Bus Colombia: el pulso político en Cali, Manizales, Villavicencio y otras ciudades
El Espectador reconstruyó el ajedrez electoral en cinco zonas del país: Valle del Cauca, Caldas, Risaralda, Tolima y Meta. Aquí le contamos cómo está el panorama.
El Espectador, Noticias Caracol y Blu Radio se subieron al Bus Colombia, una alianza en la que un equipo periodístico seleccionado para cubrir las elecciones regionales del próximo 29 de octubre emprendió un viaje por varias regiones del país en plena época electoral, con el objetivo de conocer las problemáticas en los territorios y escuchar las peticiones de los habitantes en cada una de las zonas. Y, por supuesto, para determinar cómo está el ajedrez electoral de cara a unos comicios que reconfigurarán el mapa de poder regional.
El Bus Colombia recorrió las calles de 14 ciudades del país: Cúcuta, Bucaramanga, Barranquilla, Santa Marta, Cartagena, Montería, Ibagué, Manizales, Medellín, Cali, Pereira, Villavicencio, Soacha y Bogotá, en las que además tuvo la oportunidad de conversar con cada uno de los candidatos a las alcaldías para conocer sus propuestas para solucionar los principales problemas de las ciudades.
En el recorrido por el sur del país, El Espectador conversó con diversos sectores y reconstruyó el ajedrez político en cinco de esas zonas: Valle del Cauca, Caldas, Risaralda, Tolima y Meta. Aquí le contamos cómo está el panorama, así como la distribución de las fuerzas y el origen político de los candidatos.
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La contienda en el Valle: todos contra Dilian y ‘Chontico’ Ortiz
En la disputa electoral en Cali hay una formula no reconocida oficialmente que todos quieren frenar: Dilian Francisca Toro para la Gobernación y Roberto Ortiz ‘Chontico’ para la alcaldía. Las únicas opciones que podrían hacerle frente a esa llave son dos empresarios: Alejando Eder para la alcaldía y Tulio Gómez para la Gobernación.
Cuando la capital del Valle le dio el triunfo a Gustavo Petro en las elecciones presidenciales de 2022 -con 657.597 votos, es decir el 63,76% frente a su contendor Rodolfo Hernandez-, con una tendencia que se replicó en la mayoría de los municipios del departamento, se creía que el panorama político en el Valle se reconfiguraría y que el proyecto político progresista podría arrasar.
Por el contario, Roberto Ortiz lidera la intención de voto; mientras que, para la Gobernación, se ubica en el primer lugar la “baronesa del Valle” con amplia ventaja y con el apoyo de alrededor de diez movimientos políticos y partidos tradicionales para quedarse por segunda vez con el cargo.
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El fantasma del condenado Mario Castaño sacude la política en Caldas
El exsenador liberal Mario Castaño, condenado por corrupción e intereses indebidos en la celebración de contratos, se ha convertido en un fantasma en la política caldense. Luego de haber sido por años el máximo dirigente del Partido Liberal en ese departamento y de definir elecciones a varias alcaldías y a la Gobernación con tan solo un guiño, se habla de él como un episodio del que nadie quiere acordarse, pero que, de todas maneras, sigue moviendo sus hilos y teniendo una importante influencia regional.
Si bien el escándalo de Castaño dejó golpeado a su grupo político en Caldas, los candidatos en la región todavía acuden a los que han sido sus cercanos para encontrar apoyo y votos en la estructura que aún sobrevive. Eso sí, evitando las apariciones públicas que puedan darles un golpe en la imagen para las elecciones regionales del próximo 29 de octubre.
Tras la condena de Castaño por el caso conocido como “las marionetas”, se dice que en las próximas elecciones regionales los votantes podrían castigar al Partido Liberal. Es más, ya se calcula que en la Asamblea los liberales podrían tener una reducción en su representación de 5 a 3 diputados.
El representante Octavio Cardona, quien naturalmente ha asumido el liderazgo de los liberales en Caldas y que fue el coequipero de Castaño en su época dorada aseguró a este diario que hay candidatos que los han buscado para tener su apoyo, pero “cuando no quisimos estar con ellos, recordaron que supuestamente somos unos bandidos”. Según contaron, el Liberal está para los votos, pero no para la foto.
Aunque en la competencia por la Alcaldía de Manizales hay 10 opciones políticas y todos buscan desmarcarse del liberalismo de Castaño, solo una tiene posibilidades palpables de quedarse con el cargo. Se trata de Jorge Eduardo Rojas, exministro de Transporte del Gobierno Santos y quien ya fue alcalde de la ciudad entre 2012-2015. Rojas tiene una amplia ventaja sobre los demás candidatos y tiene el apoyo de una fuerte estructura; avalado por el Partido Conservador, el Nuevo Liberalismo, ASI y Creemos y se han adherido otros, entre esos las bases del grupo político del senador Guido Echeverry (En Marcha) y todo el Partido Liberal en Caldas.
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El panorama electoral en Pereira y el poder de Juan Pablo Gallo
Pereira es tradicionalmente liberal, no solo porque de esta ciudad es oriundo el director del partido del trapo rojo, el expresidente César Gaviria, sino que en los últimos años se ha convertido en una de las principales fuerzas políticas por la influencia del senador Juan Pablo Gallo, quien fue alcalde, y del representante Diego Patiño Amariles, que ha sido gobernador de Risaralda en dos ocasiones.
Precisamente, luego de que en 2008 los liberales perdieran el poder municipal y llegara el Partido de la U, fue Juan Pablo Gallo el que recuperó el poder en Pereira en 2015, para luego dejar a su ficha en 2019, que es el saliente alcalde de la ciudad, Carlos Maya. Así, los liberales ya llevan 8 años ocupando la Alcaldía y, de cara a las elecciones regionales de octubre, buscan quedarse.
Por la Alcaldía de Pereira compiten siete candidatos de distintos sectores políticos; sin embargo, la pelea está nuevamente entre los liberales y la U. Se trata de Mauricio Salazar, coavalado por el partido de Dilian Francisca Toro, por MIRA y ASI, y de Maicol Lopera, que tiene la bendición de Gallo.
Se espera cómo actuará otro de los sectores políticos clave, con fuerza en Risaralda: el entramado de poder de la familia conservadora Merheg, que han sido señalados por presuntos nexos con el paramilitarismo, pero quienes no se han decantado por alguno de los candidatos a la Alcaldía. Eunque no han mostrado su apoyo a ninguno de los candidatos, sí tienen una ficha en la Gobernación, que además va punteando en las encuestas: se trata de la candidata Juliana Enciso, avalada por el Partido Conservador y esposa del exsenador Habib Merheg.
Las estructuras Barreto y Jaramillo se enfrentan en el Tolima
El senador Óscar Barreto, del Partido Conservador, es el gran barón electoral del Tolima. Llegó al Congreso con más de 100 mil votos en 2022 y casi todos los sufragios los sacó en ese departamento. También ha sido gobernador en dos ocasiones no consecutivas y en esos mandatos no se ha salvado de cuestionamientos, tanto que en 2019 fue investigado por la Procuraduría.
Tras cumplir su segundo periodo en la Gobernación, entre 2015 y 2019, no se quedó quieto y como parte de su fuerte estructura política logró colocar en el periodo posterior a Ricardo Orozco como gobernador y a Andrés Fabián Hurtado –que después firmó su divorcio político con Barreto- como alcalde de Ibagué, ambos en representación del Partido Conservador. Así las cosas, el barretismo lleva 8 años en el poder regional, habiendo sido el último gobernador de otro sector político, el liberal Luis Carlos Delgado, entre 2012-2016.
De cara a las elecciones del próximo 29 de octubre, nuevamente hay candidatos de Barreto compitiendo por la Gobernación y por la Alcaldía de Ibagué. Aunque sus pupilos van liderando la intención de voto, se enfrentan al sector liberal cercano al actual ministro de Salud del gobierno Petro, Guillermo Alfonso Jaramillo, quien también ha sido gobernador del Tolima en dos periodos no consecutivos y, además, alcalde de Ibagué.
Para la Gobernación del Tolima, la candidata del barretismo es la excongresista conservadora Adriana Magali Matiz, que trabajó como secretaria de Inclusión Social del departamento en el segundo periodo de Óscar Barreto como gobernador. Ahora, Óscar Barreto también se subió en tarima con Jorge Bolívar, su candidato a la Alcaldía de Ibagué, avalado por el partido conservador y quien fue secretario de Salud del Tolima del gobernador saliente.
En la Gobernación la pelea podría definirse en los próximos días, pues Adriana Magali Matiz se enfrenta a Mauricio Jaramillo, el hermano del ministro de Salud. Esta es la segunda vez que aspira al cargo y tiene el apoyo del liberalismo y del progresismo en el departamento, también de las entrañas del presidente Gustavo Petro.
Los apoyos de Alan Jara y el uribismo en las elecciones en el Meta
Por la Alcaldía de Villavicencio compiten 15 opciones, sin embargo, son tres los que están más cerca de ganar la contienda. Una de esas candidaturas es la de Irina Salas, quien es percibida como la “candidata del alcalde” Felipe Harman, pues proviene de su mismo proyecto político, del Pacto Histórico, y porque fue su secretaria privada. “No soy la candidata de nadie, pero sí hago parte de un proyecto del que me siento muy orgullosa”, aseguró sobre los apoyos que provienen de ese sector.
Junto a ella, tienen posibilidades también el candidato avalado por el partido Alianza Verde, Juan Camilo Chávez, quien ha hecho una fuerte oposición a Harman y que, aunque se percibe como un candidato de centro, hace pocos días se adhirió a su campaña Oscar Alejo, de Cambio Radical. La campaña de Chávez es respaldada por el representante Juan Diego Muñoz, también del Verde, y quien fue secretario de Educación del Meta, durante la administración de Marcela Amaya (2015-2019).
Igualmente, está la opción del Centro Democrático, Alexander Baquero, que el martes, 3 de octubre, recibió un nuevo impulso de su partido con la visita del expresidente Álvaro Uribe a Villavicencio. En el Meta, el Centro Democrático viene construyendo un renovado protagonismo, pues el accidente aéreo en Boyacá que terminó con la vida del aspirante a la gobernación del Meta, Felipe Carreño, y otros políticos del Centro Democrático, entre ellos la exsenadora, Nohora Tovar, impulsó la candidatura a la Gobernación de Rafaela Cortés, esposa del fallecido Carreño y quien por ahora, va adelante en la intención de voto.
Cortés también tendría el apoyo de Alan Jara, quien fue gobernador del Meta en tres ocasiones e investigado y absuelto por la Corte Suprema de Justicia por irregularidades en contratos durante su mandato. “Le hemos a la doctora Rafaela que continúe con las banderas que traía Felipe Carreño y que asuma el liderazgo”, dijo Jara en un evento público organizado por sectores afines a la campaña de Cortés, lo que confirmó su apoyo a esa candidatura.
Rafaela Cortés se enfrenta a dos fuerzas: primero, la de Darío Vásquez, quien ya fue gobernador del Meta en una ocasión y que también fue investigado por la Corte por irregularidades en un contrato; aunque fue absuelto. Vásquez es apoyado por el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, líder natural del partido Cambio Radical. En el Meta se rumoró que se uniría a Marcela Amaya, otra de las fuerzas, que es la candidata del Partido Liberal, y quien también busca ser gobernadora en una segunda ocasión.
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El Bus Colombia recorrió las calles de 14 ciudades del país: Cúcuta, Bucaramanga, Barranquilla, Santa Marta, Cartagena, Montería, Ibagué, Manizales, Medellín, Cali, Pereira, Villavicencio, Soacha y Bogotá, en las que además tuvo la oportunidad de conversar con cada uno de los candidatos a las alcaldías para conocer sus propuestas para solucionar los principales problemas de las ciudades.
En el recorrido por el sur del país, El Espectador conversó con diversos sectores y reconstruyó el ajedrez político en cinco de esas zonas: Valle del Cauca, Caldas, Risaralda, Tolima y Meta. Aquí le contamos cómo está el panorama, así como la distribución de las fuerzas y el origen político de los candidatos.
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La contienda en el Valle: todos contra Dilian y ‘Chontico’ Ortiz
En la disputa electoral en Cali hay una formula no reconocida oficialmente que todos quieren frenar: Dilian Francisca Toro para la Gobernación y Roberto Ortiz ‘Chontico’ para la alcaldía. Las únicas opciones que podrían hacerle frente a esa llave son dos empresarios: Alejando Eder para la alcaldía y Tulio Gómez para la Gobernación.
Cuando la capital del Valle le dio el triunfo a Gustavo Petro en las elecciones presidenciales de 2022 -con 657.597 votos, es decir el 63,76% frente a su contendor Rodolfo Hernandez-, con una tendencia que se replicó en la mayoría de los municipios del departamento, se creía que el panorama político en el Valle se reconfiguraría y que el proyecto político progresista podría arrasar.
Por el contario, Roberto Ortiz lidera la intención de voto; mientras que, para la Gobernación, se ubica en el primer lugar la “baronesa del Valle” con amplia ventaja y con el apoyo de alrededor de diez movimientos políticos y partidos tradicionales para quedarse por segunda vez con el cargo.
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El fantasma del condenado Mario Castaño sacude la política en Caldas
El exsenador liberal Mario Castaño, condenado por corrupción e intereses indebidos en la celebración de contratos, se ha convertido en un fantasma en la política caldense. Luego de haber sido por años el máximo dirigente del Partido Liberal en ese departamento y de definir elecciones a varias alcaldías y a la Gobernación con tan solo un guiño, se habla de él como un episodio del que nadie quiere acordarse, pero que, de todas maneras, sigue moviendo sus hilos y teniendo una importante influencia regional.
Si bien el escándalo de Castaño dejó golpeado a su grupo político en Caldas, los candidatos en la región todavía acuden a los que han sido sus cercanos para encontrar apoyo y votos en la estructura que aún sobrevive. Eso sí, evitando las apariciones públicas que puedan darles un golpe en la imagen para las elecciones regionales del próximo 29 de octubre.
Tras la condena de Castaño por el caso conocido como “las marionetas”, se dice que en las próximas elecciones regionales los votantes podrían castigar al Partido Liberal. Es más, ya se calcula que en la Asamblea los liberales podrían tener una reducción en su representación de 5 a 3 diputados.
El representante Octavio Cardona, quien naturalmente ha asumido el liderazgo de los liberales en Caldas y que fue el coequipero de Castaño en su época dorada aseguró a este diario que hay candidatos que los han buscado para tener su apoyo, pero “cuando no quisimos estar con ellos, recordaron que supuestamente somos unos bandidos”. Según contaron, el Liberal está para los votos, pero no para la foto.
Aunque en la competencia por la Alcaldía de Manizales hay 10 opciones políticas y todos buscan desmarcarse del liberalismo de Castaño, solo una tiene posibilidades palpables de quedarse con el cargo. Se trata de Jorge Eduardo Rojas, exministro de Transporte del Gobierno Santos y quien ya fue alcalde de la ciudad entre 2012-2015. Rojas tiene una amplia ventaja sobre los demás candidatos y tiene el apoyo de una fuerte estructura; avalado por el Partido Conservador, el Nuevo Liberalismo, ASI y Creemos y se han adherido otros, entre esos las bases del grupo político del senador Guido Echeverry (En Marcha) y todo el Partido Liberal en Caldas.
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El panorama electoral en Pereira y el poder de Juan Pablo Gallo
Pereira es tradicionalmente liberal, no solo porque de esta ciudad es oriundo el director del partido del trapo rojo, el expresidente César Gaviria, sino que en los últimos años se ha convertido en una de las principales fuerzas políticas por la influencia del senador Juan Pablo Gallo, quien fue alcalde, y del representante Diego Patiño Amariles, que ha sido gobernador de Risaralda en dos ocasiones.
Precisamente, luego de que en 2008 los liberales perdieran el poder municipal y llegara el Partido de la U, fue Juan Pablo Gallo el que recuperó el poder en Pereira en 2015, para luego dejar a su ficha en 2019, que es el saliente alcalde de la ciudad, Carlos Maya. Así, los liberales ya llevan 8 años ocupando la Alcaldía y, de cara a las elecciones regionales de octubre, buscan quedarse.
Por la Alcaldía de Pereira compiten siete candidatos de distintos sectores políticos; sin embargo, la pelea está nuevamente entre los liberales y la U. Se trata de Mauricio Salazar, coavalado por el partido de Dilian Francisca Toro, por MIRA y ASI, y de Maicol Lopera, que tiene la bendición de Gallo.
Se espera cómo actuará otro de los sectores políticos clave, con fuerza en Risaralda: el entramado de poder de la familia conservadora Merheg, que han sido señalados por presuntos nexos con el paramilitarismo, pero quienes no se han decantado por alguno de los candidatos a la Alcaldía. Eunque no han mostrado su apoyo a ninguno de los candidatos, sí tienen una ficha en la Gobernación, que además va punteando en las encuestas: se trata de la candidata Juliana Enciso, avalada por el Partido Conservador y esposa del exsenador Habib Merheg.
Las estructuras Barreto y Jaramillo se enfrentan en el Tolima
El senador Óscar Barreto, del Partido Conservador, es el gran barón electoral del Tolima. Llegó al Congreso con más de 100 mil votos en 2022 y casi todos los sufragios los sacó en ese departamento. También ha sido gobernador en dos ocasiones no consecutivas y en esos mandatos no se ha salvado de cuestionamientos, tanto que en 2019 fue investigado por la Procuraduría.
Tras cumplir su segundo periodo en la Gobernación, entre 2015 y 2019, no se quedó quieto y como parte de su fuerte estructura política logró colocar en el periodo posterior a Ricardo Orozco como gobernador y a Andrés Fabián Hurtado –que después firmó su divorcio político con Barreto- como alcalde de Ibagué, ambos en representación del Partido Conservador. Así las cosas, el barretismo lleva 8 años en el poder regional, habiendo sido el último gobernador de otro sector político, el liberal Luis Carlos Delgado, entre 2012-2016.
De cara a las elecciones del próximo 29 de octubre, nuevamente hay candidatos de Barreto compitiendo por la Gobernación y por la Alcaldía de Ibagué. Aunque sus pupilos van liderando la intención de voto, se enfrentan al sector liberal cercano al actual ministro de Salud del gobierno Petro, Guillermo Alfonso Jaramillo, quien también ha sido gobernador del Tolima en dos periodos no consecutivos y, además, alcalde de Ibagué.
Para la Gobernación del Tolima, la candidata del barretismo es la excongresista conservadora Adriana Magali Matiz, que trabajó como secretaria de Inclusión Social del departamento en el segundo periodo de Óscar Barreto como gobernador. Ahora, Óscar Barreto también se subió en tarima con Jorge Bolívar, su candidato a la Alcaldía de Ibagué, avalado por el partido conservador y quien fue secretario de Salud del Tolima del gobernador saliente.
En la Gobernación la pelea podría definirse en los próximos días, pues Adriana Magali Matiz se enfrenta a Mauricio Jaramillo, el hermano del ministro de Salud. Esta es la segunda vez que aspira al cargo y tiene el apoyo del liberalismo y del progresismo en el departamento, también de las entrañas del presidente Gustavo Petro.
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Por la Alcaldía de Villavicencio compiten 15 opciones, sin embargo, son tres los que están más cerca de ganar la contienda. Una de esas candidaturas es la de Irina Salas, quien es percibida como la “candidata del alcalde” Felipe Harman, pues proviene de su mismo proyecto político, del Pacto Histórico, y porque fue su secretaria privada. “No soy la candidata de nadie, pero sí hago parte de un proyecto del que me siento muy orgullosa”, aseguró sobre los apoyos que provienen de ese sector.
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Cortés también tendría el apoyo de Alan Jara, quien fue gobernador del Meta en tres ocasiones e investigado y absuelto por la Corte Suprema de Justicia por irregularidades en contratos durante su mandato. “Le hemos a la doctora Rafaela que continúe con las banderas que traía Felipe Carreño y que asuma el liderazgo”, dijo Jara en un evento público organizado por sectores afines a la campaña de Cortés, lo que confirmó su apoyo a esa candidatura.
Rafaela Cortés se enfrenta a dos fuerzas: primero, la de Darío Vásquez, quien ya fue gobernador del Meta en una ocasión y que también fue investigado por la Corte por irregularidades en un contrato; aunque fue absuelto. Vásquez es apoyado por el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, líder natural del partido Cambio Radical. En el Meta se rumoró que se uniría a Marcela Amaya, otra de las fuerzas, que es la candidata del Partido Liberal, y quien también busca ser gobernadora en una segunda ocasión.
👁🗨 Conozca cómo votan los senadores y representantes a la Cámara en ‘Congreso a la mano’.
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