembre, antes de salir de la Alcaldía, en declaraciones a Blu Radio.
En ese lleva y trae de rumores, hay quienes hilan bien delgado al advertir que los respaldos que sumó Elsa Noguera en su candidatura a la Gobernación son una señal de lo que podría ocurrir para las presidenciales con Char. Tuvo de su lado a Cambio Radical, el Centro Democrático, los liberales, los conservadores y la U. Y si en algún momento se ha mencionado una disputa interna en Cambio Radical con Germán Vargas Lleras, el exvicepresidente ha dicho que no tiene aspiraciones electorales, al menos por ahora, lo que significa que el exalcalde tiene el camino despejado para iniciar su cruzada por el poder nacional.
Claro, asegurar también que tendría el apoyo del uribismo es demasiado aventurado. Sobre todo porque en esa orilla también más de uno asoma pidiendo pista para ser el ungido de su líder, el expresidente Álvaro Uribe, y ser el candidato en 2022. Cabe recordar que en octubre de 2018, durante un foro en Medellín y cuando era canciller, Carlos Holmes Trujillo dejó abierta la puerta a esa posibilidad. “Llegado el momento se los diré, pero, aquí entre nos, que no salga de Colombia, claro que sí, yo voy a aspirar en el 2022”, le respondió en ese entonces a un estudiante de la universidad Eafit. Y aunque después señaló que lo había dicho en un tono jocoso, todos en el Centro Democrático saben que es lo que quiere, como lo han dicho también senadoras como Paloma Valencia y Paola Holguín.
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En cuanto a Federico Gutiérrez —Fico, como le dicen sus allegados—, su nombre se ha escuchado para llegar al gabinete de Duque, opción que él mismo ha descartado, dejando claro, eso sí, que su intención es seguir en el servicio público, por qué no, desde la Presidencia. “Me he preparado para seguir trabajando por mi ciudad y por el país (…) si se van abriendo espacios, pues llegaré hasta donde la gente me lo permita, hasta el cargo más importante o humilde. Esta es mi pasión y es lo que me mueve”, manifestó poco antes de dejar la Alcaldía de Medellín. Incluso mostrando los dientes: “Personajes como Gustavo Petro se han adueñado de espacios que convocan los jóvenes para su provecho, polarizan e incitan a la violencia. El problema no es de izquierdas ni de derechas, es de unión, argumentos claros y respeto por las ideas de otros”.
A Fico, quien llegó a La Alpujarra por firmas, hay quienes lo ubican como una de las cartas del uribismo dentro de dos años y medio. Sin embargo, en el Centro Democrático muchos le echan la culpa de la derrota de su candidato, Alfredo Ramos, en las elecciones locales, por haberse puesto del lado de la aspiración de Santiago Gómez, quien fuera su secretario de Gobierno y quedó de tercero en las urnas. Por ese respaldo, Gutiérrez afronta una investigación disciplinaria por presunta participación en política. “Soy una persona que respeta los logros de los distintos sectores, pero yo acá llegué solo y por firmas”, responde él, por ahora, cuando le hablan de partidos.
Camilo Romero, por su parte, ya fue precandidato en 2014 con la Alianza Verde, cuando perdió la nominación con Enrique Peñalosa, y su nombre lo han puesto a sonar sectores que lo ven como una voz complementaria a la de Petro, dentro de los llamados sectores alternativos. Personas de su círculo más cercano dicen que ser presidente se le ha convertido en “una obsesión”, aunque reconocen que, como le pasa a Char, debe primero proyectar su imagen a escala nacional y, en su caso particular, resolver los líos jurídicos que hoy arrastra: investigaciones por presuntas irregularidades en la entrega de un contrato de venta de licor, al parecer otorgado a un aportante de su campaña, y las referencias hechas en el escándalo de las chuzadas ilegales que funcionaban desde Ipiales, el mismo que tiene en líos al general (r) Humberto Guatibonza, exdirector de la Policía en Bogotá.
Romero tendría que pelearse la candidatura con Fajardo, con quien los verdes hicieron alianza en 2018, alcanzando 4’602.916 votos. Porque aunque el líder de Compromiso Ciudadano en un principio dijo que no volvería a lanzarse, después cambió de opinión, retando incluso a quien también desde hace rato está en campaña: “Petro no va a ser presidente porque voy a ser yo. Nos encontraremos, él tiene gente que lo sigue y lo admira. Él será uno de los rivales”, sentenció el exgobernador de Antioquia. Por último, Dilian Francisca Toro —que de campañas y de votos sí que tiene conocimiento— respondió hace poco así a una pregunta sobre si le gustaría aspirar: “Todo soldado quiere ser general”. Y así va Colombia, a año y medio del gobierno Duque, ya en carrera para escoger sucesor.